CAPÍTULO 16

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- Sí, es cierto – desvié la mirada hacia abajo con la intención de que no viera mis mejillas sonrojadas, pero siento que fue demasiado tarde porque escuché una risa suave proveniente de él, a veces no comprendo a Shura – no es nada chistosa mi respuesta – refunfuñé aún sin tener el valor de encararlo, eso me tomará demasiados años.

- Lo sé, lo siento – colocó una mano sobre mi hombro, allí recién me percaté de que mi cuerpo estaba temblando, no sé si por culpa del coraje o de los nervios – continuemos – con ello subí el rostro solo un poco sin confiar del todo en la seriedad que proclamaba mi querido amigo – el hecho de que sientas amor por Escorpio puede transformarse en diversos sentimientos si lo involucran en una determinada situación – a pesar de entender lo que decía, no comprendía que tiene que ver eso con mis dolencias, por ello puse una mueca confusa, aquella que normalmente no era necesario debido a mi alto coeficiente intelectual – no entiendes – suspiró agotado, como si hubiera hablado por muchas horas.

- Pues no, no entiendo ¿Podrías explicarte mejor? ¿Qué tienen que ver mis malestares con Milo o los sentimientos? – indagué esta vez recobrando mi postura recta con la cabeza levantada en su totalidad.

- Los malestares, aunque no lo creas, están relacionados con los sentimientos hacia Milo – creo entender al punto que quiere llegar, más no lo acepto – cuando viste a Escorpio regalándole algo dentro de esa caja a Shaka, experimentaste los celos que posteriormente te ocasionaron un desborde de emociones al no saber controlarlos adecuadamente, además sentiste decepción en aquel instante. Debido a eso no pudiste ni siquiera caminar ya que todo era demasiado para procesar en un solo momento, tanto para tu cuerpo como aparte tu mente – entonces si es cierto, eso solo significa que estoy completamente perdido, no acabo de saber por completo lo que implica el amor para también batallar con los dilemas referidos a los celos o decepciones. Puede que, en cualquier segundo, pierda la paz en mis acciones.

- Entonces ¿Quieres decir que eso es normal? – interrogué dubitativo, por lo poco que sabía respecto al tema tengo entendido que aquellas sensaciones son en su mayoría negativas y pueden dañar a otras personas. Más conociéndome no me creo capaz de controlar en dichas situaciones si se presentan a menudo.

- Lo es, hasta es más normal de lo que se piensa – me intentaba explicar Shura.

- ¿Los voy a tener siempre? – eso es horrible además de cansado, soportar todas esas emociones no son mi estilo, siempre suelo ignorarlas hasta el punto de que se vuelven inexistentes en mi modo de vida.

- Si, y lamento si no es la respuesta que querías escuchar, por cierto, ¿Ya es visto donde está Escorpio? – en realidad no esperaba un comentario a mi pregunta, pero ¿Por qué cambio de tema? No era necesario ......un minuto, ¿Acaso dijo Milo?

- ¿Milo? No entiendo, supongo que está con Aioria entrenando desde hace un rato – más me di cuenta a donde se dirigía su mirada, no estaba observando al frente donde supuestamente se encontraban los caballeros de Escorpio y Leo, sino que su rostro se encontraba observando en una dirección distinta, para ser más exactos al lado izquierdo del Coliseo.

- Pues por lo visto eso ya no es así, tan solo mira allí – me señaló con un dedo el lugar en donde posaba su vista desde hace unos segundos e inmediatamente le hice caso por puro impulso. Más no esperaba la escena con la que me tope, Milo estaba junto a Shaka en la misma grada conversando tranquilamente.

- No puede ser – fue lo único que logré formular debido a la impresión como también por culpa de mi respiración que se convertía a cada instante en una errática, no tengo idea cuál de las dos emociones estoy sintiendo en estos momentos, solo sé que duele demasiado y de nuevo tengo ganas de llorar, debo estar mal como para tener un desequilibrio por cosas tan simples. ¿Por qué Milo? Si yo te ......amo.

"Flor Pasajera" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora