CAPÍTULO 5

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- Mejor me concentro en las actividades que tengo que realizar antes del entrenamiento, tengo poco tiempo por despertarme tarde – suspiré un poco ansioso, si bien es cierto puedo acabar todo en unos minutos, con los pensamientos y cansancio de mi cuerpo, no tardaría en agotarme rápido o distraerme con cualquier cosa. Es más, aún tengo presente la noche anterior y la forma en la que hablamos después de años, Milo de Escorpio.

FLASHBACK

Me encontraba meditando en el coliseo donde los demás aprendices a caballero también lo hacían, en donde el señor Saga junto a Aioros, caballeros de Géminis y Sagitario respectivamente, estaban enseñando a cada uno de los demás, no me agrada unirme a ellos porque prefiero la tranquilidad que llego a alcanzar estando solo en esta posición, con las piernas cruzadas y sentado en una de las gradas.

- Hola – me saludó alguien a quien no pude reconocer debido a que tenía los ojos cerrados, solo mantuve la expresión en mi rostro mientras no hacia ningún movimiento precipitado que rompiera mi concentración - ¿estas allí? – volví a escuchar la misma voz, pero esta vez sostuvo mi rostro y lo alzó un poco hacia la luz del sol, cayéndome este de lleno en mis párpados.

- Si estoy, por favor no me molestes – contesté quitándome sus manos de encima para volver a mi anterior acción.

- Entonces porque no me contestabas – se sentó a mi lado, y pude sentir que estaba mirándome, quizás no tendré los ojos abiertos pero lo que hace es inconfundible.

- No era necesario hacerlo, estoy ocupado – pensé que con eso se iría, justo como los demás hacían al terminar la oración, aunque en esta ocasión no fue así completamente.

- ¿Cómo se llama lo que estás haciendo? Y ¿Por qué mantienes los ojos cerrados? – se acercó un poco al lado derecho de mi rostro, haciendo que me sienta incómodo, hasta el momento no he interactuado con nadie y eso me pone un tanto nervioso.

- S – se llama meditación – no pude evitar tartamudear por toda la situación que me parecía sumamente extraña, quería decir algo más respecto a su otra pregunta, pero no encuentro las palabras correctas para explicarle.

- Ohh entiendo, pero no me dijiste por qué mantienes tus ojos cerrados – sentí que se puso de pie frente a mí – tengo esta manta, si quieres puedo ponerla así de alto con mis brazos para que no te moleste el sol y así puedas abrir los ojos - ¿Qué? Porque pensaría que tengo problemas con mis ojos, no los abro debido a que pierdo la concentración, recién estoy comenzando con eso y no deseo que algo salga mal. Pero, a decir verdad, el chico frente a mi ...espera, ni siquiera nos hemos presentado, y aun así me esta supuestamente ayudando, eso es algo que hasta el momento nadie ha intentado, se nota que es ocurrente.

- No es por el sol que mantengo mis ojos cerrados – intenté aclarar un poco sus dudas, pero solo obtuve un silencio demasiado largo, quería escapar de allí, aunque verdaderamente me gustara interactuar con alguien tan insistente como él. Hasta ahora nadie ha intentado mantener una conversación larga conmigo, sé que suelo ser cruel a veces, lo malo es que no lo hago a propósito, solo no sé cómo actuar para continuar una charla, por lo general me quedo callado y el resto interpreta eso como signo de desprecio hacia ellos.

- Entonces porque lo haces, de seguro debes tener unos ojos hermosos – inmediatamente me sonrojé por ese comentario, jamás alguien me había dicho eso – que lindo eres, te volviste rojo, te sienta bien – no puede ser que diga cosas así tan a la ligera, me hace sentir extraño, pero a la vez es algo reconfortante que una persona te diga eso a los pocos minutos de conocerse.

- No digas tonterías y no considero mis ojos como algo que se mida a tal magnitud al referirnos a la palabra hermoso – se quedó callado nuevamente más no se iba, ya que podía sentir la sombra que proyectaba aquella dichosa manta sobre mí.

"Flor Pasajera" Donde viven las historias. Descúbrelo ahora