Tenías que ser prohibido (Chifuyu X tu)

🌻 Capítulo 22 🌻

Estabas en tu habitación, acostaba en el piso, viendo al techo, pensando en que es lo que ibas hacer, era difícil tomar una decisión justo ahora, por un lado están tus padres, que a pesar de todo te aman y por otro esta tu nueva familia, esos chicos que se volvieron tu nueva familia.

Tomaste tu celular y llamaste a Chifuyu.

- ¿Podemos vernos? - le preguntaste.

- Si, claro, voy a tu casa.

- Te espero...

Pasados diez minutos llegó en su moto, entró y subió a tu habitación.

- ¿Estás bien? - te preguntó - has estado llorando.

- Cierra la puerta, por favor. No se por donde empezar - dijiste sin levantarte del suelo, él se sentó a tu lado - a mi padre le han ascendido en su trabajo y tiene que irse a vivir a otro país y me han pedido irme con ellos.

- ¿Qué? Y qué piensas hacer.

- No quiero irme... Quiero quedarme aquí, contigo, con los demás.

- ¿Y tus padres están de acuerdo?

- Si, son conscientes de lo importante que eres tú en mi vida. Pero por otro lado, eso significaría que no vería a mis padres por un largo tiempo, además van a vender esta casa, después de todo, ya no les serviría de nada tenerla, para mi es muy grande y ellos ya no van a volver.

- Entonces....

- Entonces no se que voy hacer, donde viviré si me quedo. Creo que lo están haciendo a propósito para que me vaya con ellos - suspiraste y una lágrima rodó por tu mejilla.

- Quédate en mi casa, vivirás ahí - ofreció el rubio acariciando tu cabello.

- No lo sé, no creo que a tus padres les agrade mucho la idea.

- Porque no... Ya te conocen y te quieren mucho, creo que incluso te quieren más que a mí.

- Que idiota - dijiste riendo - es que no sería lo mismo quedarme unos días a vivir ahí permanentemente.

- Déjame hablar con tus padres ¿quieres?

- ¿Seguro quieres hacer eso?

- Si, no creo que me maten.

- Bien, están en la oficina, arreglando la venta de la casa.

- Espérame aquí, no tardo - dijo saliendo de tu habitación.

Te quedaste en la misma posición, pero esta vez mirabas al reloj que estaba sobre tu escritorio. Pasaban los minutos y el no regresaba. Estabas empezando a perder la paciencia hasta que apareció en tu puerta.

- Quieren hablar contigo.

Te levantaste y fuiste a verlos, al parecer no habían aceptado, pero de todas maneras intentarías convencerlos.

- ¿Me llamaron?

- Si hija - dijo tu padre, se oía tranquilo - ¿estás segura que quieres quedarte aquí, en Japón?

- Si, pero se que ustedes no quieren...

- Te quedarás entonces - te interrumpió tu padre - pero primero hablaremos con los padres de Chifuyu, si ellos aceptan, vivirás con ellos, pero si no lo hacen te irás con nosotros.

- ¿De verdad? - dijiste sorprendida.

- Si hija - habló tu madre - avísanos cuando podemos reunirnos con ellos.

- Lo haré - suspiraste un poco aliviada, talvez había una pequeña esperanza todavía.

*****

Más tarde, Chifuyu te llamó para decirte que sus padres habían accedido hablar con los tuyos al día siguiente, pues era sábado.  Te despediste y colgaste la llamada.

Te fuiste a dar una ducha con agua caliente para relajarte y dormir un poco, aunque claramente no pudiste debido a los nervios, no sabías que dirían sus padres y te asustaba la idea de que no acepten.