15. No worries

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Me encontraba comiendo arroz tres delicias en el suelo en una especie de picnic improvisado. Había colocado una sábana, ya que el suelo estaba frio, y Olivia se había encargado de todo lo demás gracias a la bolsa que trajo consigo. Eso parecía el bolso de Mary Poppins. Hablar de nada en concreto con Olivia había hecho que me olvidara de que mis padres estaban en el salón, a escasos metros de nosotros, sin ser consciente de que estaba acompañado.

- Vale, ¿cuál es el animal que está en medio del purgatorio? – Me preguntó para después dar un sorbo a su bote de cerveza.  

Había agradecido que a mí me hubiese traído un bote de refresco. Jamás había probado el alcohol y por el momento no tenía ninguna intención de hacerlo. Me centré en su pregunta. ¿Cuál es el animal que está en medio del purgatorio? A ver, el purgatorio, según la iglesia católica, es un lugar en el que las almas de los muertos pagan sus pecados antes de alcanzar la gloria eterna. También podía utilizarse para describir un lugar donde se pasan penalidades o para un padecimiento moral o físico. ¿Pero qué animal podría estar ahí? ¿La iglesia considera que los animales pecan? Que yo sepa  no, y tampoco podía acceder a un más allá con el ser humano. Pero, ¿entonces? 

Miré a Olivia sin saber que contestar.

- ¿Y bien?

- No lo sé. – Contesté con sinceridad. 

Carraspeó mostrando una leve sonrisa. 

- El gato. 

- ¿Qué? – Pregunté extrañado. - ¿Por qué? 

- Pur-gato-rio. 

PurGATOrio. Ladeé la cabeza. Se trataba de una pregunta con truco.

- Vete de mi casa. – Ordené divertido.

- Oh venga, era fácil.

 Cogí otra cucharada de arroz y lo introduje en mi boca.

- ¿Quieres saber algo?

 Asentí aun masticando. 

- Durante la guerra de secesión, cuando las tropas regresaban a sus cuarteles sin ninguna baja, escribían “0 Killed” en una gran pizarra… Y de ahí viene la expresión “Ok” para decir que todo está bien.  – Aclaró sintiéndose orgullosa ante tal curiosidad.

- ¿Cómo sabes eso?

- Lo leí en una revista.

Sonreí. La verdad es que era un dato interesante, o al menos a mí me lo parecía. 

- A veces utilizo cosas así para entablar conversaciones.

- ¿Y te funciona? – Pregunté.

- Estamos conversando, ¿no?

- Touché. 

-o-

Después de cenar, y viendo que la tormenta no cesaba, decidimos ver una película aprovechando que tenía un televisor en mi dormitorio, el cual casi nunca utilizaba. Me encontraba con la mirada fija en la caja luminosa, con la espalda pegada en la pared y con Olivia a mi lado, apoyando su cabeza sobre mi hombro y tapada con una fina manta. Me encontraba cómodo y tranquilo pero deduje que esa sensación poco iba a durar cuando unos golpes en la puerta de mi habitación me alarmaron. Rápidamente observé a Olivia y ambos nos pusimos de pie sin saber qué hacer.

- Escóndete. – Ordené en voz baja.

- ¿Dónde?

Señalé el armario y se metió rápidamente mientras yo escondía los restos de la cena bajo la cama y acudía a abrir la puerta.

Young volcanoes (Shawn Mendes)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora