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El hombre cargó el cuerpo de Alan y trató de llevarlo de regreso a donde Brian se encontraba, pero Ron lo detuvo.


-No- dijo -no permitiré que te lo lleves- se paró frente a él y miró desafiante.


El hombre rio -¿Qué puedes hacer tu contra mi?- preguntó -Tú un humano insignificante.


-Tendrás que matarme si quieres llevártelo- saco su arma y apuntó.


La risa del hombre se intensificó, Ron disparo y la bala perforó su pecho, pero este no mostró señales de dolor. El hombre dejó de reír y dejó caer el cuerpo de Alan, después caminó rápidamente a donde Ron se encontraba, este volvió a disparar, pero no hubo efecto en él.


El hombre lo tomó del cuello y lo levantó. -Nadie puede vencerme- susurró cerca de su oído. Siguió asfixiando hasta que Ron perdió la noción de si.


Lo dejó caer y volvió por el cuerpo de Alan, lo cargó y, ahora sin impedimento, se fue hacia donde su líder se encontraba. Llevando consigo, también el cuerpo de Ron.


-Listo, señor- arrojó a Alan en el suelo y luego el de Ron.


-Bien- Brian se acercó y lo miró detenidamente. -Tráelos hacía aquí- se giró y comenzó a caminar, en dirección a donde se encontraba Erick y el resto. -Muy bien, señores- habló una vez estuvieron dentro de la enorme casa -el juego está por comenzar- sonrió y fue a sentarse al enorme sofá.


Ahí también se encontraban la hija de Erick y su esposa, ambas atadas al lado del hombre. Brian esperó impaciente a que Alan recuperara el conocimiento y una vez lo hizo este comenzó a forcejear para poder liberarse.


Brian se puso de pie y caminó a donde Alan se encontraba. Alan solo lo miró con temor, sabía que él lo obligaría a hacer cosas en contra de su voluntad.


-Me alegra que ya estés aquí- sonrió y se sentó en cuclillas para mirarlo detenidamente -En serio que tú y tú madre son idiotas. Intentaron huir de mi, no pueden huir de mi. Ahora las consecuencias son estas.


-Ron- lo llamó, pero este se encontraba inconsciente. Después miró al hombre que lo había llevado ahí -¿Qué le hiciste?


-El muy ingenuo quiso matarme- rio -¿Quién se cree para hacerlo?- lo miró -Pero nuestro señor tiene planes mejores que la muerte para él- sonrió.


Alan comenzó a forcejear, pero no tenía la fuerza suficiente para poder liberarse, aún se encontraba desorientado, su cabeza daba vueltas y cuando hacía fuerza su vista se nublaba.


Dejó de forcejear y no despegó su vista del hombre. El lo mataría en la primera oportunidad que tuviera.


-Bien- habló Brian -Ahora me darás tus células madre- tomó una jeringa y sacó sangre.


Si bien, las células madre de Claris eran modificables para crear a más infectados que no perdieran la razón, con ellas Brian creó a los experimentos uno dos y cinco, pero solo podía modificar a cualquiera que fuera compatible con Clarís, en cambio, las células de Alan eran compatibles con cualquiera.


Con las células de Alan podría crear un enorme ejército y, ahora si, sería el hombre más poderoso e invencible de todos. Con todo ese poder en sus manos, su propósito inicial se cumpliría.


Alan solo miró como el hombre se llevaba la muestra de su sangre. -Trae al muchacho- ordenó y su subordinado obedeció, después fue a traer el cuerpo de Ron y lo cargó.


-¡Suéltalo!- dijo Alan enfurecido -No te atrevas a hacerle daño.


A pesar de sus palabras, el hombre no hizo caso y se llevó a Ron hacia la misma dirección a la que Brian había ido.


-Quiero que te encargues de todo aquí- ordenó Brian a uno de sus subordinados -Volveré al grupo H para crear el medicamento, encárgate de la entrada y de los infectados que entraron- subió a su auto -Cuando vuelva quiero que este lugar esté funcionando correctamente.


-Si, señor- el hombre asintió y cerró la puerta del auto en el que Brian había entrado, golpeó dos veces y el auto comenzó a caminar.


Después, el experimento subió a la parte trasera de la camioneta junto a Ron y así, se marcharon al grupo H. Ahí el loco comenzó a hacerle las modificaciones necesarias a su cuerpo para volverlo un hombre perfecto.


Mientras tanto, en Pandora, sus hombres se encontraban arreglando la enorme puerta y deshaciéndose de los infectados que habían podido entrar.


Cuando la limpieza estuvo completa, obligaron a los habitantes a salir y a reunirse en el lugar que se encontraba la enorme estatua de Clarís.


-Estimados habitantes- habló el hombre que se había quedado a cargo -A partir de ahora, Pandora pertenece al grupo H y ustedes se han convertido en fieles súbditos de su nuevo señor.- dijo -A partir de ahora, ustedes se encargarán del sustento alimenticio del grupo H, así que ¡A TRABAJAR!- gritó y en seguida el resto de soldados comenzaron a evacuarlos hacia los invernaderos en los que probablemente se convertirían en esclavos que trabajarían sin descanso día y noche.


En los invernaderos, se encontraba Clarís, recuperándose de la herida que el experimento le había hecho. Recordando cosas de su niñez que, con el tiempo había olvidado.


Cuando su herida se encontraba completamente recuperada, se puso de pie y en estado neutro, se encaminó hacia la casa de Erick, deshaciéndose de cualquiera que se interponía en su camino.


Una vez llegó, los liberó y salió de la casa, esa Clarís no era Clarís en ese entonces. Su mente estaba reteniendo choques de recuerdos que se amontonaban en su memoria. Ella tenía claro un solo objetivo y ese era terminar con su creador y todo el caos que había hecho.


NACIÓN Z      [EDITADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora