Entre mis acordes- Fictober 2021

16.- Consuelo

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 1052.

16.- Consuelo

Varios toquecitos sobre la puerta de su suite despertaron a Juleka. Buscó el móvil sobre el colchón para mirar la hora, eran las once de la noche. Tras hablar con Rose había pensado en levantarse de la cama, secarse el pelo, ponerse el pijama y acurrucarse bajo el cálido edredón. Sin embargo, se había quedado dormida, estaba cansada, el cambio de ciudad y de ritmo de vida la tenía inquieta y desubicada.

Se levantó y entreabrió la puerta preguntándose quién podría ser a aquellas horas.

—¿Te he despertado?

—Lena, ¿por qué estás aquí tan tarde? —inquirió abriendo del todo permitiéndole el acceso.

—No podía dormir y no hemos tenido a penas tiempo para hablar —declaró colándose en la habitación, se sentó sobre la cama y paseó la mirada por el espacio de piel desnuda que dejaba a la vista el albornoz mal cerrado—. Sé que sólo han pasado un par de días desde que estás por aquí, pero ¿cómo lo llevas?

—Me estoy acostumbrando —siseó con suavidad.

—¿Echas de menos París?

Juleka se sentó a su lado, se cerró bien el albornoz al darse cuenta de que estaba enseñando de más, y asintió.

—Sobre todo a Rose y a mi hermano.

—Rose —murmuró Lena—. ¿Vais en serio?

Le pareció una pregunta extraña, especialmente por el hecho de que nunca lo habían ocultado. Incluso les habían hecho fotos besándose para promocionar su segundo álbum, habían participado en un par de eventos en defensa del colectivo LGBTI. Creía que todo el mundo tenía claro que eran pareja y que iban muy en serio.

—Es mi novia —declaró sin mirarla—. Nos hicimos amigas siendo unas crías, después nos enamoramos... estamos juntas desde los quince.

—Lo que significa que lleváis juntas...

—Nueve años. La quiero —soltó para cerrar cualquier espacio de duda que pudiera quedar.

—Eso es toda una vida.

Literalmente llevaban toda la vida juntas con una relación en constante evolución y no quería que aquello cambiase, estaba segura de que Rose pensaba lo mismo que ella.

—Bueno, no he venido aquí para hablar de eso —cambió de tema moviendo las manos con gracia—. Siento que no estemos ensayando contigo. Tam y yo estábamos de acuerdo en que te queríamos en el grupo, pero le ha dado un poco de miedo el que hayas aceptado.

»No te lo tomes como algo personal. Tam sueña alto, pero cuando consigue lo que quiere de repente le da miedo que sea un desastre, descubrir que se ha equivocado.

Eso le sonaba un poco a sí misma, aunque había aprendido a sobrellevarlo con ayuda de Rose, Luka y Marinette.

—Si te sientes preparada el sábado quiero obligarla a ensayar.

Juleka se levantó de la cama, tomó el libro de partituras y pasó las hojas hasta dar con la que buscaba.

—Tengo problemas con esta —señaló la parte del estribillo—. No comprendo estos acordes, no encajan con el tempo, quedan muy forzados, incluso los acentos parecen fuera de lugar.

—Zungenbrecher.

—¿Qué?

—Queríamos que sonase como un trabalenguas, como torpe y descuidado.

Buscó su bajo, lo acomodó en su regazo y tocó aquella parte de la canción, la vibración de las cuerdas sonó fuera de lugar, demasiado forzada como si las cuerdas estuvieran a punto de romperse. Lena frunció el ceño, sin el acompañamiento sonaba francamente mal, entendía el problema.

—Quedaría mejor con un tritono —musitó reajustando los dedos sobre las cuerdas—. Suena inestable, pero limpio. Me gustaría cambiarlo si os parece bien.

—¡Guau! Suena mucho mejor. Sabía que eras una buena elección.

Porque, aunque Juleka, no era la compositora principal de Kitty Section se notaba el cuidado en los que componía. Todo encajaba bien, con naturalidad, como si siempre hubiese existido aquella unión de notas esperando a que alguien las encontrara y se las regalase al mundo.

Esperaba que, a parte de aportar mejoras a su música, las ayudase a encajarlo todo y les diese aquel toque profesional y serio que Tam y ella buscaban desde que empezaron. Con Luka no había funcionado, porque él entendía la música de otra manera. Estaba segura de que Juleka era la decisión correcta.

—Cuando hablas de música se te suelta la lengua.

Las mejillas de Juleka se encendieron, no era habladora, necesitaba conocer y confiar en la persona frente a ella para hablar, pero, con la música por en medio, se olvidaba de todo.

º º º

Iván se dio la vuelta en la cama al oír suspirar a Mylène, estaba tumbada bocarriba, con los ojos abiertos y fijos en las molduras del techo. Últimamente no dormía mucho, se le notaba en las ojeras y el leve decaimiento anímico.

—Iván... ¿crees que deberíamos hacerle caso a mi padre y abrir un segundo vivero?

—Tenemos dinero si quieres hacerlo. No será ningún problema.

—No es por el dinero.

Iván había invertido todo lo que había ganado durante sus dos primeras giras con Jagged en el apartamento que compartían y en el terreno donde habían levantado su negocio. A veces Mylène se sentía mal por no haber aportado dinero a aquello, sin embargo, ella ponía toda su energía y ánimo en su trabajo, lo que se traducía en una buena relación con los clientes que siempre volvían a por más plantas y consejos para cuidarlas.

—Entonces ¿qué?

—Ahora que Juleka no está, creo que no es un buen momento para esto.

Se apoyó sobre el codo y la miró a los ojos.

—Tenemos a Marco, va a funcionar.

—No lo digo por eso.

—Buscaremos a personal que nos guste —declaró intentando darle el consuelo que parecía necesitar—. Mientras no tengamos giras puedo trabajar allí y lo tendremos todo controlado.

—Es que iba a pedirte te tomes un pequeño tiempo.

Mylène nunca le había pedido algo como aquello. Era quien más se emocionaba cuando lograban cerrar una gira, siempre organizaba una fiesta y les daba todo el ánimo del mundo, casi como si fuera un triunfo personal el que lo lograran.

—¿Qué pasa, Mylène?

—Es que estoy un poco asustada.

—Me estás asustando.

—Lo diré así sin más, porque lo he estado ensayando y todo me ha sonado horrible —murmuró como si estuviera agotada y decepcionada a partes iguales—. Vamos a tener un bebé. ¡Sé que no entraba en nuestros planes! Yo...

Iván la refugió entre sus brazos.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! El capítulo de hoy viene con sorpresa final, me produce mucha ternura imaginarme a estos dos formando una familia, los adorables.

Mañana más.