Las cosas en la vida son pasajeras, los momentos no duran para siempre, todo cambia con el transcurso de los minutos, más los destinos ya están sellados y eso lo descubrirán nuestros caballeros de Athena.
- Ahora me doy cuenta lo estúpido que soy – mencioné de forma sarcástica y un poco de dolor que era producto de los recuerdos pasados.
- ¿Estás bien? - oí una suave voz, debido a ello levanté mi vista porque no me había dado cuenta de que alguien estaba allí. Miré hacia arriba y me di con la sorpresa de que me encontraba en la entrada de la casa de Virgo, en realidad no sentí ni siquiera la caminata que realicé. Dirigí mi vista hacia el guardián de aquella casa sin saber que decirle, hasta que vi su mano extendida hacia mí.
- No es necesario y si estoy bien – le dije poniéndome de pie inmediatamente, no quería que me vieran con lastima, ese sentimiento lo detesto.
- Ohh ya veo, pues ¿Qué haces a estas horas fuera de tu templo? Que yo sepa deberías estar custodiándolo – me preguntó con voz neutra, ahora que me doy cuenta, se parece mucho a Camus.
- Bueno, quería caminar un rato ¿Acaso no puedo hacerlo? ¿Quién eres tú para opinar siquiera? – respondí de forma arisca, no quería sonar así pero ya es tarde, solo pude observar como este fruncía el ceño para posteriormente darme la espalda y volver sus pasos dentro de la casa de su constelación.
- Solo era pura cortesía, con permiso – cada vez Shaka se alejaba más, pero no podía dejar esto así, me siento mal porque él no tiene la culpa de ninguna de mis desgracias.
- Espera – dije comenzando a caminar hacia su dirección – yo de verdad lo siento, no pensaba contestarte de esa manera, solo...... discúlpame – completé una vez estando a solo unos pocos pasos de él.
- De acuerdo, te disculpo, pero ahora deberías regresar a tu templo, no tienes que estar por aquí y menos a estas horas – mencionó mientras se adentraba más en la casa, haciendo que la oscuridad de la noche y la escasa iluminación dentro del templo opaque la silueta de mi compañero de armas.
- Tienes razón, buenas noches – fue lo último que dije para comenzar a subir las escaleras, estaba agotado tanto física como mentalmente, pero esta rutina ya la he hecho incontables veces y estoy acostumbrado a ella.
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NARRA SHAKA
Minutos antes....
- Creo que necesito un descanso, llevo dos días meditando y aunque sé que no es suficiente no puedo seguir guardando la misma posición – dije para ponerme de pie.
Últimamente me he estado sintiendo un poco cansado, pero no me preocupa porque esto lo atribuyo como una secuela de haber vuelto a la vida, a decir verdad, los primeros días fueron peores.
- Quiero dormir, pero antes me prepararé una infusión para reducir un poco los dolores en mi cuerpo – recité aquellas palabras en un tono bajo por las pocas fuerzas que tenía. Terminé de hacer la infusión y me dirigí a la entrada posterior de mi casa, aquella que conecta la casa de Virgo y Libra debido a un estruendoso ruido proveniente de ese lugar.
