029

11 1 0
                                    

El tiempo pasó casi corriendo, en poco tiempo los experimentos del grupo H se acoplaron a Pandora.

Con ellos de su lado les era más fácil salir e ir por suministros. Todo era armonía, la vida seguía su curso, el mundo aprobaba que Pandora era El Fuerte más poderoso jamás creado.

Aunque el peligro siempre está al asecho. Siempre habrá algo que estropee las cosas y es que Brian, logró encontrarlos.

-Buenos días- saludo Ron a Alan.

-Hola- este sonrió y fue a su puesto en el hospital.

La rutina comenzó para ambos. Y, al final del día, ambos tomaron rumbo a sus casas.

Alan estaba furioso. Su padre y Erick le habían prohibido salir. Él era el principal objetivo de Brian y allá afuera era un blanco fácil de cazar.

Alan estaba harto de todo eso, su padre y hermano si podían salir, pero él tenía que permanecer en casa, haciendo la misma rutina de siempre.

Al llegar a su casa, abrió la puerta y entró, después dio un suspiro y desanimado subió a su habitación y fue a encerrarse.

Mientras caminaba se quitaba los zapatos y su chaqueta, arrojo todo al suelo y se arrojó a su cama. Se acomodó y sacó la navaja que tenía en el buró al lado de la cama.

Estiró su mano al techo y comenzó a hacer cortes profundos, mismos que sanaban rápidamente.

Volvió a suspirar y aventó la navaja lejos -¿Por qué soy así?- se cuestionó.

No había respuesta a eso, pero tenía que estar seguro que ese poder ayudaría en el futuro. Protegería a los suyos.

Dejó de pensar y se acomodó en la cama, cerró los ojos y se puso a dormir.

A la mañana siguiente, se levantó muy temprano y se alistó para comenzar con su aburrida rutina.

Llegó al hospital y salido a los que se encontraban en la recepción, se dirigió a su puesto y espero impaciente a que la persona que lo sacaba de su aburrida rutina, llegara. Cuando Ron llegó, saludo a Alan y este devolvió el saludo con una sonrisa.

Después su rutina comenzó y ambos permanecieron en sus puestos. Atendiendo a los pacientes que llegaban por alguna lesión menor o por algún malestar en su cuerpo.

Al atardecer, la gente comenzó s alborotarse, formando un bullicio fiera del hospital. Algunos corrían, apresurados para que no lograran lastimarlos.

Ron y Alan salieron a ver que sucedía y Alan logró ver que un escuadrón del ejército del grupo H se había infiltrado al enorme lugar.

-Busquen a los experimentos- ordenó el que parecía ser el líder.

Alan tomó la mano de Ron y comenzó a caminar con él hasta alejarse de ahí - Ven conmigo- susurró cambiando rápidamente. Alan debía protegerlo, sabía que el loco científico se encontraba ahí y que había venido por él. Entonces debía mantener a salvo a Ron y después entregarse.

(...)

CLARIS

-Por fin encontré a tus hijos- dijo Brian.

-¿Qué?- cuestione mirándolo -Eso es imposible, ellos no están en este país, me encargué de llevarlo muy lejos de ti- mire intimidante.

El solo rió -Creí tu mentira, sabes- me miró y soltó un golpe -movilicé a mi ejército por los alrededores, lejos. Pero resulta que estuvieron escondidos todo este tiempo en Pandora.

Mi cara se llenó de frustración ¿Cómo es que el sabia sobre Pandora? ¿Cómo es que los había encontrado?

-¿Qué te hace pensar qué están ahí?- pregunte, con la preocupación al filo -Ni siquiera conozco ese lugar.

-Ya para de mentir- tomó mi cabello y tiro de él -Mi informante me contó todo. Valla que te creí mas inteligente- me soltó y se giró -Desátenla- comenzó a caminar y sus hombres asintieron.

Uno de ellos me cubrió la boca con un bozal para que no pudiera infectarlos, otro mas desató las cadenas que me impedían la libertad y el tercero me sujeto y me hizo ponerme de pie. Después me llevaron a rastras hasta salir de la celda y me hicieron seguir al estúpido científico.

Después de haberme ido de Pandora, comencé a darles ubicaciones erróneas para que demoraran más tiempo en encontrarlos. Huí y huí, pero en un error mío, él logro encontrarme. Recibí un castigo y después permanecí prisionera.

Él me pidió la ubicación de mis hijos y los otros, pero le mentí diciendo que los había llevado muy lejos de él. Que nunca volvería a verlos.

Claro que creo a más cómo yo, pero eran defectuosos. No, uno no. Su creación más letal, incluso más poderoso que yo.

No me dio ni siquiera la oportunidad de poder vencerlo. Él era más veloz, más fuerte, más preciso e incluso más letal que yo.

Nadie podía hacerle frente. Ahora que había encontrado a mis hijos, los traería de vuelta y nadie los salvaría de él.

Caminamos hasta salir de las instalaciones y una vez ahí ordenó a su ejército para que se alistara -Por fin cumpliré mis metas- se acercó a mi -Las metas que me impediste cumplir en el pasado están a un paso de cumplirse.

Yo solo forcejeé, no quería que él fuera por mis hijos, no quería que los encontrara. Que los arrebatara de su armónico lugar. Que los trajera de vuelta a este sofocante lugar.

Sus hombres me metieron al auto y cuando todos se encontraron listos, emprendieron su camino en dirección a Pandora.

El experimento que me reemplazó subió al mismo auto que yo, sentándose al lado mío. -Que ingenia- dijo el hombre, mientras me miraba con superioridad. Yo solo lo mire desafiante. -¿Creíste que el doctor Brian no podría encontrar a tus hijos?- cuestionó.

-No es asunto de tu incumbencia, lacayo- dije furiosa.

El solo me tomó del cabello y tiro de el -¿Qué dijiste, abuela?- pregunto muy cerca de mi oído.

-No fijas que no lo sabes- lo mire con una sonrisa -El loco solo te quiere por lo que puedes hacer- me solté de su agarre -¿no te has dado cuenta que hasta ahora solo haz sido su juguete? ¿Prendes fingir que no lo sabes? Brian solo te usará y después te desechará una vez obtenga lo que quiere.

Él rió -Si que eres graciosa- miró hacia el frente y esperó impaciente a que llegáramos a su destino.

Cuando lo hicimos él fue el primero en bajar y tomó su arma, misma que utilizó para matar a los hombres que vigilaban en las garitas de la entrada.

Así, el acceso a Pandora era completamente suyo y pudo entrar fácilmente, ahora solo quedaba encontrar a mi hijo entre la multitud de gente que ahí vivía.

NACIÓN Z      [EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora