Yu-Gi-Oh!: Lincoln, el más grande duelista

Capítulo 73: ira luminosa

Descendiendo a través de una oscura y rocosa grieta, el joven conocido como Lincoln Pegasus siendo llevado en los brazos de su fiel Luminus Magician. En su mente Lincoln rezaba desesperado por que sus hermanas se encontraran a salvo.

Después de unos cuantos metros a lo lejos una gran corriente de luz de divisaba en las profundidades y al acto Lincoln ordena a su monstruo descender más rápido, pero para su desgracia sus temores se confirmaban, lo que vio lo dejo casi al borde del pánico, sus amadas hermanas atrapadas por una aura eléctrica recibiendo fuertes descargas de energía mientras sufrían un gran dolor atreves de todo su cuerpo y a lo lejos las infernales risas de Fallen Cross se escuchaban complacido ante el sufrimiento de las jóvenes

Lincoln gritaba desesperado incapaz de ayudarlas, corrió para tratar de socorrerlas, pero una aparición se lo impidió, era la armadura de la cual provenía esa aura eléctrica

-¡NO TE ACERQUES PORTADOR DE LUMINUS!- suplicaba el general- ¡lo lamento!, ¡me deje engañar!, ¡perdóname por favor!- con esto la armadura viviente quedo tendida en el suelo

Lincoln estaba desesperado, impotente, incapaz de hacer nada, de su pecho una horrenda sensación que no podía controla pero de su baraja una luz emergía una luz que se unió a la que sobresalía de las barajas de sus hermanas, de la nada cuatro protuberancias de luz emergen de la espalda Lincoln y era como si sus venas se llenaran de poder, una onda de poder separo la electricidad de sus hermanas poniéndolas a salvo

Lincoln cayó herido al suelo sin entender lo que sucedía, débiles pero bien, las chicas corrieron con su hermano agradecidas pero este momento duraría poco, pues residuo de la onda de poder liberada misteriosamente provoco un derrumbe en la caverna donde estaban, de inmediato pensando rápido las chicas invocaron a sus monstruos voladores para escapar por las grietas que las condujeron a ese nefasto lugar antes de quedar enterradas en las rocas

De un gran milagro y con ayuda de la chica maga oscura jinete de dragón el escape para la familia fue perfecto, el aula de duelo quedo inutilizable, de momento ahora todo se encontraba a salvo... por el momento

Ya en la superficie, con mucho cuidado el pobre muchacho de bancos cabellos fue llevado de vuela con gran atención y cuidado, sus hermanas quienes a pesar de sufrir una circunstancia tan cercana a la muerte, se negaron a alejarse de el

Lejos de la academia, en la zona boscosa del bosque, en un olvidado cráter emergía una creatura de aura eléctrica, era el general Lightning Cross que a pesar de lo sucedido hace unas horas pudo sobrevivir a lo sucedido, pero por desgracia su amigo Shiddoru-Ppu no podía decir lo mismo, malherido y ahora como un desertor del Cross Army, Dai-Kobura estaba solo con sus maquinaciones

-nunca te olvidare Shiddoru-Ppu, ¡Fallen Cross Pagara por lo que te hizo!- asi el portador del sello de la ira recordaba las últimas palabras que su amigo le dedico antes de morir, palabras que ahora resuenan en su interior, como las malditas risas del aquel malnacido que provoco el fatídico deceso de aquel noble guerrero- ¡fui un estúpido en darle mi lealtad a Fallen Cross!, ¿y para que?, Cilatea, Shiddoru-Ppu, y no lo dudaría ni un segundo en eliminarme a mi también-

-¡ASI ES!- dijo una voz de alguien que llego tras del guerrero, eral el príncipe Art-Lias- y yo tampoco-

-Arkt-Lias, ¿tu padre te mando en mi búsqueda? - preguntaba Dai-Kobura desafiante

-claro que no, esto va mas allá de mi padre, esto lo hago por mi, ahora que eres un traidor puedo cobrarme sin restricción alguna tu maldita insubordinación- dijo el príncipe listo para el combate

-si lo que quieres es que mis Thunder Dragon acaben contigo asi sera-

-quiero un duelo, pero no un duelo de monstruos, solos tu y yo, tu espada contra mi tridente, ¡UN DUELO HASTA EL FIN!- exclamo el príncipe listo para la batalla