Capítulo 80: una nueva vida

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Caminando en medio del desierto de Australia una misteriosa figura de dorada armadura se deja entrever caminando sin destino aparente, sin más seguía su camino y con su andar toda forma de vida huía de el sin pensarlo dos veces, este misterioso ser quien portaba un rostro casi como si de una maquina se tratase se detuvo por un minuto analizo su acción

-una vez más esto se repetirá- murmuro el misterioso ser- este planeta será la puerta por la cual, ellos, atravesara, devorando toda la luz en este universo- así con todas sus fuerzas ese ser enterró una espada en el suelo provocando un gran temblor – la primera de siete ha sido colocada, dentro de poco, ustedes siete despertaran, y unificaremos este universo a nuestra causa, luego... podremos dar el golpe de gracia... los veré pronto hermanos-

Lejos de ese lugar un chico de blanco cabello se estaba dando una refrescante ducha mañanera en ese gran y elegante baño de su cuarto, ya listo salió de la regadera y se colocó la toalla para secarse y cubrir su cuerpo bajo, después de varios mese...

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Lejos de ese lugar un chico de blanco cabello se estaba dando una refrescante ducha mañanera en ese gran y elegante baño de su cuarto, ya listo salió de la regadera y se colocó la toalla para secarse y cubrir su cuerpo bajo, después de varios meses por fin podría volver a vestir su uniforme de maestro en la academia del duelo, la nueva academia de duelo de la recién inaugurada Ciudad Batallas, mientras seguía vistiéndose el chico se vio al espejo de su habitación cuando alguien comenzó a hablarle

-te vez sumamente animado, mi joven amigo- era el espíritu de Luminus manifestándose una vez mas

-¡¿Luminus?!- pronuncio Lincoln con emoción pues desde la destrucción de la academia del duelo, Luminus había estado callado hasta este momento - ¡no sabes la alegría que me da oírte de nuevo!, ¿Por qué no hablaste en todo este tiempo?-

-perdóname, quería dejarte de molestar por un tiempo, ya te causé bastantes problemas con lo de la última vez, y claramente se ven los estragos que cause en tu cuerpo- decía el espíritu en la cabeza de Lincoln con un claro tono de culpa

-solo fueron unas semanas de estar en silla de ruedas y ahora solo necesito usar bastón, no es tan grave- decía el chico sin preocupación alguna

-aun así, eso no cambia nada, pásate todo eso por mi culpa- rea firma el ser

-Luminus, de no ser por ti, jamás hubiese vencido a Fallen Cross, ¿ya olvidaste de quien fue el que le dio el golpe de gracia?, y no dudo que fue gracias a ti que me convertí en eso, hablando de eso, ¿Qué fue eso?, las alas, el poder, ¿todo eso de dónde vino?- preguntaba el joven emocionado

-toda tu baraja y yo canalizamos nuestro poder a través de ti, te dimos toda nuestra energía para que pudieras acabar con Fallen Cross, tu cuerpo se transformó para poder resistir nuestro poder, eras la encarnación física de lo que representamos, la unión física de la luz con la oscuridad, pero por desgracia fue demasiado para ti, terminaste al borde del agotamiento, y yo prometí mantenerte a salvo de todo peligro, incluso si ese peligro soy yo mismo, evitare a toda costa que eso no vuelva a suceder-

-ya te dije que estoy bien- reafirma el muchacho

-estas bien luego de casi tres semanas en coma, terapias físicas y tener problemas en tu movilidad al andar te parece bien, pues de acuerdo, estas bien- repetía Luminus reafirmando su punto

Yu-Gi-Oh!: Lincoln, el más grande duelistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora