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Show 18

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Después de una larga espera la ropa que han recogido descansa en el asiento trasero del vehículo y el par emprende camino rumbo a casa, no hay nada que decir por lo que NamJoon canta mientras conduce y JungKook observa los transeúntes a través de la ventana, muchas personas van y vienen por las calles, ancianos, niños, jóvenes; ve a una señora con un pastel en las manos y JungKook recuerda lo que le dijo Kim JongIn respecto al señor omega.

—Papá —llama con la vista en los establecimientos.

— ¿Sí?

— ¿Puedes adelantar mi mesada?

No es algo inusual en su hijo por lo que no se sorprende. — ¿Quieres un nuevo videojuego? —Cuestiona cambiando la dirección del vehículo al centro comercial.

—Hm... no —contesta nervioso, jugando con sus rodillas.

— ¿Qué quieres comprar?

—No lo sé —se encoge de hombros, no tiene ni la menor idea, nunca ha tenido amigos omegas tan cercanos — ¿Qué le gusta a los omegas? —Pregunta bajo.

NamJoon desvía la mirada de la calle al chico ¿Escuchó bien? — ¿Quieres comprarle algo a tu hermano? —Pregunta extrañado, se acerca el cumpleaños de uno de sus hijos.

—No —niega de inmediato ¿Por qué haría eso? —, es para... Kim TaeHyung —nombra sonrojado —. ¿Qué puedo regalarle? —Agrega veloz, quiere desviar la mención del nombre de inmediato —. Ayer fue su cumpleaños y quiero comprarle algo.

—Bueno, es tu amigo, lo conoces mejor ¿Qué clase de cosas le gustan?

JungKook piensa unos segundos, reúne toda la información que recuerda. —Le gusta la pizza como a mí —menciona emocionado —, los colores pasteles —informa serio —, las matemáticas —cuenta sorprendido —, ...

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Padre e hijo recorren el centro comercial, local tras otro buscan el regalo perfecto, pero no encuentran nada, NamJoon sugirió ciertas cosas como chocolates, un muñeco de felpa, una carta, ..., pero JungKook rechazó cada opción alegando que eran cosas sosas y aburridas, quiere regalarle algo que en verdad le guste, algo único ¿Pero qué?

Las opciones de establecimientos se agotan y como caído del cielo, JungKook camina frente a una vitrina y encuentra el regalo perfecto.

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La familia Kim se reúne como todos los días en el comedor para la cena, todos los miembros están alegres como es usual, comparten lo que hicieron en el día, bromas amistosas y de vez en cuando los hermanos discuten por pequeñas cosas como tener la porción más grande de comida. Es sábado, lo cual significa: estofado de la familia Kim, una receta que trasciende cuatro generaciones, la comida favorita de los pequeños, en especial para JungKook.

—Manos fuera —exige SeokJin, ni siquiera ha dejado la olla sobre la mesa y los pequeños se mueven inquietos para ver quién será el primero en llegar a la comida.

—Niños... escuchen a su papi —ordena NamJoon, quiere ser el primero.

SeokJin intenta de nuevo controlar a la masa de comensales hambrientos, pero no tiene caso, siempre son así. Cuenta hasta tres en la cabeza y deja la olla lo más rápido que puede para después huir de la masacre, no quiere perder una mano. SeokJin toma asiento y una vez que todos se han servido su propia comida, él hace lo mismo.

— ¿Quién...? —Sobra una porción, eso jamás ocurre, alza la mirada y se encuentra con el pequeño Kook sonriendo de oreja a oreja, el pequeño ríe para sí y tiene la mirada en su propio regazo —. ¿Bebé?

— ¿Hm? —Vuelve a ver a su progenitor y su sonrisa no decae, ni siquiera se molesta por el seudónimo.

— ¿Te sientes mal? —Pregunta aunque lo duda mucho al ver su expresión.

—No.

— ¿No tienes hambre?

—No.

— ¡¿No?! — ¿Qué está pasando? Su bebé nunca, jamás, deja de comer —. Bebé, por qué... —JungKook baja la mirada unos segundos y su sonrisa crece — ¿Qué tienes ahí?

— ¡Nada! —Corta de inmediato, quiere fingir demencia, pero su torpe hermano mayor le arrebata lo que esconde sobre el regazo —. ¡Dame eso!

— ¿Qué tenemos aquí? —Cuestiona YeonJun con una bolsa de papel decorada en manos, JungKook intenta recuperarla, pero su hermano no se lo permite.

— ¡Devuélveme eso!

—No —JungKook se lanza sobre su hermano y éste le arroja la bolsa al segundo mayor —. ¡Piensa rápido! —Exclama y SooBin logra atrapar la bolsa.

— ¡Niños! —Advierte SeokJin, pero ninguno le presta atención. De pronto se inicia una batalla, los omegas contra el alfa, ellos juegan a lanzar y atrapar la bolsa con el fin de evitar que JungKook la recupere, en el transcurso hay un sinfín de burlas de los omegas, quejas por parte de JungKook, regaños de SeokJin y silencio de NamJoon, quien come tranquilamente mientras su esposo intenta recuperar el orden en la mesa —. ¡Niños! Ya fue suficiente.

JungKook previene un pase y lo intercepta, HueNing, el menor, quiere seguir jugando así que intenta arrebatarle la bolsa a JungKook, pero no puede, la diferencia de fuerzas es evidente, sin embargo, el pequeño HueNing no se rinde, lucha por la bolsa y en el arrebato la misma se rompe provocando que el contenido caiga en la olla con el estofado. La algarabía disminuye conforme el obsequio se hunde en el estofado, los omegas mayores recuperan la compostura y fingen demencia, el pequeño HueNing baja la mirada y toma asiento, SeokJin recupera el objeto y lo limpia con una servilleta, JungKook observa lo que hace su papi y su semblante lentamente cambia a uno molesto, y NamJoon sigue degustando la comida.

—Niños... —ni SeokJin sabe qué decir, sabe que es algo valioso para su pequeño alfa.

— ¡Lo siento! —Se apresura en habla HueNing, se siente mal, no quiso que algo como eso pasara.

—Es todo suyo —JungKook está furioso, arruinaron el obsequió que tanto le costó escoger para Kim TaeHyung. Arruga lo que queda de la bolsa y se lo arroja al menor con toda la fuerza que tiene. Está tan molesto que no le importa recibir un castigo por abandonar la mesa antes de tiempo y es lo que hace, no quiere volver a ver a sus hermanos nunca más.

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