Las cosas en la vida son pasajeras, los momentos no duran para siempre, todo cambia con el transcurso de los minutos, más los destinos ya están sellados y eso lo descubrirán nuestros caballeros de Athena.
- ¿Estas intentando buscar en Shaka lo que Camus no te pudo dar? – su rostro se llenó de horror e inmediatamente la cambió por una de molestia.
- ¡¿Qué estás diciendo?! – lo más probable es que todos nos hayan escuchado, siempre tan escandaloso Milo, ¿No puedes cambiar? – yo no pienso hacer eso, en ningún momento se me ocurrió tal hecho, tu sabes perfectamente que para mí Acuario significaba mucho, lo amaba, entiende, eso no lo quiero cambiar, solo deseo que deje de doler tanto cuando hablo de él, justo como ahora – si no cortaba esta conversación se pondría a llorar y posteriormente se retiraría, en donde el único culpable seria yo.
- No tienes por qué enojarte, solo era un comentario – lo abracé un poco para que se tranquilizara – si quieres podemos empezar a entrenar un rato – me retiré del contacto para mirarlo y sonreírle, por suerte los demás saben que solo somos amigos, si no, ya me imagino la confusión que se crearía por nuestra cercanía.
- Es lo mejor – dijo para comenzar a estirarse, acción que imité en unos segundos, todavía tenemos muchas cosas que hablar, aunque todo depende de que Milo me las diga.
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NARRA SHURA
Es imperdonable el error que cometí, lo mejor era quedarme callado con todo el asunto del supuesto pastel que iba dirigido a Camus ¿Tan rápido lo olvidaste Milo? Esa es la cuestión interrogante que me tortura ahora, hasta el momento no había visto tan afectado a Camus por algún problema, por lo visto experimentó por primera vez una decepción amorosa, si estuviera en otra situación de seguro que me causaba gracia, lástima que por mientras no puedo darme ese lujo, ni siquiera de respirar tranquilo. Los tormentos de mi amigo son como los míos, siempre ha sido de esa manera desde nuestra infancia, no tuvimos oportunidad de socializar debido a las constantes prácticas, pero ello no le quitó lo divertido a la vida.
Más bien ahora me preocupa el estado de Camus, quedó muy afectado aunque intente ocultarlo, por lo mientras lo recomendable sería distraerlo, pero eso no será muy efectivo, el patriarca en estos momentos nos está brindando las indicaciones, explicándonos que el entrenamiento en esta ocasión será para medir nuestra fuerza física y cósmica, aparte de la velocidad de los movimientos de cada quien, solo espero que Milo no sea contrincante de Camus ya que eso empeoraría las cosas a mi parecer, siento los hechos demasiado recientes para arreglarlos, es mejor guardar distancia además de tiempo, de seguro luego las cosas tomarán su propio rumbo, no me gusta la idea de que sufran ambos, en fin, no se puede hacer nada para evitar los posibles desenlaces.
- Shura – volví mi mirada hacia quien me llamaba y pude comprobar de inmediato que se trataba de Acuario, mi amigo – sígueme, vayamos a entrenar – sé que no solo vamos a calentar antes de los combates, quiere reclamarme.
- De acuerdo – lo seguí sin contradecirlo, justo ahora no quiero llamar más la atención.
- ¿Sabes que por tu confusión casi quedo en ridículo? - ¿Ahora yo tengo toda la culpa? Claro que no, esto no se puede quedar así, no permitiré que asuma cosas sin sentido.
