🌻 Capítulo 17 🌻

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Empezaba amanecer, los rayos del sol fueron lentamente iluminando la habitación, abriste los ojos y te diste la vuelta encontrándote a un Chifuyu profundamente dormido, se había quitado la camiseta entre la noche y no estaba cubierto con las sábanas, seguramente tenía mucho calor, te quedaste contemplandolo varios minutos, nunca habías reparado en su cuerpo, que estaba bastante desarrollado para su edad y no pudiste evitar acariciar su pecho y abdomen que estaba bien definido, de pronto te recorrió un escalofrío por la espalda que nunca habías sentido haciéndote estremecer, te volteaste quedando de espaldas hacia él y cerraste los ojos recordando las palabras de tus padres.

Esa conversación que habías tenido con tu mamá cruzó por tu mente de repente:

- Hija mía, estas entrando en una etapa en la que tu cuerpo está experimentando cambios, no sólo físicos, sino también emocionales y hormonales. Es posible que te empiecen a llamar la atención los muchachos y te sientas atraída por ellos. Ellos sentirán lo mismo por tí, por eso debes tener cuidado y aprender a controlar tus emociones, no te dejes llevar por cualquiera, ya que nunca sabes cuales son las verdaderas intenciones de los demás....

¿Acaso era esto a lo que se refería? Eras muy inocente aún para darte cuenta, pero si, esto debía ser. También te preguntaste si alguna vez Chifuyu había reparado en tu cuerpo, pues estaba desarrollándose bastante rápido, tus genes eran buenos, casi todas las mujeres de tu familia se caracterizaban por tener pechos y nalgas de gran tamaño y al parecer tú no serias la excepción, además te gustaba hacer ejercicio en tus momentos libres y eso hacía que tu cuerpo se defina más.

- Hija, también debes saber que si en algún momento de tu vida quieres estar con un muchacho, no dudes en decírmelo, si necesitas un consejo ahí estaré para escucharte, no quiero que cometas el error que alguna vez yo cometí...

El error ¿a que error se refería?... Y de pronto, sin previo aviso, sentiste los dedos de Chifuyu recorrer la curva de tu cintura y caderas haciendo que te sobresaltes.

- ¿Estabas despierta? - te preguntó.

- Algo - mentiste mientras te dabas la vuelta - apenas empezaba abrir los ojos. ¿Que tal dormiste?

- Bien, aunque tenía un poco de calor y ¿tú?

- Si, lo noté - dijiste mientras tu miraba bajaba hasta su abdomen haciendo que te sonrojaras - yo también tenía algo de calor, pero dormí bien.

Se levantaron, salieron de la habitación y ya todos se habían levantado, excepto Mikey, entre todos prepararon algo para desayunar, levantaron a Mikey y luego salieron rumbo a la playa, hoy habían decidido caminar hasta unas rocas que se encontraban a unos kilómetros de ahí, por lo que llevaron comida para el camino.

Asi pasaron ese día, caminando, explorando, molestandose, empujandose, como si de un paseo de niños se tratara. Finalmente habían llegado hasta la roca más alta, comieron y se recostaron ahí sin hacer nada, tampoco hablaban, pues el sonido del mar chocando contra esas rocas era relajante.

Seguías pensando en ese mar de emociones que habías experimentado en la mañana ¿que era lo que te ocurría? Sabías que podías contar con tu mamá pero también tenías un poco de miedo de su reacción, además, estaba la acción de Chifuyu, otras veces si lo había hecho pero nunca le tomaste importancia, hasta hoy en la mañana.

Decidiste hablarlo primero con Hina y Emma, después de todo eran mayores a ti, pero sería en la noche, volviendo a la casa.

Empezaba a anochecer y decidieron volver. Mikey y los demás chicos fueron a comprar algo para cenar dejándolas a las tres solas, era el momento de hablarlo.

- Chicas... ¿Puedo preguntarles algo? - les dijiste algo tímida.

- Claro, dinos - sonrió Emma.

Les explicaste lo que estabas sintiendo, sin encontrar las palabras correctas pues era algo completamente nuevo para ti, pero te entendieron a la perfección. Emma reconoció que le ocurría lo mismo con Draken pero que había preferido no decirle nada y sólo distraerse con otras cosas, evitaba pensar en eso, te dijo también que era algo completamente normal, pues las hormonas a esta edad estaban todas alborotadas. Hina por otro lado admitió que ya había tenido su primera vez con Takemichi, todo había ocurrido en un abrir y cerrar de ojos, simplemente se habían dejado llevar y había sido algo muy bello, pues había sido con el chico que amaba y con quien pensaba compartir el resto de su vida. Obviamente se habían protegido, pues no querían tener sorpresas tan pronto.

- Yo creo que deberías esperar un poco mas, apenas estás empezando a sentir atracción hacia el, además, no sabes si el sentirá lo mismo. Solo espera a que llegue el momento adecuado y si tu te sientes lista para eso, hazlo. Pero eso si, usen protección. - terminó Hina.

Con que ese era el error del que hablaba tu mamá, ahora que lo pensabas bien, tu mamá era bastante joven para tener un hijo de 16 años, casi 17, solo tenía 32 y si tus cálculos no fallaban debió tener a tu hermano a los 16 años, tu papá también era joven, tenía 33.

Mejor ocupabas tu mente en otras cosas, así como hacia Emma, ya después lo hablarías con tu mamá.

Pasó el resto de la noche sin ningún inconveniente, se dieron un baño todos, comieron y se fueron a dormir, estaban muy cansados por la caminata y solo querían descansar, mañana sería el último día en la playa y querían disfrutarlo, antes de volver a la rutina de siempre.

Tenías que ser prohibido (Chifuyu X tu) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora