CAPITULO 32

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Dos días en casa de Tonam habían pasado como si se tratara de un par de meses. No había ninguna actividad por realizar ya que cuando había despertado la mañana siguiente de su llegada, algunos empleados habían limpiado la casa y hecho el desayuno que dejaron ya servido en la mesa del comedor antes de desaparecer todo el día.

No iba a permitirlo más, así que esa mañana despertó antes de lo normal y al bajar las escaleras encontró a una jovencita un tanto más joven que él, cocinando el desayuno.

- Buenos días – saludó, mostrando una sonrisa

- Buenos días, señor. – respondió, regalándole una sonrisa fugaz en respuesta.

- El desayunó estará listo en unos minutos, porque no toma asiento. Le traeré un jugó.

Blue se sentía fuera de lugar y sin moverse de donde se encontraba, mencionó:

- No tienes que hablarme con tanto respeto. Solo llámame Blue, en vez de "señor"—Y viendo el rostro asustado de la joven, agregó: — Solo soy un invitado.

- Claro que no señor. El joven Tonam nos ordenó que lo tratáramos con respeto y que estuviéramos a su disposición para cualquier necesidad suya.

- No es necesario. Me gustaría pedirte que dejaras de cocinar por mí. Yo puedo hacerlo por mí mismo y ...

Se quedo mudo al ver a Tonam frente a la puerta de la cocina con un traje gris, los zapatos muy bien lustrados y el cabello medio mojado.

- Me pareció escuchar tu voz. ¿Qué haces aquí? – dijo Tonam mirando el lugar, para luego responder el saludo de la joven cocinera, que lo saludaba con una reverencia, para luego continuar con su trabajo.

- Me gustaría hablar contigo en privado ¿podemos? – Preguntó Blue.

- Claro – mencionó Tonam, asintiendo con la cabeza.

Salió de la cocina, detrás de Tonam hasta el comedor.

- ¿De que deseas hablar? – preguntó Tonam sentándose frente a la mesa del comedor, acomodándose la corbata.

Blue tragó una bocanada de saliva, sabia que era tan solo un invitado que no podía exigir absolutamente nada en casa de alguien mas y mucho menos en casa de aquel joven que había decidido alojarlo sin pedir nada a cambio.

- Quiero pedirte ...—dudó. – Me gustaría ...

- Puedes pedir lo que necesites. Todos mis empleados están a tu disposición.

- No. – se apresuró a decir, tomando una bocanada de aire, antes de continuar: – Me gustaría pedirte menos privilegios. No los necesito. Quiero poder hacer mis propios alimentos y al menos limpiar tu casa como ayuda mientras soy alojado.

- ¿Estás diciendo que no necesitas a nadie a tu disposición?, No puedo hacer eso. Eres mi invitado y mientras te quedes conmigo debo ...

- No, Por favor. Es lo único que pido. Deja que se vayan, creo que mientras menos personas se encuentren aquí, podre sentirme más cómodo.

El dueño de la casa lo pensó por un momento, miro el rostro suplicante de Blue y accedió ante su pedido.

- Esta bien, les daré unas vacaciones.

- Gracias. – mencionó Blue con toda la sinceridad que podía demostrar.

Después de que ambos comieran su desayuno juntos en el comedor, Blue vio salir a todos los empleados poco después de que Tonam saliera a trabajar. Llevaban algunas maletas y cuando se percataron de que los observaba, se detuvieron frente a la puerta de salida y dando una reverencia de respeto se despidieron, mencionando "Hasta luego joven amo, cuídese"

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