En algún otro mundo, todo siguió su propio rumbo y la destrucción plagó la vida de cada persona, hombre mujer y niño; en algún otro mundo, el héroe protector sucumbió ante las terribles revelaciones de su hermana y su pasado. En otro, ambos destruyeron Teyvat con sus propias manos sin ninguna clase de remordimiento.
He estado aquí como siempre, observando la realidad alzándose, intentando sobrevivir ante su inminente destino, su fin, su destrucción. Nada existe, nada es real, todo es una mentira.
¿Por que seguían luchando?, ellos llegarían tarde o temprano, traerían muerte y destrucción, nada los podría detener y aún así, ellos permanecerían de pie blandiendo sus espadas, tal vez se habían resignado, cansados de sus vidas mundanas, se aferran a la van esperanza de que alguien los salvaría, un desperdicio de fe cuestionable, les fallaron sus dioses, sus héroes, ellos mismo al creer que tenían el control de sus vidas. Todo era mentira, nadie podía saberlo, ellos fracasaron en todo, sus esfuerzos de salvar la tierra que tanto amaban, ¿por qué? era el destino.
Todo termina aquí, este pensamiento cruzó la mente del joven viajero mientras intentaba salir de en medio de los escombros en los que se hallaba atrapado, con esfuerzo retiro cada piedra, bloque y Pilar, con el deseo de finalmente ver Celestia. La batalla había sido la más difícil de todas, los dioses de aquí tan ensimismados en sus propios deseos y caprichos creyeron poder enfrentar a este "héroe" que lo había perdido todo, con fiereza enfrentó a cada uno de ellos, acabo con sus vidas, les arrebató el poder y el último de todos el que más pelea le dio, termino arrojándolo a uno de sus templos, mientras el mismo caía muerto con la espada del joven viajero.
Aether finalmente logró retirar el último pilar que apresaba sus piernas y con mucho dolor se reincorporó para dirigirse al centro de la plaza donde ahora mismo se hallaba el cuerpo sin vida del dios que creyó podía controlar la vida de todos en Teyvat.
Inamovible ahora, el chico solo pudo soltar un suspiro de tranquilidad, ya nadie podría amenazar sus vidas, sus amigos estaban a salvo, finalmente eran libres de descansar por siempre en paz.
Todo el esfuerzo, las vidas, los años habían valido la pena, el joven se alejo del cuerpo del dios caído, con dirección al obelisco en medio de la plaza, decidió acostarse allí para descansar y mirar su obra. Celestia fue destruida, lentamente la energía que mantenía volando el lugar, cedería y el reino caería como un meteorito a la tierra dando fin a toda vida.
¡Oh Dios!, ahora en retrospectiva, era su culpa, tenía miedo en ese entonces, les había fallado a tantas personas que pensó, que esta era la mejor solución, la respuesta; creyó que podría cambiar el destino, se hizo la ilusión insana de que podía salvarlos, de que podía detenerlos, protegerlos. Les mintió a todos y ahora solo, en medio de un reino destruido, esperaba el inminente final.
Perdón, yo les fallé, creía que podía salvarlos, quien podría saber que era yo el responsable de su fin, de su muerte, los lleve a la guerra con las ilusiones de Victoria y tan solo les hice presenciar la insignificancia de sus esfuerzos, en una guerra de seres tan poderosos como para terraformar la tierra, me convertí en verdugo de mis propios amigos, enemigos y aliados.
#FF0000
¿Recuerdas los innumerables mundos?, las personas, los paisajes, el viaje que los llevo a la eternidad. Con una voz suave y delicada, el ser frente a él lo interrogaba con paciencia, quería responderle, decirle que todos aquellos recuerdos fueron enterrados en el pasado, que el tiempo se encargó de mermar su memoria, que la eternidad le arrebato el viaje que hace miles de años habían empezado ellos.
Pero no podía hacerlo, el dolor de su cuerpo y el agotamiento tras aquella última batalla le imposibilitaban moverse más allá de poder estabilizarse en el obelisco después que se dejó caer para descansar.
La deidad frente a él fue comprensible, y enseguida se acercó al joven recostado en el suelo para luego inclinarse y sentarse a su lado. Disfrutando tal vez de su compañía por una última vez.
- Todo esto es mi culpa. - afirmo el joven viajero mientras veía el suelo con arrepentimiento intentando contener las lágrimas. - si tan solo fuese más fuerte, hubiera podido dejar mis sentimientos de lado y concentrarme en salvarlos.
Al instante Aether partió en llanto, mientras se lamentaba su terrible destino y el de sus amigos.
La diosa a su lado lo miro con lastima y tristeza, cuando conoció al joven hace ya varios siglos atrás, lo admiraba por lo fuerte y lleno de voluntad que se veía en cada instante, el junto a su hermana llegaron para ver el maravilloso mundo que fue Teyvat alguna vez, ella tan piadosa y servicial como de costumbre les abrió las puertas para que ellos puedan explorar a sus hechas siempre y cuando no les hicieran daño a sus protegidos.
Recordó cada instante cuando el joven viajero regresaba con ella para contarle todo lo nuevo que había visto y aprendido, los lugares, las personas, la comida todo un mundo nuevo y las diferentes experiencias que junto a su hermana pudieron vivir.
Con el pasar del tiempo los gemelos se quedaron con ella observando el mundo cambiar, las estaciones pasar, naciones surgir y caer, la personas envejecer y dejar de ser para siempre.
El tiempo paso, y una nueva era llego, Aether y Lumine decidieron dejar de solo observar, era momento de volver a recorrer el mundo una vez más, antes de partir.
Ella los observo en un nuevo viaje, los vio afectar a las personas que los rodeaba, ellos empezaron a querer, a anhelar pertenecer a ese mundo, sintió sus corazones comprimirse al sentir por primera vez en siglos aquellos sentimientos que tanto habían reprimido, se alegraron por volver a visitar el mundo, pero tambien se sintieron tristes porque los amigos que hicieron en el pasado, se fueron, no volverían.
Ella quería ayudarlos, librarlos del dolor, pero sabía muy bien que esto era lo que ambos jóvenes debían sentir, un poco de humanidad.
Regresamos al presente, el joven a su lado sigue derramando lágrimas de pura tristeza y frustración, ella por supuesto sabe qué hacer, lentamente lleva sus brazos alrededor del joven chico y lo abraza de forma cariñosa, las palabras consuelo son tranquilizadoras, y siente como el joven va calmándose lentamente.
Ella sujeta su mentón con su mano para poder limpiar las lágrimas mientras ambos se miran a los ojos sintiendo el dolor en sus corazones. Ambos estaban solos o al menos eso pensaban. Nada dura para siempre, ni la esperanza, ni yo...
Ambos se quedaron mirando expectantes de lo que iba a pasar a continuación, antes de ser interrumpidos por una voz bastante familiar, levantaron la mirada para ver a Paimon frente a ellos.
- Paimon cree que esto no se ve para nada bien. - Infirió la pequeña hada mientras volaba cerca de la diosa buscando protección, se veía indefensa y muy asustada, un alma pura en un mundo roto, por un momento Aether recordó las pocas veces que su compañera de aventura se veía angustiada de esta forma.
La diosa gentilmente extendió sus brazos ahora relajados a sus costados, con la intención de abrazar a la pequeña hada, ella miro sus intenciones y rápidamente se hundió en el cálido abrazo.
Y ahora que...
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Genshin Impact "Future Ends"
Fiksi PenggemarAl final de todo, Aether, el joven viajero que junto su fiel acompañante Paimon, habían recorrido Teyvat con el objetivo de reencontrarse con su hermana, observa el mundo que dejaría atrás desolado y en ruinas. El podía ser el héroe que la gente n...