Blue no volvió a preguntar nada con referencia a Mean durante el resto del día que pasamos juntos. Blue vestía mi suéter gris y mis pantalones negros debido a que, en su apuro por venir, no había traído nada consigo.
Aun no podía creer que llegará a mi encuentro justo cuando lo necesitaba.
Caminamos por la orilla del mar, con los pies descalzos.
- ¿Te gusta este lugar? -
Asentí.
- Me encanta el mar ... quisiera quedarme aquí por mucho más tiempo. – Mencionó Blue jugando con sus pies mientras los hundía en la arena.
- Puedes venir aquí cada vez que quieras, después de todo necesito de tu compañía para no sentirme completamente solo.
Blue me sonrió, con una sonrisa tan radiante. Una sonrisa hermosa que resaltaban sus pequeños labios al estirarse.
Al volver a casa entró a la cocina y sacando algunos huevos, zanahorias, carne y otros vegetales se apresuró en cocinar; me ordenó que me lavara las manos y a sentarme en la mesa del comedor esperando a que terminara. Almorzamos los platillos preparados por Blue, sabían delicioso.
- No estas cansado de cocinar todos los días, No tenias que cocinar para mí, podíamos comer en algún restaurant.
- Quiero hacerlo para ti –
- Gracias –
- No tienes nada que agradecer – dijo Blue acariciando mis cabellos.
Esa noche al despedirme de Blue en el puerto, encontré a Mean no muy lejos de ahí, me miró con detenimiento, hizo una pequeña reverencia en señal de saludo y siguió su camino.
Corrí detrás suyo, caminando a su lado en silencio.
- Hola Plan – Mencionó en voz baja, aun caminando con la mirada fija en el piso.
- Hola Mean ... - Respondí emocionado al escuchar mi nombre en sus labios, no sonaban como la noche anterior, sonaba más delicado como como algunas otras veces en el pasado.
- Tal como lo dije ... nos volvemos a encontrar- mencionó muy bajo.
- Si, tenías razón.
Caminamos por la pequeña callejuela casi sin hablar; Mean revisaba su teléfono cada dos segundos al parecer muy preocupado por algún asunto, sea cual fuera.
- ¿Esperas una llamada?
Asintió con la cabeza, para luego responder: - Si, estoy esperando una llamada importante.
- ¿A dónde te diriges?
Volteó su mirada, mirándome por unos segundos, los más largos que sentí en mi vida. Pensé que no respondería a mi pregunta, pero después de dejar de observarme, mencionó:
- Regreso a mi casa, después de salir del trabajo – y tú ¿A dónde te diriges?
- También me dirijo a mi alojamiento. –
- Ya veo ... - dijo Mean cortando sus palabras cuando la llamada que tanto esperaba llegó.
Lo escuché contestar la llamada.
- Hola – ok, estaré ahí en menos de 10 minutos.
Se notaba algo angustiado y sus manos comenzaron a temblar. Cortó la llamada y dirigiéndose a mí, dijo:
- Debo irme, me necesitan en el hospital – fue genial volver a verte.
Lo vi correr de vuelta por la callejuela por la que habíamos estado caminando y llegando a la calle principal tomo una moto y desapareció.
*
*
Mean corrió lo más rápido que pudieron sus piernas, llegó hasta la habitación donde se encontraba una de sus pacientes regulares. Al abrir la puerta solo encontró la camilla vacía y a un lado en el pequeño sofá, encontró a Katy la pequeña niña con la cual en apenas dos meses se había encariñado. Katy era la hija pequeña de Mel la joven que con solo 26 años era madre soltera y luchaba día a día para sacar adelante a su pequeña niña, pero nada había salido como había querido, ahora a parte de luchar con las dificultades de la vida, tenia que luchar con una enfermedad que día a día la estaba carcomiendo.
Mean se sentó en el suelo al pie del sofá, tomó la cobija y levantando el brazo de Katy la sumergió dentro. La pequeña niña se movió menos de un segundo, acomodándose sobre la almohada y seguir durmiendo.
La mañana siguiente despertó. Katy aún seguía durmiendo plácidamente.
Suspiró con alivio.
En la camilla, Mel reposaba. ¿Cuándo la habían traído de vuelta?, se preguntó. Pero cuando quiso ponerse de pie Katy lo abrazo fuertemente.
- Doctor... Doctor –
Su voz aniñada sonaba como el canto de los ángeles ... ¡aquella niña debía ser un ángel!
- Mi vida, por fin despertaste. ¿dormiste bien?
Asintió y con una gran sonrisa, plantó un beso sobre mis mejillas.
Planté un beso en respuesta y cuando planeaba darle un beso más, Tonam abrió la puerta, me observó para luego dirigir su miraba detrás mío con una sonrisa burlona. Sintiéndose orgulloso de si mismo.
- Doctor Tonam , es malo – dijo Katy con enojo mientras hacia pucheros malhumorados.
- Pequeña pillina – la amenazó Tonam. – no mas besos.
Se acercó hasta la camilla de Mel y comprobó el goteo del suero.
- Deben dolerte las piernas, esta mañana cuando trajimos a Mel a la habitación, te observé durmiendo junto a ella. El piso es frio.
- Estoy bien. Gracias por llamarme anoche.
Tonam sonrió.
- Gracias por cuidar de esta pequeña pillina. Pero debo de dejar que te tenga a solas porque solo te roba besos y no lo voy a permitir. – Me escuchaste pillina, no dejaré que robes más besos del doctor Mean ... si lo quieres tendrás que pasar sobre mi cadáver. Bromeó piñizcando su pequeña nariz y ganándose una mirada llena de enojo por parte de la pequeña.
- No la molestes – lo riño Mean.
Tonam levantó los hombros en negación y sacando un sándwich del bolsillo de su bata, lo metió en el bolsillo de la casaca de Mean.
- Come algo – dijo riendo.
Mean salió de la habitación con Katy de su mano, caminaron hasta uno de los baños.
- Cierra los ojos – mencionó Mean lavando el rostro de la pequeña.
Con el rostro resplandeciente, Salieron de la mano en dirección a uno de los puestos de comida callejera en la esquina del hospital.
- ¿Qué deseas comer?
- Quiero el Sándwich – dijo indicando su bolsillo. – El Doctor fastidioso, quiere robarte de mi lado.
- ¿Qué?, claro que no.
- No quiero que nadie te aleje de mí. Doctor, ¿Quiere casarse conmigo? – Dijo la niña, para luego pensarlo mejor y mencionar ¿Quiere ser mi novio? -
- No puede casarse contigo, se casará conmigo – dijo una voz detrás suyo.
Miro detrás suyo, encontrándose con Plan. Traía un jean azul ajustado, una camiseta blanca y una chamarra negra.
- Esta el doctor fastidioso y ahora este hombre .... ¿Por qué todos quieren quitarme a mi Doctor Mean? – mencionó la niña con molestia, para agarrarse fuertemente de las piernas de Mean. Dejando en claro su posesión.
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TE ENCONTRARÉ |[2TEMP. BUSCÁNDOTE]|
FanficEsta historia es la continuación de BUSCÁNDOTE Los errores del pasado pueden ser como cicatrices , por más que intentes borrarlos aun estarán en el mismo lugar.