Capítulo Diecinueve

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It's always half and never whole, you' ve begun to feel like home. But what's mine is yours to live or take, what's mine is yours to make your own (Look After You - The Fray)

Junio

Antes de salir de casa, cogí una chaqueta por si esa noche refrescaba. Era junio, pero nunca se sabía.

Por fin íbamos a celebrar mi cumpleaños.

Había terminado el primer curso de universidad con buenas notas y había que celebrarlo. Como por los exámenes nunca habíamos llegado a celebrar mi cumple, decidimos celebrar las dos cosas a la vez. Un dos por uno.

Incluso me puse el mismo vestido.

Fui al parque que tantas veces había visitado después de ese día. Ya fuera sola o con Ian.

Lo único que había cambiado era el horario. No íbamos cada mañana, sino algunas tardes. Nuestra amistad no era igual que la de verano, pero lo intentábamos.

Pasábamos tardes riendo en el banco. Cuando Brianna y Oliver se unían comprábamos Cheetos y hablábamos de cualquier cosa por horas.

Notaba cierto resquemor por parte de Bri hacia Ian, pero no le di mucha importancia.

En el parque, me quité los auriculares y observé a mi alrededor. Estaba anocheciendo.

Divisé la figura de Oliver viniendo hacia mí, dando saltitos felizmente, con su hermana al lado. Podía escucharla regañándolo desde mi lugar.

Solo íbamos nosotros. No habíamos dicho nada a Ian, ni siquiera sabía por qué. Bri insistió en celebrarlo tal y como lo habríamos hecho ese día. Y eso significaba que Ian no venía.

Aunque yo lo quería ahí, más que nada en el mundo. Sentía presión en el pecho cuando estaba lejos. La misma que había sentido durante los primeros meses que no se dignó en buscarme.

Durante los dos minutos que Oliver y Bri tardaron en llegar a mi lado, observé a una pareja en un banco.

No veía la cara de ninguno, pero parecían estar teniendo una conversación bastante interesante.

Hubo un momento en el que la chica se agachó para recoger algo del suelo y tuve que fingir que miraba muy interesantemente mis zapatos para que no se diera cuenta de que los estaba observando.

Justo cuando vi que Oliver estaba a punto de llegar hacia mí, la chica se fue y el chico se levantó del banco.

Nada más por el movimiento que hizo al ponerse de pie, supe que era Ian.

Mi mirada fue de Oliver a Ian.

—Vaya, Hera. Qué casualidad. —Dijo con una sonrisa. Tenía las mejillas sonrosadas

—Ian. ¿Quién era la chica? —Dije sonriendo. Por alguna razón me ardía el estómago. No sabía por qué. Tal vez, porque lo primero que había pensado al verlos era que eran pareja. Y a mí me gustaba demasiado Ian como para aceptar que a él pudiera gustarle otra persona. Quizás era egoísta, porque ni él ni siquiera sabía lo que sentía por él, pero era así. No podía evitarlo. Y lo odiaba. Odiaba no poder llevar la situación.

Aun así, si era algo más que una amiga, me guardaría los celos en cualquier lado y sería feliz por él.

El amor se trata de ser feliz por el otro. No siempre se trata de ser feliz con el otro.

—Una exnovia de Robert. Me ha dejado el trabajo sucio y he tenido que traerle unas cosas que se dejó en casa.

—Pero si no llevaba nada. —Fruncí el ceño, incrédula.

RecuerdoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora