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Mi madre se había convertido en uno de ellos y se abalanzó sobre mí.

Me quedé inmóvil mientras dejaba que me atacara, solo escuché un silencio profundo mientras las lágrimas comenzaron a salir.

En pocos segundos escuché la voz de Erick, quien me llamaba por mi nombre —¡CLARÍS!— gritaba mi nombre mientras me sacudía y me miraba con preocupación.
Cuando volví a la normalidad vi las lágrimas que escurrían de sus ojos, me dejé caer en el suelo y me tomé la cabeza —Mamá— susurré mientras me desplomé a llorar.

—Clarís, no llores— Erick se sentó en el suelo y me abrazó —Todo estará bien.
—No, nada va a estar bien ¡MI MADRE SE CONVIRTIÓ EN UNO DE ELLOS!— grité y lo alejé de mí. Me levanté y lo miré —Vámonos— di la vuelta y bajé las escaleras.

—Pero, ¿qué pasara con tu madre?— comenzó a caminar detrás de mí —¿qué pasará si tu familia regresa y no te encuentra?

Me detuve y me volví a él —Mi madre ya no es humana y no sé si los demás sigan con vida— comencé a llorar —deja de pensar en mi por un minuto y piensa en ti, en tu madre y que tienes que ir con ella— di la vuelta, abrí la puerta y salí de la casa.

—Clarís, espera— me alcanzó y me tomó del brazo —si iremos al refugio, tienes que llevar ropa y cosas necesarias— sonrió —regresemos adentro.

Lo abracé y me desplomé a llorar de nuevo —Juro que los mataré a todos y cada uno de ellos, sin importarme quienes sean—. Me solté de él y regresé a la casa —Pasaremos la noche aquí— subí de nuevo las escaleras —Puedes dormir en la habitación de mis hermanos— abrí la puerta mostrándole donde dormiría.

—¿Y tu dónde dormirás?— ambos entramos a la habitación.

—En la mía, claro está— me dirigí al baño y abrí la puerta —puedes tomar una ducha si quieres— me dirigí a la puerta —iré a ducharme y luego bajaré a preparar la cena.

—Clarís— me detuvo —¿Puedo ver tu habitación?— preguntó sonriendo.

—Obvio no— cerré la puerta y me dirigí a mi habitación. Entré y me encerré, luego fui a bañarme y me cambié por una ropa cómoda.

Bajé a la cocina y busqué un poco de comida en el refrigerador y la alacena. Encontré unas sopas instantáneas y las preparé, luego subí las escaleras y fui a la habitación de mis hermanos, toqué la puerta y pocos segundos después, él la abrió —¿Qué sucede?— su cabello estaba mojado y se había cambiado la ropa.

—La cena está lista, baja o se enfriará— me di la vuelta y él caminó detrás de mí.

—¿Qué cenaremos?— preguntó.

—Solo encontré unas sopas instantáneas, eso cenaremos— llegamos a la cocina y serví las sopas en unos platos redondos.

—Cualquier cosa que prepares esta deliciosa— lo ignoré y comencé a comer. Al terminar de cenar, él fue a la sala y encendió la televisión —Veré si hay algo, tal vez den noticias de donde está el refugio— comenzó a cambiar de canales, pero no consiguió encontrar uno que emitiera señal.

—Iré a dormir, Erick y será mejor que tú también. Mañana saldremos temprano— subí de nuevo las escaleras y fui a dormir.

A la mañana siguiente, mi despertador sonó a la misma hora que siempre y por un instante me sentí fuera de la realidad en la que ahora vivíamos —mmm, déjame dormir— apague el despertador y me di la vuelta en dirección a la ventana.

Escuche el irritante ruido que emitía mi madre y también como golpeaba su cuerpo contra la pared. Recordé que el maldito mundo había cambiado y que ahora necesitaba encontrar a mi padre y a mis hermanos.

Me levanté y alisté todas mis cosas, puse un poco de ropa dentro de una de mis mochilas y salí de mi habitación —Erick, es hora de irnos— toqué la puerta un par de veces y bajé a la sala a esperarlo.
La televisión seguía prendida y de pronto uno de los tantos canales comenzó a emitir un video borroso —Este es un comunicado a nivel mundial— la primera frase se repitió múltiples veces.
En menos de lo que me di cuenta Erick ya se encontraba al lado de mi —Buenos días caracol.

—Guarda silencio— subí el volumen a la televisión.

—ESTE ES UN COMUNICADO A NIVEL MUNDIAL. EL VIRUS Z SE HA ESPARCIDO POR TODO EL MUNDO. LA OMS LO HA DECLARADO ASÍ POR SU RÁPIDO CONTAGIO. LE PEDIMOS A LOS SOBREVIVIENTES QUE ACUDA AL CENTRO DE INTERNAMIENTO MÁS CERCANO. CABE ACLARAR QUE LOS INFECTADOS HAN DEJADO DE SER HUMANOS Y LAMENTAMOS INFORMAR QUE NO EXISTE CURA A ESTE VIRUS. LA FORMA MÁS FÁCIL DE ACABAR CON LOS INFECTADOS ES PERFORANDO SU CRÁNEO Y EXPONIENDO SU CEREBRO AL AIRE, ASÍ, ESAS COSAS DEJARAN DE MOVERSE— se terminó y unos segundos después volvió a comenzar —ESTE ES UN COMÚN…

Apagué la televisión y me puse de pie, baje al sótano y busque la revolver que mi padre escondía. La encontré y la tomé en mis manos, sin pensarlo dos veces me dispuse a acabar con el sufrimiento de mi madre.

Subí con el arma en mi mano y Erick me detuvo —¡DETENTE, NO LO HAGAS!— me tomó de los brazos e impidió que siguiera caminando —Tal vez se equivocaron y cabe la posibilidad de que exista alguna cura— contengo las lágrimas y lo miro —tu madre se salvará.

Dejé salir un par de lágrimas y me solté de él —Ya lo decidí, ellos no mienten— caminé hasta las escaleras —Tengo que ayudar a mi madre y esta es la mejor forma de hacerlo.

Subí y abrí la puerta de su habitación, tomé el arma con mis dos manos y apunté a su cabeza. Tomé el gatillo y jalé de el. La bala salió disparada y estampó contra el cráneo de mi madre.

Tenía que resignarme a que no volvería a verla nunca más y entre lágrimas fui directo a donde su cuerpo había caído, lo abrace y comencé a llorar desesperadamente.

NACIÓN Z      [EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora