Sólo de Dos

El olvido

Verano, en una habitación de hospital

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Mario POV

Me desperté en una camilla de hospital con un dolor de cabeza tremendo. Abrí los ojos lentamente y al principio veía borroso, pero fui recuperando la visión. Estaba mareado y no recordaba nada de lo que había pasado. Una chica morena estaba al lado mía, no sabía quien era. Se acercó a mí con una sonrisa enorme en la cara, era muy guapa y atractiva. 

-¡Mario!¿Estás bien? ¿Qué te ha pasado?- me preguntó la morena guapa.

-¿Quién es Mario? Sí, estoy bien, pero no me acuerdo de nada- dije confuso. Su cara mostró horror.

-¡Tú eres Mario!¿No sabes quién eres?- se puso a gritar histérica y empezó a llorar. Yo cada vez entendía menos lo que pasaba. Vino una enfermera hacia mí. Cogió un tipo de linterna y me enfocó en los ojos.

-Sigue la luz- me dijo. La chica morena miraba asustada la escena. La enfermera le dijo a un médico algo de hacerme pruebas y empezó a hacerme preguntas. 

-¿Cómo te llamas?- dijo.

-No sé. Me parece que Mario, o eso ha dicho esa joven guapa de allí- señalé a la chica. Ella se sonrojó. Sería porque le había llamado guapa, quizás. 

-¿Te acuerdas de algo?- me preguntó la enfermera.

-No- respondí. En mi mente solo había lagunas, y me sentía realmente extraño. La enfermera se giró y le dijo a la chica guapa:

-Tiene amnesia.

-¿Cómo? No puede ser, Mario, dime que te acuerdas de mí, dímelo- dijo la chica angustiada. 

-Deje al joven, necesita descansar. Le vamos ha hacer unas pruebas para ver si es temporal o para siempre. Intente estimular su memoria con recuerdos felices, todo indica a que será a causa de una contusión en el cráneo. Esperemos que no sea grave- dijo la enfermera y se fue de la habitación. La chica guapa parecía preocupada y aún así mostró una sonrisa para mí y empezó a hablarme amablemente. Pensé: Que chica tan simpática. 

-Hola, yo soy Sandra y tú eres Mario- me sonrió. 

-Vale, ¿dónde estamos?- dije. 

-Estamos en un hospital, has perdido la memoria. Es verano y estamos de vacaciones. Nuestro grupo de amigos estábamos en una cabaña tuya. Eres millonario- me dijo todo esto que me parecía increíble. 

-¿Millonario? ¿En serio?

-Sí, estábamos en una fiesta cuando pasó todo esto- se apartó el pelo de la cara dejando al descubierto sus dulces ojos marrones. 

-¿Qué me pasó?

-Debiste caerte y del golpe perder la memoria, no estamos seguros-me explicó. Sonrió, estaba siendo realmente amable. ¿Era mi amiga? ¿Qué era mío?

-¿Por qué me desmayé?- pregunté.

-Un lío tremendo, ya te contaré- se rió y se sentó en la camilla al lado mío. Este gesto me reconfortó.

-Entiendo- dije acercándome a ella un poco. Sonrió y se puso roja, me quería preguntar algo. 

-¿Te parezco guapa?- me dijo avergonzada. 

-Sí- le sonreí, ella me sonrió de vuelta. Ya no tenía dudas, la forma en la que me miraba.... Esta chica tenía que ser mi novia. Me fui acercando a ella, se levantó de la cama y fue hacia la puerta.