01.- Acuario

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 1088.

01.- Acuario

El reflejo azulado sobre la piel de Rose hizo sonreír a Juleka. Cuando AURORA les sugirió la idea de grabar el videoclip del nuevo single en el acuario le pareció absurdo, como si aún los considerasen unos críos a pesar de que el más joven de ellos ya había cumplido los veinticuatro. Sin embargo, ahora, le parecía una idea extraordinaria.

Rose parecía una chiquilla sonriendo, con las manos pegadas a los cristales mirando los peces nadar, como si fuera lo más alucinante del mundo y no lo hubiera visto antes. Adoraba a Rose por conservar toda aquella inocencia intacta.

Juleka miró de reojo a su hermano que hablaba animado con Adrien. Sabía que había ocurrido algo más a parte de la caída de Gabriel Agreste, el gran villano Hawk Moth, aunque no el qué. Adrien había enterrado su rivalidad con Luka por Marinette, a pesar de que era evidente de que aún estaba enamorado de ella. Se habían hecho casi inseparables y eso le molestaba, un poco.

—Mira, mira, Juls ¡es enorme! —exclamó Rose.

Se olvidó de su hermano, de Adrien y del videoclip y se acercó a su emocionada novia para contemplar un pez.

—Muy bien, esto es lo que he pensado —habló el director logrando que Rose se despegase del tanque de agua y los peces—: os filmaremos bajo el puente de cristal con los tiburones pasando por encima vuestro mientras tocáis, bueno, hacéis como que tocáis, no vamos a perturbar la paz de los peces.

»Tomaremos varios planos entre tomas, es decir, que os grabaremos en los descansos para darle un toque diferente y menos formal. Sed naturales.

Rose alzó la mano como si aún estuvieran en el instituto.

—¿Nos vais a grabar todo el rato?

—Sólo mientras estéis por aquí, no os vamos a seguir.

—¿Tenemos que llevar las máscaras puestas? —inquirió Adrien.

—Lo que prefiráis —contestó el director.

—Ahora que ya conocen nuestras caras no importa si nos graban sin máscaras —intervino Luka.

—Sed naturales, eso es lo único que debe importaros —añadió AURORA—. Nos enseñaran las escenas seleccionadas antes del montaje final. Si hay algo que no os guste no saldrá.

—Si está todo entendido, empecemos.

Los miembros de Kitty Section se situaron bajo el arco de cristal, con los peces y los tiburones pasándoles por encima, fingieron tocar al ritmo de la música que se reproducía en los auriculares que llevaban puestos. Se habían acostumbrado a fingir que tocaban para otros videoclips, aunque Kitty Section siempre tocaba en directo, respetar los lugares en los que se grababa era importante, sobre todo en uno como ese.

Los grabaron en conjunto, por separado, con los instrumentos, sin ellos. Hicieron un par de pausas durante las que ni siquiera fueron conscientes de que seguían grabándoles, riendo, charlando, relajados.

AURORA se mantuvo apartada de ellos, pero vigilante. AURORA seguía cuidando de ellos como el primer día, habían ido renovando su contrato, porque estaban contentos con ella, con el modo en el que llevaba su carrera y lo sincera que era siempre. También porque sabían que nunca encontrarían a otra mánager mejor. Por eso, si AURORA, confiaba en aquella gente, ellos también lo hacían.

La mánager intercambió algunas palabras con el equipo de rodaje y después salió con ellos a la calle.

—¿Os lo habéis pasado bien?

—Ha sido muy divertido —canturreó Rose alegre.

—¿Por qué un acuario? —preguntó Adrien—. No es el tipo de sitio que alguien pudiera relacionar con nosotros.

—Por eso mismo.

Adrien seguía atrapado en aquella exasperante rigidez de miras, al menos se dejaba llevar por el entusiasmo de los demás y no daba problemas, aún y así, era difícil sacarle de su zona de confort.

—¿No es un poco infantil?

—Por favor, Agreste —murmuró AURORA—. ¿Cuándo os he fallado? ¿Y bien? ¿Cuándo? ¿No hay respuesta? Perfecto. Os dejo, tengo más trabajo que hacer.

—¡Quedará genial! —exclamó Rose emocionada.

—No lo sé, lo del acuario sigue pareciéndome raro.

—Tendremos que esperar a ver el resultado —intervino Luka—, aunque te entiendo, Adrien.

—A Marinette le habría encantado estar aquí —susurró Rose.

—Estoy seguro.

—Oye, ¿cómo le va por Nueva York? —inquirió Iván.

Luka exhaló un suspiro. A Marinette le habían ofrecido hacer un curso de moda de tres meses en Nueva York, ya sólo quedaban quince días para que volviera, pero había sido demasiado complicado. Sus horarios eran incompatibles, la diferencia horaria era un infierno y los únicos ratos en los que podían hablar saltaba una alerta akuma y el deber les reclamaba.

—Bien, pronto estará de vuelta.

—Seguro que se muere de ganas de volver a estar aquí —musitó el batería—. Aunque vivir en Nueva York debe de ser una pasada. Yo me quedaría allí.

—Sólo es una ciudad — declaró Adrien rascándose la nuca—. Marinette no necesita estar en Nueva York para hacer un trabajo increíble.

«Será una experiencia increíble. Creo que me irá bien, ¿a ti te parece bien?» la voz de Marinette resonó en su cabeza evocando aquella conversación previa a su marcha; a Luka le había molestado que, de un modo indirecto, le hubiera pedido permiso para ir, como si él tuviera algún tipo de poder sobre ella o derecho a decidir qué hacía y qué no. La había animado a ir, sabiendo que sería complicado, pero deseando de verdad que aquella oportunidad cerrase al fin la herida de la caída de Gabriel Agreste tras saberse que era Hawk Moth.

—Dejad de deprimir a mi hermano —protestó Juleka—. Le necesitamos para componer temas decentes.

Luka soltó una carcajada.

—No estoy deprimido, sólo la echo de menos.

—Pues eso que tocabas anoche en casa de mamá sonaba deprimente —continuó Juleka—. Así que...

—Juls, en serio, deja el tema.

—¿Por qué no vamos a la crepería de Sabrina? —sugirió Rose para aliviar el momento tenso—. Me muero de hambre.

Sólo estaban a un par de manzanas del local de Sabrina, nadie había esperado que acabase alejándose de Chloé y montando algo por su cuenta, aún menos que fuese una creparía. Sin embargo, se había convertido en el punto de reunión preferido para el grupo para relajarse.

—Muy bien —musitó Luka—, así podemos hablar de algunas cosas.

Cuando Luka decía que tenían que hablar de algunas cosas, casi cundía el pánico. Por todos era sabido que recibía ofertas a diario de otros grupos, incluso que le habían ofrecido debutar como solista ahora que también cantaba en algunos de los temas de los grupos. Si Luka los dejaba tendrían un gran problema.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Arrancamos con el Fictober. Se sitúa después de "Una canción de amor", aunque no es la secuela directa, entre medio hay tres historias más, dos de ellas aún no están publicadas y la otra, "Glissando", la estoy subiendo a P(a)treon y por el momento no voy a publicarla en abierto.
Espero que os guste. Mañana más.

Entre mis acordes- Fictober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora