🐝 "No lo acepto"

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CHLOE

Habían pasado algunas semanas desde que Isis nos puso los pelos de punta. Varios de los novatos se quedaron traumados, con el salvaje ataque de Isis contra ése akuma. Pero para empezar, los primeros portadores ya entendimos, que éstos akumas son diferentes de los del mariposon. Ya que éstos tienen una peligrosa sed de sangre.
Pero ha éstos les queda bien llamarlos akumas. Después de todo eran demonios sangrientos.


También he notado como Adrien, se ha encaprichado levemente con Isis. Lo cual es realmente un problema, ya que es incómodo tenerlo pegado a nosotros, casi todo el tiempo. Una vez lo encontré olfateando las prendas de Isis, en el descanso de Educación física. Cuando Isis se enteró, lo metió a una bolsa y lo mando a lavar cinco veces. Además de ponerse la ropa de su novio.
Se puso su ramera, y le cerró la chompa al castaño. Definitivamente era algo territorial, sin llegar a ser tóxica, o al menos hasta ahora los he visto respetar, el espacio del otro de forma justa.


En el recreo ví a Isis durmiendo un poco sobre el hombro de... ¿Félix? ¿Qué hacía mí hermano aquí? Además es raro ver a Isis tan tranquila descansando en el hombro de un chico. Los ví sospechosamente hasta que me lo explicó.


—Yukiro le acaba de dejar sus llaves. —señala uno de los bolsillos de la chaqueta— Se adormecio luego de oler la chamarra. —solo asentí—

—¿Quieres contarme algo? —lo ví ponerse ansioso— ¿La conozco? —había cierta duda en sus ojos— Todavía no estás seguro ¿Verdad? —intente analizarlo lo máximo posible— Al menos dame una pista.

—Son diferentes. —lo ví acusadora mente— Hay vienen tus amigas. —veo a Lils y el escritor acercándose—

—Gracias, por prestarme tú hombro Félix. —se aparta de él— Pero por favor piénsalo detenidamente.

—Siempre lo hago. —se aleja hasta desaparecer por la puerta principal—

—Entonces... ¿Te gusta el Couffaine? —golpeé ofendida a la castaña— ¡Ouch! Salvaje.

—Eso es ridículo. —los tres me miran— Nunca pasará.

—Nunca digas nunca. —dice sorprendentemente el escritor afeminado— Además parecía que estabas ligando con él.

—No digas algo tan ridículo e imposible. —limpié la grada y me senté—

—Pero prácticamente le dijiste que el Agreste, se quedaba cortó comparado con él. —dijo la pelirroja bostezando— Sólo que los comparastes con sabores de helado.

—Y sí no entendí mal, insinuaste que lo maravilloso de Adrien es sólo el exterior, porque el interior es un tanto confuso. —se explicó la italiana— ¡Pero en serio le dijiste que interesaba, a través del pistacho!

—Dejen de hacerse ideas equivocadas. —mira al pelinegro— ¿Qué hace el escritor aquí?

—Socializar. —se sentía incómodo por la intensa mirada—

—¿Seguro que no te envío la panadera? —las tres lo notaron nervioso— Que ridícula, mejor regresa cuando seas realmente sinceró. —se llevá a sus amigas—

—Haz cambiado. —menciona la italiana— Me agrada aún más rubia.

—Oh, cállate ridícula. —toman un bocadillo—



Luego de eso ambas chicas no dejaron de burlarse, son tan ridículas por hacerlo. Pero son agradables, he de admitir lo. El tomate casi al último apareció, no le reprochamos nada debido a la mala cara que se traía, nos agradeció silenciosamente por recibirlo dé buena manera, sin interrogar lo.
Además era nuestro último año, por lo que tengo entendido siempre pasa una y mil cosas. Aunque hace apenas un día comenzamos el nuevo año escolar. Y no todos estamos en las mismas clases.
Sí bueno... Las clases que compartimos no son muy seguidas, pero nos las arreglamos para tener la mayoría de clases juntos.
¿Qué sí amenace al director para que lo hiciera? Obviamente... No. Porque realmente no fue necesario, en primera instancia iba a hacer eso, pero me pareció aburrido. Así que sólo moví algunos hilos entré los listados, y ahora compartímos algunas clases. Cortesía de Luís, el que me cuido después de que mamá me abandonará. Ése mayordomo sí que tiene buenas habilidades.


Pero me siento algo estancada, porque no se que hacer con mi vida luego de graduarme. Antes no me hubiera preocupado ésto, pero ahora me veo en la necesidad de hacerlo. ¿Por qué? Porque aunque suene mal, quiero que esté mismo año me adopten los Graham de Vanily. Además de que Félix aún con toda su fortuna, quiere estudiar leyes. Sí, mí hermano quiere ser abogado. Y yo aunque no sepa que hacer con mí vida, no quiero quedarme atrás. No van a estar toda la vida protegiendo me, debo y necesito independizarme rápidamente. James y Amélie me han estado ayudando a ver carreras, además de convencer a sus conocidos, de que me de una pequeña tutoría con respecto a sus trabajos y trabajadores.


Mientras que mis padres... Siguen en sus cosas, sólo que Zoé ya es parte de su vida. ¿Por qué “de su” y no “de nuestra”? Lo digo así porque ya no soy parte de ellos. Ósea la otra vez hubo merienda “familiar”, pero nadie se preocupó más haya de un comentario sobre mí ausencia.
Es más la que era mí habitación está siendo ocupada por mí media hermana. El alcalde creé que me cambié de habitación, cuando en realidad he estado llevando mis cosas, poco a poco a la casa de Félix.
Al principio sólo sería una semana debido al trabajo que teníamos, luego las semanas se transformaron en meses, y ahora sólo me queda ir por unas cajas.
Las chicas van a acompañarme, con algunos otros compañeros de equipo.


Recuerdo que casi me da un infarto cuando Amélie se deshizo de varias de mis cosas, pero qué cuando ví lo que eran, le dejé hiciera lo que quisiera, ésas prendas las pedí por catálogo, sólo para parecerme a madre y que ella me recordará, ahora me daba cuenta que ni siquiera era mí color. Ésas prendas en mí cuerpo me hacían ver cómo un payaso.
Así que ahora no tengo mucha ropa, pero Amélie tomó unos días libres para irnos de comprás. Además de que sé colaran a la ecuación Félix y James.
Félix me llevará a varias librerías y tiendas tecnológicas, pero no se a donde me llevará James.


Pero igual tienen razón, un hotel no es una casa. Y nunca lo será, por lo frío que es, además de la falta de comunicación entre los familiares. ¿Cuánta razón puede tener una mujer como Amélie?
Bueno pasaron unos pocos meses sumamente aburridos, hasta que una noche de entrenamiento los ví, eran Félix y la chica esa mirando hacia el frente sorprendidos.
Entonces lo entendí, cuando ví la escena a través de uno de los insectos cercanos. Chat Noir besaba a la panadera como si no hubiera un mañana.
Eso me enfureció. ¿Cómo pudo esa miserable...?
Le dije claramente que no se atreviera a engañar lo, pero le valió tres rábanos lo que dije.


—Te lo vuelvo a decir Félix, no lo acepto. —se detiene cuando escucha mí voz— Te dije que no aceptaba está relación, y prometí no hacerle nada, pero ahora no intentes detenerme si quiero tomar reprimiendas por lo que te hicieron. —no dijo nada, sólo dejó que lo abrazara—

—Llegaremos tarde. —su voz estaba ronca—

—¿Meiling podrías ir con mi hermano al entrenamiento? —hizo una expresión fastidiada, pero sé lo llevó— Pagarás por ésto pana... —descubre algo sorprendente— Sois las mismas personas... Isis y Kiro tenían razón sobré sus identidades...

—Sera mejor que no cometas una locura mí Reina. —dice Honey un poco preocupada—

—Y no lo haré, sólo le arruinare un poco la vida, por engañar a mí hermano. —termina de grabar y se va con los demás— Ésto no sé quedará así Honey.

—Lo se pequeña, lo sé. —se sentó elegantemente en mí hombro— Sólo se discreta.

—Por supuesto. —se acerca a sus camaradas—


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A sus órdenes Mi ReinaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora