Temporada 2 - Capítulo 09

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Harry.

Silencio.

El ruido de la máquina era lo único que sonaba.

Me encontraba sentado al lado de Carolina viendo como Noah descansaba, viendo cómo se recuperó, viendo cómo sobrevivió.

Cuando el doctor salió a darnos la noticia, lo abracé fuertemente y le agradecí, la felicidad no cabía en mi cuerpo al saber que mi hijo iba a seguir conmigo, al saber que podría llamarme papá en algún momento, saber que a partir de ahora, todo iba a ser diferente.

Nos concentramos tanto en velar el sueño de Noah, que Carolina y yo no hemos tocado el tema del porqué lo ocultó.

Supongo que ella se sintió así cuando se enteró de mi verdad años atrás.

Cada cierto rato me levantaba del sofá para poner mi dedo en la nariz de mi hijo, me preocupaba que no estuviera respirando. Lo observaba dormir, tan tranquilo y tan sereno, saber que lo pude perder, que vivió algo tan fuerte tan pequeño, solo me hace saber que es un guerrero, como su madre.

—Ya, Harry, él va a estar bien —sentí la voz cansada de Carolina detrás mío.

—¿Por qué? —me mantuve mirando a Noah.

—¿Por qué que?

—¿Por qué me ocultaste esto? —giré, mi voz sonaba rota, sus ojos demostraban miedo.

Éramos un desastre.

—Siéntate y déjame hablar.

Hice caso, ella suspiró y empezó a contar.

—Me enteré que estaba embarazada mientras te oía cantar Carolina a nivel mundial en ese programa. Recuerdo haberlo sospechado semanas pero me daba miedo saber la verdad —niega para mirarme. —La prueba dio positivo, era una locura, me sentía sola, tenía miedo, no sabía qué hacer en ese momento, pero sabía que era mi responsabilidad y desde el primer minuto supe que lo tendría conmigo. No te busqué ¿Para qué? Bastante claro me dejaste que no era lo suficientemente importante para que me contaras sobre ti, sobre tu verdadera vida, no me dejaste entrar en ella y estaba más que segura que Noah tampoco tendría espacio ahí.

No sabía qué decir porque mis palabras quedarían nulas a comparación de lo que ella vivió. Porque mientras yo consolidaba mi carrera, ella crió sola a nuestro hijo.

—Sabía que incluso podía hacerte algún tipo de juicio pero no quería crear escándalos, Harry. No quería nada de ti, ni dinero ni nada, solo me hubiera gustado que no salieras corriendo el día que discutimos, te juro que no —sus ojos brillaron y lágrimas cayeron de ellos. —No ha sido fácil para mi criarlo sola, no sabes como sufrí cuando él se enfermaba o cuando se golpeaba, porque estuve completamente sola. Dividirse entre el trabajo y un pequeño bebé, fue terrible, pero lo logré.

—Eres valiente.

—Lo sé. No espero que quieras formar parte de la vida de Noah, sé que tienes otro tipo de vida y...

—No vuelvas a decir eso, nunca más, nunca más —aunque quise que mi voz sonara relajada, fue todo lo contrario.

—Si vas a formar parte de su vida, tienes que saber que él necesitará a un papá presente y...

La besé, la besé porque no sabía cómo callarla. Era un estúpido porque la deje, pero aquí estoy, intentando enmendar algo que quizá, solo por un segundo, aún tiene arreglo.

Sus labios se sintieron igual de cálidos que la primera vez, mi estómago se revolvió y sonreímos cuando ella rompió el beso por falta de aire.

—Seremos una familia desde ahora, los tres, solo los tres —susurré. —Perdóname por haber sido un imbécil, sé que mis palabras no van a cambiar ni volver el tiempo, pero Carolina, lloré por ti y lloré porque me hubiera encantado estar a tu lado. Me rompiste el corazón, dos álbumes lo corroboran —reí con algunas lágrimas en los ojos. —Pero no pienso dejarte sola otra vez, ni a él.

Voltee mi mirada, Noah dormía como si nada le preocupara, y de eso me encargaría de ahora en adelante, porque su papá estará a su lado para siempre.

—No es tan fácil como parece.

—Lo sé y tomará tiempo ¿O tienes novio?

Me tensé cuando ella me miró, luego se le escapó una risita mientras negaba, respire aliviado sintiendo como mis pulmones volvían a tener aire.

—Entonces iremos con calma.

Le regalé un beso en su frente y la abracé, abracé a mi Carito, a mi pelirroja, a mi chica buena. Porque sé que a pesar de todo, ella me pertenecía y yo a ella, éramos uno y ahora con Noah, seríamos una familia.

—¿Mami?

La vocecita nos rompió la burbuja de amor, ambos nos levantamos como resortes para correr a su lado. Carolina presiono el botón para llamar al doctor.

—¿Cómo te sientes, campeón?

Miró a su mamá para hacerle el dedo ok y ambos suspiramos. El doctor llegó a los minutos, lo revisó y explicó que Noah se encontraba fuera de peligro totalmente, sin embargo, permanecería en observación hasta pasado mañana, luego, podríamos llevarlo a casa.

Casa.

—¿Cuándo le diremos a Noah?

Estaba ansioso, pero tampoco quería presionarla, ella era su mamá y lo conocía mucho mejor que yo.

—Cuando lo llevemos a casa ¿Vendrás con nosotros, cierto? —la tomé de la cintura para llevar mi nariz a su cuello, su aroma era el mismo, ella era la misma.

—No planeo separarme de ustedes, nunca.

—¿Cómo será todo a partir de ahora? —sus dedos delgados viajaban por los botones de mi camisa. —¿Qué va a pasar con tu carrera?

—Déjamelo a mí, pero no los ocultaré, porque ustedes son mi familia, y estoy orgulloso de que tú y él sean mis amores.

Sonrió con dulzura para acercar sus labios a mi boca y regalarme un beso. Noah miraba la televisión, cuando lo vi y luego dirigí mi vista a Carolina otra vez, supe que dejamos de ser esa fina línea, para ahora caminar sin miedo.

Carolina me enseñó a no ponerme precio a las emociones, ella me tenía a sus pies, tenía mi devoción, porque la admiraba, la admiraba como mujer, como mamá y ahora, como novia.

—Sé mi novia.

Me miró sorprendida, me miró enamorada.

—¿Seguro?

—Seguro, Carolina.

Le di un beso y otro y otro y otro.

—Estaremos bien.

We'll be fine line.

We'll be alright.

Carolina [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora