Yu-Gi-Oh!: Lincoln, el más grande duelista

Capítulo 63: la mentira encarnada

En una hermosa y fresca noche en la academia de duelo, un aire de paz y tranquilidad se respiraba de nueva cuenta, los malévolos miembros del Cross Army había sido frenados de nueva cuenta, con los tres generales caídos Lincoln y sus hermanas podían darse un respiro como nunca antes, el chico reposa en su cuarto cuando una visita llego, era Leni quien venía a agradecerle por la cae le habían regalado

-¡en verdad gracias Lincky!- exclamaba la chica con emoción que al apenas entrar salto a la cama para abrazar a su amado hermano

-no me agradezcas Leni- le responde el albino- en todo caso, soy yo quien te debe dar las gracias, fuiste u sin la ayuda de nadie mas quien derroto a ese general, nos salvaste a todos-

-lo se pero... principalmente... estoy feliz de que tu estés bien- con esto la chica acerca sus labios a los de Lincoln y tiernamente comparten un tierno beso -¿te sientes bien para cenar con nosotros?- preguntaba la chica

-claro y después quisiera salir a dar un paseo- apoyado por leni el chico salió de su cuarto hasta el comedor del dormitorio azul donde Pegasus y las demás hermanas Loud los esperaban, compartiendo un bello momento en familia lleno de paz y armonía ignoraban que algo maligno estaba sucediendo en las profundidades

El príncipe Arkt-Lias, por tercera vez había fracasado en la destrucción del su enemigo, el solo desaba desatar su potencial al máximo y acabar con todos los seres que tanto odiaba, pro su madre, ella quien le entrego el sello de la claridad, se negaba a una victoria sin honor; lleno de odio y frustración el príncipe se vio forzado a replantear su estrategia

-Malditos sean, los maldigo seres humanos... te maldigo... ¡Portador de Luminus!- exclamo fuertemente el príncipe llamando la atención del ciegamente leal sumo sacerdote

-¿Qué te acongoja?, mi príncipe- pero en respuesta el manco solo recibió una bofetada en su pútrido y horrendo hocico

-tu ya lo sabes, mi padre exige que le devuelva su forma física, pero mi madre interrumpe la manera mas testaruda de hacerlo, ya no tengo generales, y aunque cree mas, el portador de Luminus eventualmente los eliminara-

-pues talvez... no necesitamos a un general- opino Vetray-Oll de modo pensativo

-¿Qué estupidez estas hablando ahora?- pregunta Arkt-Lias- ¿acaso quieres ir tu a combatir?, no eres mas que un pútrido y mal oliente cadáver, lo único que el sello de la mentira te permite es crear ilusiones de arena, nada mas-

-no señor, pero solo imaginaba que... usted tiene el poder de Cilatea, talvez pueda crear un espíritu para que yo tome posesión de alguien y darle el sello de la mentira, de ese modo recolectaremos energía para tu padre- exponía el sumo sacerdote dejando pensativo al príncipe

-creo que por primera vez has dicho algo coherente-

Mientras tanto en la superficie el peliblanco disfrutaba de un paseo nocturno acompañado de su familia, viendo el manto celestial en toda su gloria, bañado por estrellas y siendo coronado por ese hermoso satélite llamado luna, la noche era perfecta

-bueno muchachos me tengo que retirar a mis aposentos- dijo Pegasus – mañana temprano llevare en el helicóptero a Sam y a Carol de regreso a Royal Woods-

-de acuerdo papá, descansa- despidió Lincoln a su padre

-yo también descansare un rato- siguió Lori

-yo igual, debo tener como un mínimo nueve horas de sueño para mantener este rostro impecable- expresa Lola, vanidosa como de costumbre

-yo igual me retirare a repasar jugadas eficaces con mis Chemicritters, les deseo un estado de reposo placentero- expone Lisa saliendo del Lugar