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Harry.

El agua caía sobre mis hombros. Intentaba quitar la expresión de Carolina cuando me dijo que sus padres habían fallecido, lamentablemente, no podía. Me sentí tan idiota y tan estúpido, a pesar de disculparme muchas veces y prácticamente arodillarme a sus pies, ella simplemente negó y con su cálida sonrisa me dijo: No te preocupes Harry, sé que ellos estan conmigo. 

El día de playa acabó, el incidente fue superado y nos despedimos como dos grandes amigos en la puerta de su casa para que ella ingresa a su hogar. En la tarde, me dirigí al supermercado para poder llenar la alacena vacía. El caminar tranquilamente por la calle fue una de las mejores experiencias de mi vida. Después de mucho tiempo, compré como una persona normal mis alimentos y nadie se inmutó por mi presencia. 

La idea de contarle a Carito quien era realmente, me aterraba por completo. Temía que ella cambiara su actitud o quizá, filtrata información mía, lo sé, sueno estúpido, pero he confiado tanto y me han fallado tantas veces, que conseguir un amigo real, es complicado para mí. Tengo claro que debo decirle la verdad, pero no sé cuando.

Me recosté en mi cama rendido, un día en la playa puede agotar mucho, pero di muchas vueltas en la cama sin conseguir dormir. Me levanté llevando mi cuerpo hacia la cocina, puse a hervir un poco de agua en una tetera que encontré en el armario y me senté en la mesa esperando que hirva para prepararme un té. Como de costumbre, me sentí solo gracias a el silencio de la madrugada y para acompañarme un poco, empecé a golpear la madera con mis manos creando una melodía. Con el pasar de los segundos, esta se volvió rítmica, abrí mis ojos asombrado y busqué desesperadamente una olla. Con ella en mis manos y un cucharón, empecé a golpear mientras tarareaba la la la la la la. 

Tiré todo encima de la mesa y corrí escaleras arriba para anotar la melodía, me gustaba, podía ser parte del nuevo disco. Con el té listo en mis manos, me paré en la terraza escuchando solo el sonido del mar, sonreí al sentir la brisa alborotar mi cabello.

 —¡Hey! —voltee mi cabeza hacia la derecha y vi a Carolina en la playa sonriendo.

—¿No es algo tarde para que estés ahí? 

—No podía dormir, no iba a quedarme echada en mi cama sin nada que hacer, encima es sábado. 

—¿Entonces qué harás?

—¡Nos iremos de fiesta!

A pesar de negarme al inicio, Carolina me arrastró hasta las afueras de una gran casa azul, de ella salían y entraban muchas personas, la bulla era extremadamente fuerte y era claro que había alcohol de sobra.

—¿Cumpleaños de algún amigo? —le pregunté curioso mientras la veía acomodarse el escote.

—No, no conozco a nadie —una sonrisa socarrona apareció de sus labios en cuanto vio mi expresión.

—No vas a entrar a una fiesta sin invitación —me planté frente a la casa, esperando que ella notara que era muy irrespetuoso invitarse solo, sin embargo, lo único que obtuve fue una ceja levantada y su mirada celeste clavada en mí.

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.

.

Me movía al ritmo de la música junto a Carolina. Sí, logró convencerme de entrar a la maldita fiesta, al fin y al cabo, todos estaban tan ebrios que no lo notarían. Sin una gota de alcohol en nuestros cuerpos, seguimos bailando hasta sudar, una vez cansados, salimos al gran jardín para tomar un poco de aire.

—Deberías tomar clases de baile, Harry, realmente deberías —sonríe tratando de normalizar su respiración.

—Lo sé, soy un tronco —admití tomando una botella de agua que se encontraba por ahí. 

—¿Sabes? Siento que te conozco de años, y apenas pasó ayer —Carito me da una mirada y luego sonríe tierna para estirarse.

—Tenemos química, eso es bueno.

—¿Bueno para quién? —pregunta curiosa moviendo sus cejas.

—No lo sé, Carito.

Ambos nos sentamos en unos columpios que se encontraban ahí, empezamos a balancearnos mientras escuchaba como se carcajeaba porque mis piernas eran muy largas y era difícil columpiarme.

La miraba reír y pensaba que quizá, ella podría enamorarme solo con agitar sus pestañas en mi dirección. Carolina es de esas mujeres que no saben que tienen el poder de capturar a cualquier hombre, ella no sabe lo preciosa que puede llegar a ser al mostrarse tal cual es, al solo sonreír o incluso, al caminar. Creo que no hay mujer más atractiva, que la que no sabe que lo es.

—¿Tienes novia? —preguntó derrepente dejándome callado.

—No, Carito, no tengo novia —una sonrisa apareció en sus labios y luego esquivó mi mirada.

—¿Tienes novio? —me atreví a soltar.

—No.

Las horas pasaron mientras conversábamos sobre todo y nada, el cielo cambió para empezar a aclararse y decidimos irnos. Una vez llegamos, nos despedimos para dirigirnos a nuestras respectivas puertas. Ella me dio un beso en la mejilla y luego desapareció con una sonrisa somnolienta. Al recostarme en mi cama, tomé mi libreta y anote: Gets into parties without invitations.

🌻🌻🌻

¡Hola besties!

¡Feliz 11 aniversario de One Direction!
¿Pueden creer que aún les lloro? La historia está avanzando y el drama se viene en los próximos capítulos, cuando pensé la historia, sabía que iba a ser corta, por eso, planeo que tenga 15 capítulos como mucho.

Espero les este gustando la historia ♡

Les agradecería que me apoyen con sus votos y comentarios.

Les mando un abrazo.

Clau.

Carolina [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora