- Y dime ¿Arriesgarme a que me congelaras o algo por el estilo? Por supuesto que no, tienes que conocer que jamás correría ese riesgo – me miró arrepentido – Camus, se cómo reaccionas cuando comento algo que no te agrada, se honesto conmigo, ¿Al menos hubieras escuchado mis razones, antes de botarme de tu templo o irte? – lo dijo con seriedad, ahora sé que no está bromeando como minutos atrás.
- La verdad no, pero al menos lo podrías haber intentado, ¿Sabes cuánto me arrepiento en estos momentos por lo que hice? Todo se hace tan complicado – murmuré para recostarme por completo en el sillón.
- Sé que todo es difícil, pero piénsalo de otra manera, como te dije, al parecer Milo quiere hacer las paces contigo, solo espera ¿Si? – terminó para agacharse a la altura de mi rostro y pasar su mano derecha por mi cabello, masajeándolo en el proceso. Sé que es su forma de mostrar apoyo además de consuelo, por eso es mi único amigo.
- Gracias – mostré mi gratitud por su gesto, me levanté del sillón para dirigirme al coliseo – ya casi es hora ¿Podemos irnos? – miré en su dirección solo para recibir un asentimiento de cabeza.
- Tienes razón, falta una hora – dijo mientras igualaba sus pasos a los míos.
- Espero que todo salga bien – agaché levemente mi cabeza para evitar que pudiera observar una mueca.
- No te preocupes, de seguro todo saldrá estupendo – espero que aquellas palabras sean ciertas, no quiero ilusionarme con algo que no sucederá, pero no pierdo nada con intentarlo al menos una vez en la vida. Suspiré para continuar con el camino por las escaleras, el cual era demasiado silencioso.
NARRA MILO
Felizmente ya terminé de decorar el pastel, podría ser mejor, pero al menos hice el intento, espero que con eso sea suficiente como para conseguir su perdón.
- Estoy un poco nervioso, jamás le he dirigido palabra alguna fuera de un saludo o para cruzar por su templo – quizás debería haber entablado una conversación con él, en vez de seguir molestando a Camus con mis sentimientos. Aunque sería difícil porque sus actitudes se parecen y eso es lo que me terminaría frustrando al final – es un avance dejar de sentir tristeza cada vez que menciono a Camus, vamos Milo tu puedes superar esto – me alentaba constantemente con esas palabras que al parecer estaban dando resultados favorables para mi recuperación emocional.
- Un momento, ¿Cuánto tiempo falta para el entrenamiento? – me asusté con la idea de que fuera demasiado tarde e inmediatamente giré mi cabeza hacia el reloj en la cocina – Ah bueno solo falta una hora – dije tranquilo, pero no duró mucho - ¡¿Falta una hora?! No puede ser, todavía tengo que alistarme y guardar el pastel dentro de una caja sin que se malogre – grité sin importar el escándalo al que de seguro nadie le interesaba – si llego tarde no podré entregarle el pastel, aunque no creo que importe mucho ¿O sí?
- ¿No que me encontraba apurado? Bueno supongo que después de todo si llegaré tarde, ¡Ahhh! Que estoy diciendo, debo apurarme, pero ¡YA! – me alenté, aunque sabía que aquello no iba a funcionar mucho, no entiendo cómo me pude demorar con esto.
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"Flor Pasajera"
Fiksi PenggemarLas cosas en la vida son pasajeras, los momentos no duran para siempre, todo cambia con el transcurso de los minutos, más los destinos ya están sellados y eso lo descubrirán nuestros caballeros de Athena.