TE ENCONTRARÉ |[2TEMP. BUSCÁNDOTE]|

CAPÍTULO 11

Los próximos cinco días, cada día Mean esperó fuera de la casa de Plan, esperando a que le diera la oportunidad de decir lo que tanto quería. Pero nunca sucedió.

Plan escuchó el teléfono sonar sobre la mesa de noche, lo tomó y sin fijarse contestó, dándose con la sorpresa de escuchar la voz ebria de Mean al otro lado de la llamada. Vio la hora en el reloj de mesa y se sorprendió al ver exactamente las 3:45 am.

- P' .... P'Plan – se escuchó al otro lado la voz desesperada.

Plan no quiso responder, tan solo escuchó en silencio los balbuceos del hombre.

- Ni siquiera sé porque sigo recordándote, ¿Puedes escucharme? – mencionó Mean aun ebrio.

Ven....

P'Plan di mi nombre, vamos hazlo.

Bebi demasiado, Puedes escucharme .... Te extraño.

La voz suave y ronca de Mean causaron una sensación extraña dentro del estómago, para luego causarle un frio por toda la piel. Se sentó sobre a cama y en la oscuridad se mantuvo quieto con las manos apretando las sábanas.

- ¡Soy un idiota!, Ni siquiera puedo pedirte que te regreses.

Por favor ... Perdóname.

Los sonidos bruscos de copas chocándose, de la música de fondo y murmullos de voces lo distrajeron. ¿dónde se encontraba? ¿Por qué bebía hasta tan tarde en la madrugada?

- Cariño... cariño ven y abrázame ¿Puedes darme un abrazo? –

Mean apenas podía mantenerse despierto, tomando copa tras copa. Cuando escuchó el sonido suave de la respiración de Plan, fue consciente de que ahí se encontraba. Se encontraba escuchándolo, aunque no digiera nada.

Se levantó dejando caer la silla con un estruendo que atrajo las miradas de otros clientes dentro del pequeño bar. Camino unos dos pasos y se tambaleo hacia la derecha chocando con un hombre que lo sostuvo.

- ¡¡Mean!! – gritó Tonam corriendo hasta llegar al lado suyo, después de regresar del servicio higiénico.

- ¿Qué haces? ¿Por qué estas caminando? – estas tan ebrio, podrías caerte.

- Iré a ver a Plan –

- Ves la hora que es .... – debe estar durmiendo.

- P'Plan – olvidó a mencionar Mean poniendo el teléfono sobre sus oídos. – me escuchas?

Nadie contesto.

Plan cortó la llamada cuando escuchó la voz de otro hombre junto a Mean. ¿Quién más podía ser? Debía ser ese doctor.

Se recostó otra vez, cerrando los ojos muy fuertes, luchando por dormir, pero fue imposible. No podía olvidar la voz ebria de Mean, la manera en que lo había llamado cariño. No podía dormir, apretó una de sus almohadas en sus brazos y se martirizó recordando todas las noches en las que durmió acurrucado en los brazos de Mean y los besos suaves que le repartía sobre el rostro.

*

*

Horas después Mean despertó con la cabeza a punto de explotarle, la garganta seca y los ojos hinchados. Se vio en el espejo frente a la cama y presencio una imagen miserable de sí mismo.

¡Mierda! – mencionó varias veces, sobándose la sien y apretando en un puñado sus cabellos.

Deseaba seguir durmiendo, pero las pisadas fuertes de Katy mientras corrían por el pasillo, jugando quien sabe que, no podían permitirle semejante privilegio. Sus carcajadas se escuchaban incluso dentro de su cabeza.