02.- Espejo

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 1222.

02.- Espejo

Luka entró en casa ahogando la risa, contra la palma de la mano, al recordar el suspiro aliviado que había recorrido la mesa cuando les había dicho que tenía bases suficientes como para trabajar en nuevas canciones. Daba igual cuantas veces les dijera que no iba a dejar Kitty Section, a pesar de tocar a veces con Jagged y del breve tiempo que estuvo en Praga con el conservatorio, seguían esperando que algún día dijese que se iba.

Cenó algo rápido, escribió a Marinette para darle las buenas noches y se duchó.

Luka se dejó caer en la cama, alargó el brazo y tocó el espacio vacío que pertenecía a Marinette. La echaba tanto de menos. Suspiró y cerró los ojos, le convenía dormir un poco, últimamente se pasaba la mitad de la noche componiendo y la otra mitad dando vueltas en la cama, no le extrañaba que Juleka creyera que estaba deprimido.

Cuando abrió los ojos el reloj digital marcaba las diez de la mañana. Se desperezó sorprendido por haber dormido tantas horas seguidas. Buscó el teléfono móvil para revisar si alguien le había mandado algo importante y encontró cinco notificaciones de mensajes de Marinette. Los abrió para leerlos:

Este sitio es tan bonito, Luka, ojalá estuvieras aquí conmigo.
El señor Moore dice que si me quedase más tiempo trabajando con él podría llegar muy lejos. ¿Puedes creértelo?
Estoy como flotando en una nube. Quiero decir, que después de lo del señor Agreste, no creí poder salir adelante en el mundo de la moda, ya sabes: la aprendiz y protegida del terrible Hawk Moth. ¿Quién iba a tenerme en consideración?
Pero ¡estaba equivocada! ¿No es genial?
Te quiero 💖

Luka sonrió tras leer los mensajes de Marinette. Ellos habían apostado por ella, sin reservas, también Jagged; sin embargo, comprendía perfectamente su preocupación. Algunas marcas le habían cerrado la puerta en la cara del mismo modo que lo habían hecho con Adrien y eso no era justo, ellos no eran los culpables de los actos de Gabriel.

Luka salió de la cama, pasó por el baño y le contestó mientras se dirigía a la cocina:

Es fantástico, Mari, me alegro mucho por ti. ¿Necesitas que te envíe algo a Nueva York?
¿Cuánto tiempo vas a estar?
Te quiero.

Deseó no sonar como si le estuviera reprochando que se quedase allí más tiempo o no se alegrase sinceramente. El móvil vibró en su mano. Marinette acababa de responderle:

¿Puedo llamarte?

Luka no contestó, le hizo una videollamada que Marinette aceptó al instante.

—¡Guau! —exclamó con las mejillas sonrojadas—. Qué guapo estás.

—Con cara de recién levantado, despeinado, con la marca de la almohada... —replicó él riendo.

—Guapísimo, en serio.

—Estás preciosa.

Las últimas veces que se habían visto llevaban las máscaras puestas, agradecía poder verle la cara desnuda para variar.

—¿Qué haces despierta a estas horas?

—Es que aún no me he acostado, estoy tan emocionada que no puedo dormir.

—¿Durante cuánto tiempo va a extenderte las prácticas?

Marinette meneó la cabeza. ¿Habría sonado cortante? ¿Creería que le molestaba que se quedase más tiempo?

Entre mis acordes- Fictober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora