30.- Cerca

52 2 0
                                    

Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 1074.

30.- Cerca

Abrió los ojos en la oscuridad, con la respiración agitada, hacía mucho tiempo que no tenía una pesadilla, tanto que ya no estaba acostumbrado. Plagg seguía dormido abrazado al pedazo de camembert de peluche, que Marinette le había regalado tiempo atrás.

Marinette le había gritado que le odiaba y que quería que le devolviera el prodigio. No era la primera vez que lo soñaba, pero le dolía como la primera vez. Aún estaba enamorado de ella, aunque había asumido que era tarde, que ella no volvería a fijarse en él porque era feliz con Luka. Se contentaba con tenerla cerca, apoyándole y animándole.

Ojalá su apartamento estuviera bien insonorizado, así podría tocar el piano para relajarse un poco, pero no lo estaba y no quería molestar a los vecinos con el murmullo amortiguado del instrumento.

Eran las cinco de la mañana, no valía la pena intentar volver a dormirse. Se levantó y duchó, rebuscó en el armario algo para ponerse. Luka, Iván y Marco iban a buscar a buscar un suplente para Iván, supuso que no les importaría que se les uniera, así se distraería.

—Plagg, arriba, vamos a salir.

—Quiero dormir más —protestó.

—Te perderás el desayuno.

El kwami salió disparado de la almohada en dirección a la mesa en la que el desayuno humeaba, apelar a su estómago siempre funcionaba. No se parecía en nada a los lujosos desayunos de la mansión, pero Plagg no se quejaba porque Adrien era libre al fin. Ya solo le faltaba encontrar la manera de pasar página y encontrar al amor de su vida, a un amor de su vida que no fuese Marinette.

—¿Adónde vamos?

—Al barco. Hoy han citado a varios baterías, quiero ayudarles a elegir.

—Y que Marinette esté allí no tiene nada que ver con esta decisión, ¿verdad?

—Marinette es mi amiga. No tiene nada que ver con esto.

Si no fuese algo doloroso, Plagg, le tomaría el pelo sobre ello, pero no lo hizo.

—Estaría bien que Rose viniese también —continuó Adrien—. Pero ha ido a ver a Juleka. Lo está llevando mucho mejor de lo que me esperaba.

—¿Esperabas que llorase por los rincones?

—No, pero se ha adaptado muy rápido y me alegra, porque su entusiasmo y energía son las que nos mantienen a todos tan unidos.

—Bueno, tú también haces cosas —murmuró el kwami—. Les ayudas con lo de la fama.

Al acabar de desayunar Plagg se refugió bajo su camisa y disfrutó del pequeño paseo hasta el barco.

La música de violín llamó la atención de Adrien. No era que le sorprendiese, porque Luka era de los que madrugaban, pero estaba más acostumbrado a oír la guitarra. La melodía era moderna y alegre, estaba seguro de que era una de sus composiciones, tenía aquel toque rebelde y profundo que caracterizaba toda su música. Subió al barco, el eco de sus pasos hizo que Luka dejase de tocar.

—Buenos días —saludó.

—Hola, ¿estás solo?

Luka le sonrió, no estaba solo porque Sass estaba allí, pero había entendido la pregunta.

—Marinette ha ido a ver a Mylène. ¿Vienes por el casting?

—Sí, he pensado que un par de oídos más os irían bien.

—Hay café recién hecho, sírvete lo que quieras, estás en tu casa.

Adrien bajó las escaleras y se metió en la cocina. Sacó la taza que Marinette siempre le daba, la llenó de café y leche y la metió en el microondas mientras la música de violín volvía a resonar.

—¿Tendrán camembert en la nevera?

—Plagg, acabas de desayunar.

—Tú también y aquí estás, preparándote un café.

Suspiró, Plagg tenía razón, pero en su defensa contaba que el apetito del kwami era exagerado.

—No podemos saquear la nevera de Marinette cada vez que venimos, ¿lo entiendes?

—Pero tengo hambre.

Adrien se hurgó en el bolsillo, sacó la ración de emergencia y se la ofreció, sin embargo, el kwami no la aceptó. Atravesó la puerta de la nevera para curiosear en su interior. Tomó su taza del microondas y regresó arriba.

—Lo siento, Plagg está asaltando vuestra nevera —musitó tomando asiento.

—No importa. Marinette siempre compra camembert para él.

No debería de extrañarle, Marinette siempre era muy atenta con los kwami que podían campar a sus anchas siempre que no hubiese visitas.

—¿Eso que tocas es nuevo?

—He compuesto algunas cosas, pero no son para Kitty Section.

—No me digas que tú también quieres dejar el grupo.

Luka rió y dejó el violín en su funda con cuidado para después sentarse a su lado.

—No, sólo quiero ampliar mi horizonte. Voy a abrir un canal de música online, diferentes temas, distintos instrumentos... —explicó sonriente—. Espero contar contigo.

—Claro que sí.

—¡Ey! ¿Llegamos tarde?

—Pasad —musitó Luka—, Adrien ha decidido apuntarse. Hay café abajo, coged lo que queráis.

Iván y Marco hicieron el mismo recorrido que Adrien y regresaron a cubierta con sus respectivas bebidas, café para Marco y chocolate para Iván. Se sentaron en la mesita charlando mientras esperaban a que empezasen a llegar los aspirantes.

La primera en llegar fue una chica, que tenía un estilo parecido al de Juleka, tocó un par de bases que sonaban francamente bien, aunque no tenían mucha personalidad. Tenía una buena técnica, pero le faltaba algo. Después subió a bordo un chico con media cara llena de imperdibles, le dejaron tocar, pero por su imagen ya vieron que no iba a encajar con los demás. Le siguió otro chico de aspecto frágil, se sentó en el taburete hizo girar las baquetas y tocó el último single que habían lanzado, le faltaba energía y carisma. Otra chica le tomó el relevo, tocaba muy bien, pero se le notaba que le faltaba experiencia; Iván susurró que le gustaba y los demás estuvieron de acuerdo en que, con un poco de práctica, encajaría bien con el resto.

Vieron actuar a todos los que se habían apuntado al casting y una vez a solas, con las fichas de los doce candidatos desperdigadas sobre la mesa debatieron sobre ello. Marco había grabado la sesión, era importante que Rose opinase, ya que tocarían juntos, y Juleka también porque al regresar tendría que sentirse bien con la persona elegida.

Subieron el casting a la nube, mandaron un mensaje al grupo y otro a AURORA avisando para que le echaran un vistazo y con el nombre de la persona elegida por los cuatro. Estaban un poco más cerca de salir adelante sin más baches.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! Penúltimo capítulo, con Adrien y su situación al principio y un casting exitoso para acabar.

Entre mis acordes- Fictober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora