18.- Ventana

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Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.

Palabras: 1041.

18.- Ventana

—Eres como un niño con un juguete nuevo.

Luka rió con suavidad ajustando las cuerdas nuevas de la Strat. Era preciosa, el blanco contrastaba con el azul cielo, la madera de arce del diapasón parecía estar en buen estado. Con una buena limpieza quedaría perfecta, pero antes de eso quería comprobar que funcionaba bien y que no necesitaba un trabajo más profundo y concienzudo. La acomodó en su regazo y dejó que las cuerdas dieran su nota al aire sólo para comprobar que estaban debidamente afinadas.

—Es la hora de la verdad —musitó mirando a Marco divertido—. Dame la clavija, vamos a ver qué puede hacer esta joya.

Marco tomó el cable del amplificador y se lo ofreció con reverencia, observó como sus dedos largos encajaban la clavija en su lugar y se llenaba los pulmones de aire antes de atreverse a hacerla sonar.

—No soy experto, pero suena bien.

—El sonido no crepita, bastará con limpiarla bien y arreglarle los pequeños desperfectos, tendré que cambiarle la ceja, está un poco dañada y...

—Lo he pillado, la dejarás como si fuera nueva.

Sonrió y asintió. La desconectó del amplificador y le dio la vuelta.

—Fíjate, el mástil y el cuerpo son una sola pieza —pronunció señalando el lugar en el que debería de apreciarse la unión con tornillos o cola—, alguien encargó esta guitarra para que fuera única.

»Supongo que la heredó y vendió sin saber qué era lo que tenía, estás guitarras son muy caras, sobre todo las especiales. Lo que no entiendo es cómo acabó en un mercadillo.

—¿En serio? Me ha costado treinta euros.

Luka hizo una mueca como si oír ese precio le doliese en lo más profundo de su alma, tal y como si fuera una ofensa a todos sus antepasados y a sí mismo.

—Quien te la ha vendido debería de estar en la cárcel por no saber valorar una pieza como esta.

—Me has hecho pensar en mi hermano —replicó riendo a carcajadas.

—¿Cómo está?

—Ya le conoces, sigue intentando sobreponerse a lo de ser el apestado.

Luka suspiró, recordaba el día de su expulsión, las lágrimas que rodaban por sus mejillas y la mirada de disculpa. Aquel día si había quedado alguna posibilidad de salvar su relación, tras su ruptura, se había esfumado para siempre.

—Siento lo que le pasó.

—No seas gilipollas, fue decisión suya la de destrozar el violín que tenías que usar en el concierto —murmuró Marco empujando su hombro con suavidad—. Arsène cavó su propia tumba porque no supo gestionar que pasases por delante suyo.

—Sigue pareciéndome un castigo exagerado, lo de expulsarle y vetarle de por vida.

—Destrozar material del conservatorio a propósito es un buen motivo para ello.

Sin embargo, él nunca cambiaría de opinión. Lo podrían haber solucionado con una expulsión temporal, abrirle un expediente y un castigo ejemplar. El propio conservatorio fomentaba la rivalidad entre ellos, seguramente Arsène no había sido el primero en romper un instrumento en un ataque de rabia.

—Oye, ¿dónde está Marinette?

—Está con Jagged, quiere encargarle un trabajo.

—Que presión, trabajar para su suegro.

—Marinette ya trabajaba para él antes de conocerme —musitó Luka—. Y si no fuera por ella nuestra relación sería un desastre absoluto.

—Entonces te compadezco, la presión la tienes tú.

—No es tan grave.

Los dedos de Luka se movieron para volver a quitarle las cuerdas a la Strat de segunda mano, era la manera silenciosa de decirle que no quería seguir hablando de eso.

—¿Hay algún tema que te resulte incómodo tocar?

—Las partituras de tu hermana son fantásticas —contestó con sinceridad—. Estoy deseando tocar en directo.

—Primero tienes que enfrentarte al examen de AURORA.

—¡Lo pasaré! Ya me conoces, le caigo bien a la gente.

Estaba convencido, la forma de tocar de Marco era perfecta para el grupo. AURORA ya le había oído tocar con el otro grupo, igual que a él, nada de lo que hiciera la pillaría desprevenida.

Ensayaron un rato a solas, revisando algunos acordes, buscando añadirle un toque más adulto a los primeros temas, hasta que Marco tuvo que marcharse a trabajar al bar de sus padres.

Una vez a solas Luka recuperó su guitarra y tocó el tema que estaba componiendo, esperó paciente a que Sass saliera de su escondrijo para disfrutar de la música. El kwami se acomodó sobre el mullido cojín sobre el que Tikki y él pasaban horas cuchicheando.

—Sass, ¿me estás ocultando algo? —la pregunta sonó amortiguada por el sonido de la guitarra—. Porque puedes confiar en mí, ya lo sabes.

—No.

Luka le observó tocando una melodía tranquila. Marinette tenía razón, le pasaba algo, una respuesta tan seca no era propia de él.

—Cuando era un niño y algo me preocupaba intentaba que nadie lo descubriera —susurró con tono suave—. Creía que si no se lo decía a nadie evitaría que se preocupasen por mí o que pensaran que era débil y no podía solucionar las cosas por mí mismo.

»Pero estaba equivocado, con eso sólo conseguía que se preocupasen más por mí. Y los problemas tampoco se solucionaban mágicamente, la mayoría de ellos no podía sobrellevarlos solo.

»Puedes compartir tu carga conmigo, somos amigos.

—Todo va bien.

Dejó de tocar y le dedicó una sonrisa.

—Sass.

—Sólo estoy cansado.

Se alimentaba bien, la última vez que había tenido que usar su poder había sido antes del regreso de Marinette y, hasta dónde él sabía, también estaba durmiendo bien.

—Explícamelo, te ayudaré.

—Quiere hablar contigo, pero yo no quiero.

—¿Quién? ¿Por qué?

Agotado, Sass, se alejó flotando y se sentó en el espacio de la ventana abierta.

—Es malo, muy malo —siseó sin atreverse a mirarle—. Te hará daño.

—¿De quién hablas, Sass?

—De mi otro portador.

Luka dudó un instante. Sass tenía un poder que manipulaba el tiempo, tal vez le pasaba lo mismo que a Fluff y no podía precisar el momento.

—¿Un héroe del pasado?

—No era un héroe, era un villano.

—¿Lo estás bloqueando? No sabía que pudierais bloquear esas comunicaciones.

—Un kwami tiene el deber de cuidar a su portador.

—Deja de hacerlo, Sass, no merece la pena si es a costa de tu propio bienestar —declaró Luka—. Estaré bien.

Continuará

Notas de la autora:
¡Hola! He cambiado muchas cosas de este capítulo porque se me había disparado mi frikismo por las guitarras. ¿Quién será ese antiguo portador de Sass?
Mañana más.

Entre mis acordes- Fictober 2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora