Yu-Gi-Oh!: Lincoln, el más grande duelista

Capítulo 48: rivales de amor en duelo (parte-1)

Un par de días han pasado la liberación de todas las personas capturadas por un Cross Monster, ahora todos en la academia estaban enterados de la situación y en las profundidades de la tierra el sumo sacerdote del Cross Army exigía a los generales preparase para e siguiente ataque para drenar la energía de los duelistas, pero de inmediato la sacerdotisa lo impidió

-lamento decirle sumo sacerdote que eso no será así- dijo la Cilatea

-¿de que hablas?- pregunto Vetray-Oll

- recién capturamos una colosal ola de energía de los duelistas, debemos esperar un poco, para que ellos se recuperen, asi, podremos recolectar aun mas energía-

-Cilatea tiene razón- dijo el rey- el que espera, prospera, la paciencia es un don que debes aprender, Vetray-Oll, al fin de cuentas, hemos esperado miles de años para mi regreso, unos días mas no harán daño-

Las cosas parecían prosperar para el Cross Army, pero desgraciadamente, en la vida de Lincoln esto no era así, justo acababa de salir de aplicarles a su grupo un examen el cual elaborarlo fue muy complicado, pero por suerte ya casi terminaba el día, y mejor aún es que era viernes, en unas horas esta horrible semana habría terminado, Lincoln quería disfrutar descansando lo más que se pudiera este fin de semana, aunque el ya sabía que era probable que algo pudiera pasar en el transcurso de esos días, y con más razón aun, habría que disfrutar esos cortos periodos de relajación lo más que se pudiese, lo único que le faltaba era dejar revisados los exámenes y este día habría acabado, pero más sin embargo algo lo desconcertó , la puerta de su oficina privada estaba abierta, el joven entrar encontró a Luna sentada de una manera sumamente coqueta

-¿Luna?... ¿como entraste?-pregunto Lincoln

-¿recuerdas ayer cuando saliste con las manos cargadas y le pediste a Lynn que cerrara con llave por ti?, dejo la llave en la puerta- dijo Luna sonriendo

-...Lynn...- refunfuño Lincoln enojado

-pero bueno, déjame ayudarte a dejar eso aquí- le dijo Luna acercándose de manera seductora para colocar los papeles en su lugar y al hacerlo no tenía timidez de mostrar el movimiento de sus caderas y retaguardia de manera coqueta y femenina, lo cual el albino no podía ignorar, más sin embargo el trato de resistir su instinto, pero Luna se mantenía firme en su decisión -entonces bro... ¿ya tienes planeado algo para este fin?-

-pues no en realidad- le respondió el peliblanco con algo de frialdad solo tengo que revisar los exámenes-

-pues me parece excelente- le responde la rockera- si tu gustas puedo ayudarte a revisarlos y pasar la tarde juntos, o tal vez podríamos dejarlo para después y... hacer algo mas interesante- entonces Luna sujeta del cuello y de un movimiento lo arroja al escritorio para acto seguido abalanzarse sobre el, colocar sus manos sobre los hombros de su hermano y empezar a besarlo

-Luna, espera- trataba de decir el chico

-¡NO!- exclama Luna enojada pero sin alejarse de su amado- ya me canse de esperar, lo único que quiero es estar contigo pero tu siempre dices lo mismo, "no es el momento", "hay que esperar", "lo haremos después", yo siempre hago lo que me pides, pero ya me canse, no soportare ni un segundo mas sin tenerte, ¿Qué debo de hacer para que te entre en esa cabezota tuya, te amo-

Lincoln quedo callado y vio a luna a los ojos donde ella parecía empezar a llorar en cualquier segundo

-yo no... yo no quería hacerte daño...- Lincoln estaba silenciado por completo al ver a los hermosos ojos color morado de luna, un color único y extravagante que significaba el amor y la pasión, ese bello y enigmático color provoco algo muy adentro de Lincoln, algo que ni siquiera había sentido cuando estuvo con Lynn, algo que el únicamente sintió cuando hacía tiempo ya estuvo con Sylvie, pero en este momento, todo lo demás no importaba... la mirada de Luna lo atrapo... Lincoln se enamoró de ella. El joven se acercó a su hermana y tiernamente respondió a sus sentimientos dándole un beso cariñoso y dulce.