Capítulo 113: el segundo templo

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Lincoln Pegasus, el mas grande duelista, quien valientemente lucho hasta el cansancio por ayudar al panta donde residía, ahora mismo se hallaba perdido, encerrado sin salida alguna en un completo universo desconocido, ahora siendo guiado por un misterioso ser que se presento como Sephi, Lincoln estaba en busca del poder de las tres bestias sagradas oculto en tres templos para talvez poder volver a su hogar, con éxito Lincoln logro pasar primer prueba del templo de la culpa, pero desconocía completamente o que seguiría

-y dime, mi amigo de otro universo, ¿Qué se siente tener el poder de Uria?- preguntaba el extraño joven de cabello azul aqua

-es extraño- responde Lincoln- no es la primera vez que porto el poder de un ser poderoso dentro de mi... cuando lo tuve con Luminus llegue a sentir incluso que tenia control sobre su poder en todo momento, pero al mismo tiempo lo compartía con el, pero no era solo era eso, era como si nuestra conciencia alma y mente fueran una en todo momento... pero esto es diferente... es como si Uria no pensara en ningún momento, como si lo único que quisiera sea liberar su poder por puro instinto-

-tal vez sea por que las bestias sagradas son eso exactamente... bestias... solo piensan en destruir lo que se interponga en su camino- explico Sephi mientras que el camino seguía

-es extraño, siento como si el fuego de Uria estallaría dentro de mi en cualquier momento... como si de un segundo a otro yo...-

-¡¡¡NO TE ATREVAZ A DAR UN PASO MAS!!!-grito Sephi con todas sus fuerzas para después correr hacia donde estaba Lincoln y lo empujo tanto como pudo haciéndolo caer contra el suelo, Lincoln levanto a mirada mientras se despegaba del suelo mientras que veía justo donde hace unos segundo estaba de pie, Sephi, comenzó a escarbar desesperadamente- ¿creíste que te podrías esconder de mi?, pero te encontré, pequeña, ya te tengo- asi Lincoln vio que lo que su compañero de viaje había desenterrado se trataba de otra de esas extremadamente pequeñas piedras brillantes y esta como las otras fueron resguardadas en la maleta del viaje del joven pero fue sumamente desconcertante para el peli blanco el ver como de un segundo a otro el comportamiento de Sephi cambio tan radicalmente solo por una de esas piedras

-¿estas bien?- pregunto Lincoln sin querer alterar a su guía

-¡mejor que nunca!- le responde el joven con ua gran sonrisa en su rostro- no tienes ideas de lo difícil que es encontrar una sola de esas pequeñas-

-pero, ¿que se supone que son esas cosas?, por lo que veo te emocionas mucho por ellas- dijo el albino poniéndose de pie

-y no es para menos, amigo mío- e responde el peli azul- lo que estas viendo es lo ultimo que queda de luz en este universo, estas pequeñas... es en lo que se convierten lo que ti debes conocer como estrellas-

Lincoln no podía creerlo, las fuentes de energía mas poderosas en una galaxia, aquellos inmensos cuerpos celestes, que producen luz y calor desde sus arremolinadas fundiciones nucleares habían sido reducidas a nada mas que simples y pequeñas piedras que podrían verse diminutas en la palma de la mano

-¿Cómo es posible?-pregunto Lincoln

-esto es lo que pasa cuando Archasephieloth las captura- responde el ermitaño- las atrapa, literalmente se alimenta de la energía que irradian, incluso las altera para reducirlas en tamaño haciéndole más fácil consumir la luz sin desatar una cataclismica explosión en el proceso dejando nada mas que oscuridad a todo lo que le rodea, ¿alguna vez has pensado que le pasaría a una galaxia, si la estrella que funciona como su sol es sacado de orbita de la nada?-

Lincoln quedo aterrado con lo que escucho... literalmente su universo no tendría oportunidad alguna si es que el no detiene lo que planea Archasephieloth cuanto antes, es una amenaza mayor a cualquier cosa que haya visto hasta ahora, nuestro héroe debía volver a su hogar como diera lugar.

Yu-Gi-Oh!: Lincoln, el más grande duelistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora