CAPÍTULO 21

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- Estas provocándome y no creo poder controlarme después si sigues así – Cerré los ojos fuertemente, tratando de alcanzar una pizca de calma, aquella que al parecer se estaba consumiendo en mi interior como pólvora, y que, por ende, iba a explotar del coraje en cualquier instante. Quizás en otro momento, sus palabras no me hubieran importado en lo absoluto, pero ahora...soy incapaz de ignorarlas, ¿Es porque relacionan a Camus? ¿Es por él? ¿Ese es el verdadero problema? ¿Soy un inútil en intentar olvidarlo y superar el dolor?

- No tengo intención de guardar mis comentarios – Eso lo supe desde el primer día en que te conocí, más jamás me imaginé enfrascarme en un pleito verbal con el caballero más arrogante, según mi punto de vista. Pero lo que más me inquieta es esa sonrisa que nunca deja su rostro. ¿Siempre tiene que tenerla? Como la odio.

- Pero Death Mask, no entiendo, que tanto hablas si Afrodita tampoco te soporta, y lo entiendo a la perfección, ya que justo en estos instantes estas demostrando lo poco inteligente e irracional que puedes llegar a ser. Una amistad como la tuya solo puede traer desgracias. Pobre Afrodita ¿No crees? Tener que estar a tu lado solo por lástima, aquella que, según tú, tienes hacia mí – comenté con una sonrisa en mi rostro, me agradaba la idea de molestarlo, debido a que aún no empezaba el enfrentamiento y aparte de eso, se lo buscó – que pasó, porque te quedas tan callado ¿Puede ser que te dolió saber la verdad? O quizás ya lo sabias y te seguías haciendo el idiota. Aunque lo más seguro es eso.

- Yo no obligué a Afrodita para que siga a mi lado, él lo decidió así, pero quien prácticamente hizo aquello, eres tu Milo. ¿Acaso jamás te diste cuenta de todas las miradas de disgusto que te dirigía Camus? ¿Eras tan ciego? – movió su mano frente a sus ojos para hacer énfasis en la frase, lo cual me molesto y más por esa sonrisa que se asomaba por su rostro en cada oportunidad. Es cierto que tenía diferencias muy notorias con Acuario, más pensé que se debía a su actitud tan cerrada, la cual no me molestaba para nada, lo quería como era, sin querer cambiar nada de él porque lo consideraba parte de su esencia. Aunque debo reconocer que fui un ciego tal vez, por todas las veces en las que Camus se molestaba con mi simple presencia en su templo.

- Esos son asuntos pasados, los cuales no te deben de interesar en lo más mínimo – y era verdad, en el punto de ser temas que no le tendrían que llamar la atención, más si nos referimos a que se trate de algo viejo y olvidado, es imposible para mí...al menos por el momento, siento que tarde o temprano toda esta situación la recordaré con una sonrisa o bien con un suspiro por aquello que no pudo ser, ni siquiera en mis mejores sueños.

- Oh por supuesto que no me interesan en lo absoluto, solo que me cuestiono a que grado puede llegar tu estupidez – y dale con las palabras que lo describen a él, bueno al menos sé que fui un completo idiota por todo lo que tuve que pasar para finalmente darme cuenta de la cruel verdad. Aquella que hasta ahora pesa sobre mi corazón...y duele de una forma tan fuerte además de constante, que temo morir por ello.

- Mira quien habla, no estás en posición de decir eso tan libremente – Reí ligeramente, y pude notar como fruncía un poco el ceño, aunque el gesto no le duro mucho tiempo en el rostro...que lástima, me hubiera gustado mencionarlo.

- Claro que lo estoy, pero tengo una pregunta más para ti, ¿Acaso tienes algún motivo romántico por el cual te pongas del lado de Shaka y además te hayas acercado a él? – es suficiente, no entiendo porque todo el mundo llega a esa conclusión, ¿Es tan difícil creer que tan solo quiero ganarme su amistad? Bueno...ahora ese es mi objetivo, aunque en un comienzo deseaba simplemente reparar mi falta con el arrebato de actitud que tuve en frente de él, sigo opinando que no hice lo suficiente para mostrarme arrepentido... ¿O estoy exagerando? ¡AHH! No es momento de pensar en eso.

- ¿Por qué todos preguntan lo mismo? – murmuré entre dientes, sin percatarme aún de la cercanía que en tan solo segundos había adoptado el caballero de Cáncer. Mala elección de palabras al parecer, y lo pude comprobar al levantar la vista nuevamente, debido a que, en mi pequeño debate mental, había reclinado mi cabeza.

"Flor Pasajera" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora