Todo por tí, princesita. (Entre chocolate)

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El de la foto de al lado es Álvaro

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Me levanté con un sudor frío recorriendo mi cuerpo, había tenido una de las peores pesadillas. Estaba sola y veía a Mario, Álvaro, Laura, Carla, TODOS contra mí. Riéndose de mi, diciéndome que no me querían que no les importaba. Mi almohada estaba llena de lágrimas negras de el rimel de el dia anterior y me imaginaba mis ojos rojos. Cuando me miré al espejo para empezar a vestirme me quedé horrorizada por mi aspecto, parecía un zombie demasiado madrugador. Intentando olvidar mi pesadilla comencé a vestirme con el horrible uniforme del colegio y me di cuenta de que se me estaba quedando pequeño. De repente me acordé de esos diez whatsapps que me habían enviado anoche y que había decidido ignorar. Los miré de uno en uno.

Número que no tenía guardado:Hola, soy Carla, este es mi número guardame :)

Yo: Holaa :) ¿Vamos hoy juntas al instituto?

María: URGENTE TENGO QUE DECIRTE UNA COSA, EN EL INSTI HABLAMOS, VA?

Yo: Va, que me dejas con intrigaa.

Toni: Tengo que hablar contigo.

Yo: hablamos en el insti, ahora no tengo tiempo.

Álvaro: DIOOOOOS, sabes que te quiero un montón? Eres lo mejor de mi VIDAA, muchas gracias por acompañarme, ¿te recojo para ir juntos al insti mañana?

Yo: Hola, ya es mañana jajaja Yo te quiero muchisimo mas eeh. Mas bien por dejarme ir y claro si quieres pero se viene Carla con nosotros y te la presento 

Álvaro: Venga, por mi encantado.

Sergio el de la cabra: Que ya no quieres cuentas e?

Al leer esto me quedé petrificada! Era SERGIO EL DE LA CABRA, ese chico del verano. Le había conocido en las mas extrañas circunstancias que puedas imaginar. Estaba una noche de verano en el mercado medieval con mis amigos cuando vi una cabra. Yo una chica de ciudad no estando acostumbrada a verlas y teniendo en cuenta que a Laura la llamaba cabra por lo loca que estaba, corrí detrás de la cabra para hacerle una foto. Total que me tropecé y caí a los pies de un chico precioso aunque demasiado delgado. Ese chico me ayudó a levantarme amablemente y me dijo que si es que me gustaban tanto las cabras. Nos reímos y nos despedimos. Después de unos días cuando ya me había olvidado de él, fui con mi familia a comer a un restaurante motivo de celebración de un santo. Le vi en la mesa de al lado con su familia, no dijimos nada, solo nos miramos como pensando:"Yo te conozco" y se escapó alguna sonrisa. Desde ese momento todas las noches que me veía por el paseo me saludaba y me sonreía. Sus amigos y los míos nos intentaban juntar una noche y fuimos a un sitio a hablar, no hice nada, no pensaba hacerlo, era majo pero no me gustaba. Todavía no había conocido a Mario pero no era el indicado así que le dije que tenía novio y me fui. Le vi su cara de lejos, no creo que estuviera muy afectado pero siempre duele que te planten aunque no te guste esa persona. Por estas razones no entendía el mensaje aun así le dije.

Yo: No se a que te refieres, yo te dejé muy claras las cosas.

Otro número que no sabía: Perdonar es la gran virtud que la vida nos puede dar. Tener el valor de sobrepasar las mentiras y olvidar las traiciones. Siempre habrá esa persona a la que no puedas olvidar y tendrás que perdonar. Hazme caso, no merece la pena olvidar a gente y no volver a empezar. 

Yo no sabía que responder, esto no me lo esperaba, decidí dejar aparte el mensaje para contestar en otro momento.

Los demás mensajes no eran importantes, solo los normales de siempre, así que con prisa me pinté, peiné etc.

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