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Show 07

—Ah... —balbucea unos segundos y retrocede, se siente cohibido — ¿Dón-dónde está el baño?

—El baño sólo es para clientes.

— ¿Dónde están... las gomitas?

—Primer pasillo.

— ¿Y las bebidas...?

— ¡Ah! —Grita molesta ¿Es que no puede jugar AlphaWar en paz? —. ¿Algo más, señor? —Pregunta sarcástica, perdió, debe esperar la siguiente partida.

JungKook niega nervioso y se aleja rumbo al pasillo uno, debe idear un plan porque el único que tiene en mente es —con sus carentes dotes de actuación— intentar persuadir, a quién sea que le preste atención porque claramente la alfa no lo hace, de que ha llegado a comprar dulces. Según las películas en todas las tiendas y demás, se guarda un registro en la computadora, debe haber algo de Kim TaeHyung en esa computadora, su número, su dirección o lo que sea; el problema es: cómo burlar a la cajera y tener el tiempo suficiente para registrar la computadora.

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Los ronquidos de JongIn son lo peor del mundo ¡No puede dormir! ¿Cómo hacerlo con tremendo escándalo? ¿Lo escucharán los vecinos? Con tremendo vozarrón sería posible que lo escuchen hasta el otro lado del mundo. Se cubre el rostro con su almohada de plumas —falsas— importada, pero es inútil, aún escucha a JongIn.

—Última vez... —se dice, ni loco y deja dormir a JongIn otra vez en su apartamento ¡Dioses! Toma el celular del buró y gruñe al ver la hora ¡1:13 a.m.! Necesita dormir, su hermoso cutis lo necesita.

Arroja la sábana al suelo y calza sus elegantes pantuflas Wuzhi —regalo de un terroncito de azúcar—, necesita salir de ahí o su cabeza va a explotar.

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Estoico permanece con los brazos cruzados cerca de la puerta del vehículo; como estaba harto de los ronquidos de su mejor amigo tuvo la brillante idea de dormir en un hotel, pensó en usar el automóvil de su amigo para trasladarse, pero tiene dos problemas: no tiene licencia y no sabe conducir; pensó en tomar eso como una señal del destino y aprender a conducir con la marcha, pero para suerte de JongIn no encontró las llaves del automóvil y por ello llamó un HUVER, primera y última vez, el alfa tras el volante no deja de coquetear con él, y aunque es halagador, no está de ánimos, una frase más y se arroja del vehículo en movimiento.

Llegan a un semáforo y el alfa detiene el vehículo ante la luz roja. —Puedo acompañarte un rato, tengo tiempo —sugiere con los ojos en el omega por el retrovisor.

TaeHyung exhala hastiado y no duda en salir con elegancia del vehículo, el alfa se altera, pero antes de que actúe éste TaeHyung le arroja un billete —pagando cinco veces más de lo acordado—.

No hay ni un hotel en los alrededores, no piensa pedir un taxi y mucho menos un HUVER por lo sucedido hace unos segundos, agradece inmensamente a los Astros haber conocido a JongIn, antes de ese alfa pasaba por toda clase de situaciones como esa, nunca pasó a más, pero muchas veces fue víctima del miedo, ahora que JongIn es su chófer personal admite que había olvidado esa clase de situaciones.

—Debo comprar un auto —anota mentalmente en su lista del mes. La noche es fría y necesita refugio mientras decide qué hacer, llamar a JongIn no es una opción porque cuando ese alfa se duerme entra en coma y no hay nada que pueda despertarlo. Conoce la zona y por lo mismo está seguro que sus únicas opciones son un bar o la farmacia, no quiere ver a la alfa acosadora, pero ni loco y va a un lugar lleno de alfas ebrios.

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Los minutos pasan y no tiene idea de cómo poner en marcha su plan; tiene mucho sueño y debe regresar a casa, pero no piensa rendirse tan rápido ¿Qué puede hacer? Por un momento pensó que un cliente entraría y distraería a la alfa lo suficiente, pero la cajera no se mueve de lugar.

La campana electrónica le da la bienvenida a otro cliente y JungKook se pone alerta, tal vez esta sea su oportunidad. Pero no pasa nada, ni siquiera logra ver al cliente "¡¿Y si es un asalto?!" Chilla el lobo en su cabeza y preso del pánico se arroja al piso, se cubre la cabeza y permanece callado lo mejor que puede, eso hacen en las películas.

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La alfa tras el mostrador está distraída en el celular y TaeHyung sonríe en el interior, puede estar tranquilo. Camina al área de bebidas y toma un refresco dietético, necesita algo para pasar el rato, puede tomar asiento en las mesas de afuera y esperar mientras idea un plan.

Camina a la salida, pero a mitad del camino se detiene, siente una opresión en el pecho, está asustado, pero de cierta forma sabe que ese sentimiento no le pertenece; vuelve a ver hacia el mostrador, pero la alfa está como si nada. Sigue avanzando, pero algo lo inquieta, su lobo le pide acercarse al primer pasillo y lo obedece.

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JungKook se hace un ovillo en el suelo y tiembla asustado.

— ¿Te encuentras bien? —La voz es dulce y su lobo lo obliga a alzar la mirada ¡Es Kim TaeHyung! Pero no puede moverse, está pasmado de la impresión; apenado de su estado en el suelo y de lo ocurrido hace un rato; y avergonzado de su vestimenta, su pijama de conejitos —. ¿Te duele algo? —JungKook niega con parsimonia y se pierde en esos bonitos ojos —. ¿Puedes levantarte? —El joven alfa asiente aletargado y espera con ansias escuchar de nuevo la voz del bonito omega —. Arriba —pide el omega y JungKook sin saber cómo lo hace obedece, su cuerpo actúa solo y se pone de pie con la espalda erguida para verse más alto —. ¿Quieres una bebida? —Pregunta señalando una lata sin abrir en las manos.

JungKook asiente y sigue a Kim TaeHyung por el establecimiento, el bonito omega señala los refrigeradores y como el alfa no contesta, el omega decide por él una bebida.