18 1/2 Irracional

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Con un leve sobresalto, Aether se despertó de en medio de una siesta reconfortante, aún acostado en el acolchado sillón frente a las sillas que los mercaderes utilizaban para charlar con Ningguang en la cámara de Jade.

Sobre su pecho, el pequeño seele dorado dio un leve salto, agudizando sus sentidos y alertando en el proceso a Kageroumaru.

El revuelo causado por el joven alertó a la bella Baixiao, una de las secretarías de la Tianquan, quien de inmediato se apresuró a atender al joven buscando mantener el sereno ambiente que yacía en la Cámara.

La imagen espléndida de la mujer se presentó a nuestro héroe, inclinada con una mirada decidida.

Su voz delicada y suave llego a tranquilizar sus alterados nervios y por un instante se sintió apreciado.

Negando con la cabeza, Aether le aseguró a que se hallaba bien y se sentó en el sillón, estirando sus brazos, observando de reojo a la secretaria regresar a sus labores cotidianas.

Finalmente, con sus sentidos en completo control, Aether recorrió la oficina del equilibrio celestial, admirando la decoración y deteniendo su vista en la figura bellamente vestida y concentrada de la soberana de Liyue, Lady Ningguang.

La expresión en su rostro fue la de una mujer decidida, pragmática y por sobre todo letal.

La nula intención de interrumpir a sus acompañantes fue una muestra de autoridad irreprochable.

Ella se veía tan lejana, ajena a su propio control.

Con un leve suspiro, Aether se inclinó en su asiento, cruzando sus manos debajo de su mentón, meditando en sus acciones, retos y miedos.

Los pensamientos irracionales revolotearon en su mente a medida que los recuerdos regresaron y le recordaron que clase de monstruo era.

Abriendo sus ojos casados, Aether observó su mano con atención, desdibujada a traves de la bruma y los recueros lejanos, aquellos que le presentaron la imagen de su propia naturaleza.

Su mano se deformó de pronto, cambiando su forma de maneras irracionales, transformando su brazo, torso y cuerpo, convirtiéndole en un ente hórrido e indescriptible.

Sintió su cuerpo destrozarse, sus músculos hacerse trizas y sus huesos crujir, junto a un dolor atronador que lo llevó a un estado de desesperación absoluta.

Intento gritar, pedir ayuda, una mano amiga que lo sacase del suplicio y le diese fin.

Poniéndose de pie como pudo, se aventuró fuera de la oficina de Ningguang, aterrando a los residentes de la cámara de jade mientras se dirigía hacia el estanque en la base de las escaleras de la cámara.

Allí y con miedo, se observó a si mismo reflejando en las aguas cristalinas y pudo ver eso.

La imagen aterradora de un ser sin nombre, de un ente atroz, cuyo rostro parecía no reconocer y su mirada le dejó en claro que jamás pertenecería a ningún mundo.

La ira invadió su ser, caló hondo en su consciencia, arrojándola a una vorágine de decepción.

Mírate, eres... un monstruo...

Declaró angustiado

Te odio... yo te odio...

Le gritó a su reflejo, estirando sus brazos golpeando el agua, buscando erradicar aquella imagen irracional

¡TE ODIO!

El leve rose del hocico de Kageroumaru, regreso al joven al mundo real, alejando de su ser aquellos lapsos en los cuales se veía a sí mismo como el monstruo que busco olvidar.

Genshin Impact "Future Ends"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora