Sólo de Dos

Necesidad de ayuda

-¡He ganado yo!- me dijo mi hermana.

-¡No, yo!- estaba comportándome como una niña pequeña pero me divertía.

-Mira los puntos.

-Vale, has ganado tu- le dije con una sonrisa para mis adentros. Entre vostros y yo : le había dejado ganar.

-Chicas, no os peleéis, venir a cenar- nos dijo mi madre desde la cocina. Fuimos sin rechistar hasta el comedor y nos sentamos. Ese día había pizza para cenar (lo se, no soy de esas chicas que comen sano porque tienen miedo a engordar).

Sonó la puerta para sorpresa de todos.

-¿Esperáis a alguien?- dijo mi madre.

-No, que yo sepa- respondí. Fui a abrir la puerta y me encontré a Laura mirándome con lágrimas en los ojos, hinchados y rojos.

-¿Que te pasa?- le pregunté asustada.

-Tenemos que ir al hospital- me dijo llorando.

-¿Qué? ¿Por qué?- me asustaba cada vez mas.

-Carla está allí, no se lo que ha pasado tenemos que ir para verlo. Sus tios me han llamado y me han dicho que te lo dijera- lloró. Yo también empecé a llorar, con todo el tema de Álvaro y encima esto estaba que no podía mas.

-Espérame que coja un bolso y vamos juntas- le dije.

Fui a coger el móvil y vi unas cuantas llamadas perdidas de Álvaro y de los tíos de Carla. Ahora eso no importaba, cojí el primer bolso que vi, metí todo lo que necesitaba y me dispuse a salir por la puerta.

-¿Dónde vas?- me dijo mi madre.

-Al hospital, Carla está allí y queremos saber lo que ha pasado.

-¿Cómo piensas ir?

Mi madre tenía razón, ya era de noche y no había mas autobuses y los taxis eran muy caros.

-Llamaré a un amigo- le dije.

-¿No prefieres que te lleve tu padre?

-No quiero molestar, en serio, seguid cenando- salí por la puerta.

-¿Quién nos lleva?- me preguntó laura.

-Voy a llamar a un amigo que tiene coche.

Piii

Piii

Piii

-Porfavor, ayúdame. Soy Sandra, ven a recogerme a mi casa y nos llevas al hospital a mi y a mi amiga Laura. Nuetra amiga Carla está allí y no sabemos lo que ha pasado, por favor, es urgente- le dije.

-Vale, voy para allá, en 5 minutos estoy allí- colgó.

Un coche enorme y de lujo apareció por la calle. Nos metimos rápido en el coche.

-Vamos, rápido- le dije.

-Ya voy- me respondió mirándome con sus ojos verdes preciosos. Su pelo medio castaño, medio rubio se movía con el viento.

-Álex, te agradezco mucho que vinieras a por mi tan rápido- le dije ya mas tranquila.

-Es lo que hacen los amigos, algo bueno tenía que tener ser rico- se rió.

-No es momento para risas, pisa el acelerador- le urgí.

Laura iba callada en la parte de atrás aunque oía sus sollozos y sentía su mirada en nosotros. No sabía por qué había llamado a Álex. Pensándolo bien: Álvaro no tenía coche, Mario ni pensarlo, David estaría con Valeria y con los demás no tenía la suficiente confianza. Por cierto, ¿cómo les iría eso de vivir juntos? Me moría por saberlo.