Hipnotizada con sus ojos

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Verano 2012 

24 Junio por la tarde.

Llegué a mi casa intentando soportar a mis padres interrogándome. Había llegado tarde pero por ser el primer día de verano me lo perdonaron. No podía dejar de pensar en Álex y no sabía por qué. Tampoco quería que me hiciera daño y sabía que no me podía fiar de él. Por otro lado estaba Mario al que odiaba, pero por muy estúpido que fuera y por mucho que lo odiara no podía negar que era un monumento. Me gustaba su físico demasiado y eso me irritaba bastante. ¿Por qué era tan idiota?¿Qué le había hecho yo? Ardía en deseos de saberlo. Llegaba la hora de empezar a vestirme y me puse sencilla ya que estábamos en la playa. Me puse un bikini bastante mono y encima un vestido playero rojo azul y blanco. Me encantaba ese vestido y debo reconocer que me quedaba bastante bien. Entonces dudé en si ponerme sandalias blancas o chanclas. Opté por las sandalias ya que con vestido las chanclas no quedaban bien. El pelo, bueno, simplemente me lo alisé un poco y me lo recojí en una coleta. Llamaron a mi puerta no mucho después de eso. Me sorprendí porque no eran todavía las cuatro y fui a ver si era Valeria o no.  

Era Álex, bajé a ver lo que quería.  

-Lo primero: bonita casa- me dijo sonriente.  

-¿Cómo sabías donde vivo?-. 

-Valeria dijo que vivía encima tuya asi que tenía que ser aquí- me sonrió y me cogió la mano.  

-Ya te he dicho que no intentes nada- aparté mi mano.  

-Perdón- 

-¿Qué quieres?-. 

-Estar contigo-  

-Ya, enserio.¿Qué quieres de mi?- 

-Ya te he dicho que me gustas y voy a hacer lo que sea para conseguirte- me dijo acercándose a mi.  

-Pues vas a tener que hacer muchas cosas porque no me fio de los chicos como tú- le escupí en la cara (no literalmente).  

-Tendrás que fiarte algún día- me aparté de su lado y recogimos a Valeria para ir al Rancho. Iba tremendamente guapa con un vestido de flores precioso y reparé en que Álex estaba también precioso. Llevaba un bañador y una camiseta blanca ajustada que le marcaba esos músculos tan irresistibles.  

Fuimos por un paseo que estaba al lado de la playa, un paseo marítimo. A la mitad del paseo nos encontramos con los demás. Las chicas llevaban unos vestidos preciosos pero cómodos. Carlos tenía una pinta rara, Luis iba normal de la mano de Blanca. Mario iba especialmente guapo, uff y David pues normalito pero siempre sexy.  

-Vamos al Rancho- dijo Valeria.  

-¿Para que liguéis?- preguntó Mario y me dirijió una mirada de desprecio.  

-Pues si se presenta la oportunidad si- le respondí cortante.  

-Es verdad, las perras suelen hacer eso- me respondió. En ese momento me dieron ganas de pegarle tan fuerte.  

-Pues serán las perras las únicas que se acerquen a ti para conseguir dinero- me defendió Álex. Se notaba una rivalidad entre ellos.  

-Venga ya chicos dejarlo- sentenció Andrea.  

Le dirijí una mirada con odio, que él me devolvió y seguimos el camino hacia el Rancho.  

El Rancho era un bar bastante ambientado con música. Nos sentamos en la terraza para disfrutar del buen día que hacía y pedimos un café todos.  

-Bueno y cuéntanos,¿ De dónde eres?- me preguntó Paula sonriente.  

-Madrid- respondí soriente.  

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