CAPITULO 39

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La noche era más fría de lo normal. Plan salió hasta la puerta con una gran chaqueta cubriéndole hasta las rodillas. Esperando ver a Mean llegar. Las callejuelas se encontraban desoladas y silenciosas, indicándole que Mean aun tardaría por llegar. Espero por casi una hora, con las manos congelas y las mejillas rojas debido al frio, pero ahí estaba. Ahí estaba Mean, venia caminando, mientras fumaba un cigarrillo. Cuando fue consciente de su presencia, corrió para llegar hasta la puerta de la casa y darle un beso en forma de saludo.

- Buenas noches, cariño –

- Bienvenido. – susurró Plan inclinándose para atrás después del beso. Odiaba el olor del cigarrillo, pero aun así amaba el sabor amargo del humo en su boca.

Mean entró a la casa detrás de Plan, dejado su maleta sobre el sofá.

- Tus manos están frías— mencionó acariciando las manos de Plan con las suyas.

Plan se abrazó a la cintura de Mean, apoyando su cabeza sobre sus pechos, escuchando detenidamente el sonido de su respiración.

- Cariño ...

- Ummm – respondió Mean besando su frente. Y acunándolo aún más fuerte en sus brazos.

- Mean, tengo algo que decirte. – mencionó Plan un poco inseguro.

- ¿Qué es lo que quieres decirme?, vamos, te escuchó.

El cuerpo de Plan tembló en los brazos de Mean. El frio constante venció al calor proporcionado por el cuerpo de Mean, aun cuando lo tenía en sus brazos.

- Estas temblando cariño. Vamos ve a acostarte dentro de las sábanas. Estaré ahí dentro de unos minutos después de darme un baño.

Plan asintió.

Se acostó dentro de las sábanas, sintiendo un calorcito apenas se cubrió con ellas. Se mordió los labios mientras ensayaba cada palabra. Apenas podía hablar de ese tema. No quería recordarle a Mean ese día. No quería que Mean recordara la muerte de su madre y tampoco deseaba hablar del caos que había causado en su propia familia. Cuando Mean apareció por la puerta del baño en pijama y con el cabello aun húmedo. Se replanteó una vez más lo que debía decir, aunque su cabeza volvió a quedar en blanco.

- P'Plan... —Susurró Mean al acostarse a su lado, llevando sus brazos sobre el cuerpo de Plan.

Se miraron a los ojos por un segundo. Las manos temblorosas de Plan acariciaron el rostro de Mean. Amaba ver una sonrisa en su rostro. Ojalá siempre pudiera ver el amor reflejado en sus ojos. Mean se acercó besando sus mejillas con delicadeza, luego besó sus labios húmedos y siguió su recorrido por la nuca hasta el cuello. Cada beso húmedo causó un extraño escalofrió en el cuerpo de Plan. No podía pensar con claridad en ese momento ya que sus manos involuntariamente se habían abrazado al cuello de Mean.

Los labios de Mean, besaron los labios de Plan con desesperación y su cuerpo caliente se abalanzo sobre el cuerpo de Plan. Cada beso los llevaba aún más alto de la lujuria. El deseo los consumió cuando Mean introdujo una de sus manos dentro del pantalón del mayor. Los gemidos suaves del mayor no tardaron en inundar la habitación minutos después. La calidez de las manos de Mean quemaban su piel.

- Mean...—

Un gemido salió de su boca, mientras sus uñas arañaban la espalda de Mean por dentro de su pijama.

- P'Plan ... te amo – contestó Mean en respuesta. Mirándolo a los ojos con amor y una hermosa sonrisa.

Plan solo podía disfrutar de las sensaciones que invadían su cuerpo. La razón había sido nublada por el deseo y su deseo ahora podía ser nublada por la culpa.

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