Young volcanoes (Shawn Mendes)

21. Foolish

Noté como mi espalda era golpeada contra la pared y como alguien estiraba de mi chaqueta con fuerza.

Sam.

Oh no.

- Maldita sea Mendes, parece que disfrutas tocándome las pelotas. — Escupió con desprecio.

Pero, ¿qué había hecho yo ahora? Que yo supiera, nada que afectara a Sam o que pudiera molestarlo.

- N-no he hecho nada. — Susurré.

Mis palabras provocaron más ira en él y me empujó con más fuerza. Dios, esto dolía.

- ¿Qué no has hecho nada? Dime que nada hacías con mi novia. 

Sus palabras me extrañaron al instante. ¿Lo que le había molestado era el verme con Anna, en serio? El chico malo y popular del instituto, el seguro de sí mismo, el arrogante y valiente, ¿celoso de mí? No es que yo creyese que se trataba de eso pero no encontraba otra explicación.

- ¿Celoso? — Pregunté algo divertido.

- ¿Qué?  Sí, estoy celoso de ti. — Contestó con sarcasmo para después añadir un par de carcajadas. - ¿Por qué iba a estar yo celoso de alguien como tú?

- ¿Y por qué iba a molestarte si no?

Sam me miró con una mezcla de desprecio y sorpresa. Me apuesto todo lo que tengo a que no esperaba que le contestara, ya que nunca lo hacía. ¿Qué me estaba pasando? Nunca había mostrado un ápice de valentía ante él y ahora esta situación me causaba hasta gracia.

Sam acercó su cara más a la mía mientras tensaba su mandíbula y clavaba su mirada de odio en mis ojos con la intención de achantarme. Cosa que conseguía.  

- Mantente lejos y no tendrás ningún problema. — Me advirtió.

¿Esto era cachondeo? ¿Y qué pasaba cuando no conocía a Anna? Estaba alejado y aun así tenia estos encuentros con Sam. 

- Yo no estaba haciendo nada. — Expliqué. — Solo somos amigos.

- ¿Amigos? — Preguntó con rabia. — No me cuentes gilipolleces, Anna no es amiga tuya y no me digas que no estabais haciendo nada porque el señorito Mendes, don asistencia perfecta ha faltado a clase para estar con mi novia. — Volvió a empujarme con fuerza. - ¿Qué debo pensar ante eso? 

Desvié mi vista de su retadora mirada. No sabía que contestar ante aquello pero sin duda sabía que no era para nada lo que él imaginaba.

De repente, Sam lanzó un fuerte puñetazo en mi estómago haciendo que me encogiera de dolor.

- Esto por si no te has enterado. 

Aprovechando mi postura propinó un rodillazo en mi estómago consiguiendo que me derrumbara lentamente hasta caer al suelo.

- Esto para que te quede claro del todo.

Observé desde el suelo como levantaba su pie y pisaba con fuerza una de mis piernas provocando que soltara un grito de dolor y esperando que aquello alertara a alguien. 

- Y esto... - Se encogió de hombros. — Esto porque me da la gana.

Cerré los ojos con fuerza y respiré hondo. No quería ver su siguiente golpe, ya dolía suficiente. La pierna me ardía y el estómago me daba pinchazos con cada respiración. ¿Es que esto no iba a parar nunca?

Esperé recibir el golpe de Sam que nunca llegó ya que como respuesta a mis plegarias escuché un fuerte golpe metálico. 

- ¡Sam!