#FFFAFA
Siempre me pregunte ¿que son las personas para cada uno de nosotros?
Cuando Aether conoció a Ningguang, la considero una mujer decidida y con una tenacidad ferviente para buscar los medios necesarios que la llevaran a cumplir sus objetivos, una belleza letal que para la gente parecía ambiciosa y egoísta, pero en el fondo poseía las mejores intenciones para mejorar su nación.
En las semanas posteriores a la batalla contra Osial, el viajero junto a su pequeña acompañante se ocupó de diferentes encargos en la nación portuaria de Liyue, si lo hice en Monstandt con todo gusto, porque no, en la nación que lo veía como su máximo héroe tan solo superado por las 7 estrellas y el propio Arconte ahora considerado muerto.
Las tareas no fueron especialmente fáciles o extremadamente complicadas, desde luchar contra ladrones de tesoros, destruir globos slime e incluso ayudar a unos pequeños niños con su juego de piratas, la mayor parte de la mañana era por así decirlo entretenida hasta el mediodía, donde Paimon hacia todo lo posible para llevarlos de regreso al puerto a comer en el restaurante Wanmin, donde el chef Mao siempre los esperaría junto a su joven hija, Xiangling; siendo esta ultima la que con algún plato de dudosos ingredientes insistiría reiteradamente para que Aether probara la nueva receta.
En medio del día a día con sus muchos encargos llego a recibir una petición por parte de las 7 estrellas, un día cualquiera nuestro viajero fue abordado por Ganyu quien le informo que la Tianquan necesitaba de su presencia.
Con la cámara de Jade destruida en la batalla con el Dios antiguo y la nueva en plena construcción, la terraza Yujing fue ocupada por Ningguang para el desarrollo de sus actividades como Equilibrio Celestial, en las pocas ocasiones que fue solicitado por la bella dama, Aether se mantuvo atento a las miradas indiscretas que le propinaba como si de una advertencia o un extraño llamado a la obediencia se trataran, ciertamente lo ponían nervioso e inquieto, pero no le dio importancia.
Eso cambio un día que directamente le dijo que no hacia falta las formalidades entre ambos, pero que debía tratarla con respeto, su influencia era grande y cualquier tipo de insolencia de su parte lo pagaría muy caro... y no, no hablaba de términos económicos o algo parecido.
Dejando a Paimon al cuidado de Xiangling, nuestro viajero, escoltado por Ganyu llegó a la oficina de Ningguang, ella les permitió pasar con cautela como en todas las otras ocasiones, solo que el ambiente era diferente ahora.
La Tianquan se hallaba en medio de una reunión con el Tio Tian y el equilibro Terrenal, Keqing, sin querer molestarlos Aether y Ganyu se quedaron a la espera mientras la conversación continuaba su rumbo.
Minutos mas tarde, tanto El Tío Tian como Keqing habían salido de la oficina con un humor bastante cuestionable especialmente la joven Yuheng que se veía algo enfadada.
Con todo lo anterior, Ningguang ahora sentada en su escritorio les dirigió la palabra, invitando al viajero a sentarse en la silla frente a ella.
- Ha pasado un largo tiempo Aether, espero que tu estancia en Liyue haya sido por demás grata. - proclamo la bella dama. - no me gustaría pensar que su salvador no está a gusto con el trato que le da su gente.
Por un lado Aether recordó lo tosco y ambiciosos que no dejaban de ser los habitantes de Liyue, por un momento pensó dejar la ciudad y regresar a Monstandt con sus amigos, pero la insistencia de Ningguang fue lo que lo mantuvo aquí, todo esto claro, no podía decírsele a la dama frente a él, seria más que solo un insulto, aunque por otro lado debido a su influencia y contactos seguramente ya sabía todo esto de antemano.
Han sido muy amables, y estoy agradecido con ellos, dijo el viajero mientras veía la sonrisa de Ningguang desaparecer en un instante... se equivocó.
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Genshin Impact "Future Ends"
FanfictionAl final de todo, Aether, el joven viajero que junto su fiel acompañante Paimon, habían recorrido Teyvat con el objetivo de reencontrarse con su hermana, observa el mundo que dejaría atrás desolado y en ruinas. El podía ser el héroe que la gente n...