CAPÍTULO 6

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- Aun yace en mi mente los últimos instantes en donde compartimos palabras, te extrañé m-mucho cuando era niño, p-pensé que había hecho algo mal – pero no, eso lo supe después de un tiempo – al final te aburriste de mí o simplemente la curiosidad se te acabó Escorpio – mencioné con un poco de dolor en mi voz a la vez que emergía de mí una risa que no expresaba felicidad en lo absoluto. Aunque me hizo recordar lo de anoche, cuando observé a Milo sentado en el suelo por haberse caído, me recordó al pasado, donde sucedió lo mismo, solo que ahora es por razones diferentes ¿O no?

FLASHBACK

- Vamos Shaka, juguemos un rato ¿Sí? – decía mientras tironeaba de mis prendas, con la intención de que baje de las gradas, acción que no quería realizar porque me encontraba cómodo en donde estaba.

- Milo estoy cansado, hemos entrenado midiendo nuestra fuerza, no deseo moverme ni un centímetro más – con él podía ser sincero, lo aprendí poco después de empezar a pasar tiempo juntos.

- Yo también estoy cansado, pero por lo menos caminemos un rato, por favor que me encuentro aburrido – insistía en ello, lo conozco y sé que si no le hago caso hará todo un berrinche.

- Está bien, solo caminemos ¿A dónde iremos? – pregunté curioso, la idea me emocionaba un poco, siento que cuando estoy con él las preocupaciones se desvanecen. Ahora que lo pienso mejor, estoy viviendo mis momentos como un niño normal en lo que respecta a juegos.

- Que te parece ir al bosque de aquí cerca, para sentarnos bajo la sombra de los árboles, o bueno tu, porque yo me treparé en ellos para comer manzanas – sonrió como siempre que mencionaba su fruta favorita. ¿De verdad no se cansa de ellas?

- De acuerdo, pero me cargas – sentencié con una ligera risa, cerré los ojos esperando una negativa, la cual nunca llegó, lo único que pude sentir fue un movimiento rápido en mis muñecas.

- Listo, ahora sí, vámonos – aun no salía de mi sorpresa, pero ya era demasiado tarde porque me encontraba en la espalda de Milo, siendo cargado de esta forma hacia el destino mencionado por él.

- ¿Sabes? No era necesario que hicieras eso, todo era una broma, no pensé que te lo tomarías enserio – dije al fin cuando puse mis pies en el suelo frondos, cubierto de vegetación.

- Bueno tú me lo pediste, así que lo hice – escuché una risa proveniente de él, a veces no entiendo su manera de pensar, normalmente ignora mis peticiones como la vez que le dije que se fuera.

- Solo bromeaba, bien, ya estamos aquí – empecé a caminar hacia el árbol más cercano para quedarme bajo su sombra, todo es tan tranquilo en este lugar.

- Quédate allí, por cierto ¿quieres unas manzanas? – preguntó al momento de escalar un árbol cercano a donde me encontraba recostado.

- Si no es mucha molestia, si – finalicé para centrarme solamente en la brisa del viento, el cual relajaba mis extremidades adoloridas por el entrenamiento.

- De acuerdo, espera un momento – lo escuché decir por última vez, estaba tan concentrado en regular los dolores de mi cuerpo que me asusté e inmediatamente abrí los ojos por el estruendo que capté.

- Pero ¿Qué...? – no pude terminar de formular la pregunta porque me di cuenta que Milo se había caído del árbol por un descuido - ¡Milo! – me acerqué para ver si estaba bien.

- Me dolió – dijo para empezar a reír, es un tonto, ¿Qué acaso no se da cuenta de la situación? Pudo hacerse daño.

- Tonto – bufé para retirarme a pasos rápidos del lugar, me había preocupado y él solo se ríe.

"Flor Pasajera" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora