━━━━━━ ONLY ANGEL.
Leila Thornton era la melliza de Topper, y la princesa kook en Figure Eight, pero el destino se encarga de enlazarla con los pogues luego de aquel día de huracán.
JJ Maybank x OC femenino.
Outer Banks, temporada 1.
Estado: Term...
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capítulo dieciocho: aléjate de mí. ━━━━━━ • ✿ • ━━━━━━
Thornton se encontraba dando vueltas en aquella habitación. Mordía sus uñas mientras su mente maquinaba pensamientos sin parar.
Las palabras de su mellizo no la dejaban respirar en paz. Había ido hasta el área pogue, tal vez para acompañar a Sarah, para no dejarla sola... pero, ¿existía una pequeña posibilidad de que realmente haya ido a por la rubia? No podía creer como Topper estaba jugando con su mente.
Le creyó esas palabras. A sus oídos, fueron unas de las palabras más sinceras y vulnerables que alguna vez haya escuchado por su parte. El rubio nunca le había pedido nada con anterioridad, mucho menos su presencia, pero ahora parecía rogar por esta. Otra cosa que rondaba por su cabeza era su padre. ¿Acaso este le perdonaría? William era un hombre de carácter, y el más decidido que ella jamás haya conocido. Lo sabía por experiencia propia, de pequeña nunca lograba la manera de hacer cambiar a su progenitor de opinión o decisión, con el tiempo, solo aprendió a moldear sus opciones base a las de él; eso fue hasta hace unas semanas, donde Agatha trajo consigo una oleada de realización.
Una parte de ella quería probar la hipótesis del Thornton, ir a Figure Eight y que su padre la aceptara de vuelta; pero ella misma lo había dicho, William Thornton no debe ser perdonado, debería ser él quien clamara perdón. Es como un huracán, llovía y hacía estragos, pero lo consideraban su naturaleza. Su versión pública era el ojo del huracán, la parte tranquila de ese fenómeno, muchos bajan la guardia durante el ojo sin darse cuenta que sigue tratándose del mismísimo huracán.
¿Pero seguía siendo su padre, cierto? A pesar de sus crueles palabras, de sus pésimos tratos y jugadas, seguía siendo su progenitor. Debía ser tal vez en la manera en la que fue criado, esa era la excusa que la rubia utilizó por mucho tiempo, pero una vez su vista de despejó, se dio cuenta que no era una razón justa. Los pogues tenían sus problemas, y estos le trataban mejor de lo que aquel hombre alguna vez lo hizo.
—¿Todo bien? —preguntó Maybank, quien aparecía en el campo de visión de la kook.
Eran pasada las doce, Pope se había ido, John B se encontraba en la oficina de su padre, y ahora la rubia se encontraba en la sala en compañía del rubio.
Se dejó caer en el sofá, pensando que la comodidad y suavidad de este le alivianaría y tal vez le calmaría, pero su pierna seguía moviéndose y la mirada del pogue lo empeoraba. Este tomó asiento en el otro sofá, quedando frente a la kook.
—¿Crees que debería volver a mi casa? —preguntó mirando al techo.
—¿Estás loca? —contraatacó con sarcasmo, viendo como la velocidad con la que movía su pierna aumentaba, pasando sus manos por su rostro con notoria frustración.
