En las profundidades de la tierra, viendo impaciente a lo que sería su futura conquista, el rey Fallen Cross acompañado del sumo sacerdote Vetray-Oll, maquinaba en contra del mundo
-por fin llegó el momento, no mas espera, no mas esbirros inútiles, llego la hora de que o mismo ponga fin a esta isla, y levante de nuevo a mi palacio- anhelaba el rey con su lugar en el trono
-por mi parte estoy listo para lo que usted ordene, su alteza, y estoy seguro que el príncipe también lo esta- decía de rodillas el deforme portador del sello de la mentira
-para mi ya no es necesario, no los necesito, me basta con tener a esa maldita rastrera miserable que es mi esposa-
-¿de que habla, mi rey?- pregunta el sumo sacerdota
-¿Por qué crees que la deje vivir?, ella es una hechicera única en su tipo, y usare su magia para dar inicio a mi arma definitiva, lo llamo el núcleo de la oscuridad, una fuente de energía tan grande, que levantara mi palacio hasta el espacio, destruyendo todo a su paso, y al final detonara, destruyendo este planeta-
-eso suena glorioso, su alteza- expreso el sumo sacerdote
-lo es, vamos con mi esposa- de inmediato el rey y su sirviente se dirigieron al calabozo de inmediato, en cualquier momento, su arma final estaría lista, un golpe definitivo que acabaría con la vida del planeta tierra se encontraba en una celda encadenada, pero más sin embargo, la puerta del calabozo estaba abierta y cada una de las celdas estaban vacías, la prisionera no estaba ahí, entonces todo era claro, el ultimo general que quedaba en su ejército lo traicionaba.
En la academia del duelo una terrible y trágica noticia había llegado, el director Sheppard había desplazado al equipo de seguridad de la academia a buscar al joven Light Imperius, por desgracia esta no era una búsqueda de rescate, Lincoln informo exactamente de la situación que había sucedido, en una camilla, llevaban a un cuerpo sin vida, el señor Maximillion Pegasus fue el primero en llegar a verlo, y dio la confirmación, ese cadáver era Light Imperius
-Light... te merecías algo mejor- dijo el millonario
-asi es papá- responde Lincoln- fue un temible enemigo, un poderoso aliado y al final, un gran amigo-
Uno a uno, quienes lo conocieron se despidieron del muchacho, alguien que nunca perteneció a ningún lugar, ahora su cuerpo en motivo de honor seria mandado a ser incinerado, y sus seis esparcidas en el mar de la academia que el murió defendiendo
Ahora cuando llegaría el final de esta agonía y sufrimiento para la gente de la academia, mas sin embargo, para la gente del lugar el final estaba cerca, por desgracia no era el final que esperaban, en el bosque alguien se acercaba al edificio principal, el general Smiling Cross con la ex reina Iron Cross,
-debemos llegar a la academia cuanto antes- le decía el general a la mujer
-pones en riesgo mucho por mi- le responde la ex reina- no lo merezco-
-lo único que importa es dejarla a usted en un lugar seguro, si lo que me dijo es verdad, debemos mantenerla lo mas lejos posible de Fallen Cross, es lo menos que puedo hacer para honrar la muerte de mis amigos-
Pero de repente un enorme grito resonó en toda la isla, era a voz de Fallen Cross
-¡WARA-SEI!, ¡YA ME DI CUENTA DE TU TRAICIÓN!, ¡NO TIENES A DONDE HUIR!, ¡SI NO DEVUELTA AL PALACIO!, ¡ME PERTENECES!, ¡NO SEAS NECIO!, ¡TRÁEME A MI MUJER DE REGRESO!, ¡ESTOY DISPUESTO A DARTE MI PERDÓN!- pero ante el llamado no hubo respuesta alguno, por ende el rey asigno una nueva misión a su hijo – encuéntralo, y encárgate de que pague por su desobediencia-
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Yu-Gi-Oh!: Lincoln, el más grande duelista
FanfictionTras recibir el peor de los maltratos y ser victima de un trágico accidente, Lincoln es despojado de sus recuerdos, dejando atrás lo que fue, una nueva luz emerge para guiarlo en un nuevo y desconocido destino lleno de poderosos aliados y temibles e...