"Flor Pasajera"

CAPÍTULO 19

- Si no ibas a tomar en cuenta mi opinión, no te hubieras molestado en pedírmela – refuté con un tono de voz que implicaba ligera molestia por hacerme perder valiosos segundos de mi tiempo, se supone que debería concentrarme en equilibrar mi cuerpo con la intención de que los movimientos a realizar sean más llevaderos y no se ralenticen por obra de los malestares, más no estoy haciendo aquello.

- Allí te equivocas, si tu respuesta era un sí, no tendría por qué llevarte la contra, en cambio no escuché lo que anhelaba – ya veo, entonces la culpa radica en mis acciones y decisiones, que considerado al tener que explicarme aquel detalle – por cierto, tus manos estaban frías ¿Es posible estar así aun si tenemos un sol radiante sobre nosotros? – haciendo preguntas fuera de lo común desde tiempos atrás.

- Si es posible, así que no es raro – soné cortante, no tenía ánimos para dialogar con alguien, jamás me ha sido indispensable aquella comunicación entre los seres humanos, la cual considero innecesario, aunque en algunas ocasiones dicen que es mejor para liberar el alma.

- Además, esa fue la razón de sostener tus manos, pensaba que te podía pasar algo de calor, por ello te pido disculpas si te hice vivir un mal momento. Pero no me arrepiento de los resultados que obtuve, ahora nos encontramos aquí ¿Cierto? – en ello tenía razón, si no hubiera recurrido a dichas técnicas no habría aceptado su acercamiento y más aun, sabiendo las consecuencias que me traería con otro caballero, más las cosas están hechas.

- Lastimosamente nos encontramos aquí ¿No deberías preocuparte por tu próxima batalla? – cuestioné sin saber muy bien que hacer, era de lo único que tenía idea en estos instantes, porque las interminables dudas golpeaban mi estabilidad mental, amenazando con derribarla.

- En realidad, no estoy preocupado, me produce emoción en otras palabras, lo cual considero bueno, Death Mask no será un problema. ¿Entonces tu si estas nervioso? – no creo que sea el término correcto de expresar mis sentimientos, pero considero que es lo más cercano a mi sentir. La pelea me hubiera tenido sin cuidado si no existiera un resentimiento de por medio y todo eso por la presencia de Milo, alejarlo era una opción prudente en un principio, más no iba a ceder, lo conozco por la pequeña experiencia que tuvimos en el pasado.

- No, para nada. Solo es un simple enfrentamiento donde no me sucederá algo importante – lo último lo dije más como un pensamiento en el que quería creer con todas las fuerzas que quedaban en mi cuerpo, meditándolo un poco, quizás no fue buena idea asistir el día de hoy a los entrenamientos. Mi conciencia se podría perder en cualquier instante y no quiero ocasionar una preocupación en los demás o preguntas alborotadas con suposiciones no acertadas.

- Eso dalo por hecho, eres un oponente fuerte y algún día me gustaría medir fuerzas contigo, de seguro será una batalla asombrosa – su tono de voz era de felicidad pura, comparada con un niño cuando empieza a imaginar un mundo de fantasías. Más su propuesta suena interesante, porque jamás se me había ocurrido algo de tal magnitud y he de admitir que genera cierta emoción en mi interior – además si sucede cualquier cosa que no esté en tus planes, como el simple hecho de perder la batalla, déjame decirte que te apoyaré en todo momento y si alguien quiere molestarte por ello, me tomaré el honor de defenderte – mencionó con seguridad en cada palabra emitida. Aunque es sorprendente la toma de confianza que ha adquirido en tan solo unos minutos, dándome un trato semejante que con quienes ha compartido diversas anécdotas.

- Ya veo, supongo que ¿Gracias? – no sé con precisión que expresiones deba demostrar en este tipo de situaciones, que yo recuerde nunca nadie se había preocupado por mi o siquiera brindado su apoyo en los episodios críticos de mi vida, así que no sé cómo interpretar la sensación a nivel de mi pecho, solo sé que es cálido – pero no necesito de tu ayuda ni nada parecido, quiero que sepas que estoy bien – mentí para que omitiera aquellas oraciones tan poco frecuentes hacia mi persona, completamente bien no me encuentro, más es imposible que alguien pueda hacerme comprender lo que sucede. Es algo demasiado raro porque en todos los años que he servido a Athena, no he manifestado dolencia alguna, justo como ahora, lo cual me preocupa.