Tenías que ser prohibido (Chifuyu X tu)

🌻 Capítulo 18 🌻

El último día en la playa pasaron en la casa pues el sol era demasiado fuerte como para salir, durmieron hasta casi las diez de la mañana, desayunaron, jugaron un poco y después, a medio día, salieron de ahí para volver a sus casas. Había sido un lindo fin de semana, lejos de todos los problemas, peleas, conflictos, estrés... Pero era hora de volver a la realidad.

Ibas en la moto con Chifuyu, aferrada a su cuerpo, como si tu vida dependiera de eso, te sentías tan bien a su lado, te sentías segura, en paz. Te transmitía tanta calma que a veces pensabas que no era real.

- ¿Te parece si vamos con mis padres mañana después de clases? - te preguntó.

- Si, claro, espero agradarle a tus padres - dijiste algo nerviosa.

- Estoy seguro de que te amarán, ahora voy a dejarte en tu casa, voy a la mía y en la noche volveré contigo.

- De acuerdo, así aprovecho para darme un baño y arreglar mis cosas.

- Bien.

Llegaste a tu casa y te extrañó encontrar la puerta abierta, la cerradura había sido forzada, de seguro habían entrado a robar así que llamaste a la policía y a Chifuyu, no estaba tan lejos así que no se demoraría nada en llegar y así fue, no pasaron ni cinco minutos cuando llegó con Baji.

- Esperemos a que llegue la policía. - sugirió.

- No, mejor entremos de una vez - replicó Baji - dudo mucho que sigan ahí, con el ruido de las motos ya debieron salir o habríamos escuchado algo.

- Creo que Baji tiene razón - dijiste con la voz temblorosa - entremos a ver que se llevaron - Chifuyu solo hizo una mueca y asintió.

- Sólo entraremos Chifuyu y yo, tu quédate aquí _____.

- OK, estaré al pendiente.

Entraron y en menos de dos minutos salieron diciendo que no se habían llevado nada, solo habían entrado a tu habitación y habían tirado todo, como buscando algo.

- Mi hermano - dijiste asustada mientras entrabas corriendo, los otros dos te siguieron extrañados.

- ¿Que tiene que ver Hanma? - preguntó Chifuyu.

- La llave de la caja fuerte, la tengo yo, siempre la eh tenido yo, desde que cumplí los 11 años, eso es lo que buscaba, estoy segura.

- ¿Y crees que la haya encontrado? - preguntó Baji.

- No, porque la tengo siempre conmigo, pero quiero ver si no trató de forzar la puerta de la caja fuerte - dijiste mientras entrabas a la habitación de tus padres. Por suerte todo estaba intacto. Justo en ese momento llegó la policía les explicaste lo que sucedió y llamaron a tus padres. Después de varios minutos el oficial de policía se te acercó.

- Hemos hablado con sus padres. Lo mejor es que no pase la noche aquí, puede ser peligroso, además de que la casa a partir de ahora queda bajo custodia de la policía, tiene que venir con nosotros para proceder con la denuncia, mientras los peritos se encargarán de recoger evidencia.

- Bien ¿puedo llevarme algunas cosas que necesitaré?

- No, por ahora no, cuando los peritos y oficiales terminen la traeremos de vuelta y podrá llevarse sus pertenencias.

- De acuerdo, vamos entonces. Ellos dos me acompañarán.

Fuiste a la estación de policía, pusiste la denuncia y una orden de alejamiento contra tu hermano, no querías que se volviera acercar a ti, mucho menos a tus padres y a tu casa. Tus padres volverían al día siguiente para encargarse del resto de trámites.

Después de dos horas estabas de regreso en tu casa, recogiste tus cosas y el oficial te explicó que no solo habían encontrado huellas de tu hermano, sino también de otra persona, lo que significaba que Hanma no estaba trabajando solo.

Quedaron en averiguar quién sería la otra persona y en cuanto tengan la información les avisarían a ti y a tus padres.

- Ven a mi casa - te ofreció Chifuyu - ahí podrás quedarte el tiempo que quieras.

- ¿Estás seguro? Y si tus padres no aceptan...

- Ellos aceptarán, estoy seguro.

- Bien, me quedaré en tu casa entonces, vamonos que tengo frío - dijiste, subieron a las motos y se fueron al complejo de apartamentos en donde también vivía Baji con su madre.

Llegaron y tu estabas al borde de un ataque de nervios, Baji solo se reía de tí pero después de un rato se puso serio al ver que no te calmabas. Estaban sentados en las escaleras del complejo esperando a que tu respiración se regule y poder subir.

- Bien - dijiste suspirando y levantándote - estoy lista, vamos amor.

- Vamos princesa - dijo tomando tu mano.

- ¡Claro! y que a mi me parta un rayo - dijo Baji en tono sarcástico.

- Ven aquí rápido, pareces un mocoso de cinco años - le dijiste tomando su mano.

Llegaron al segundo piso, se despidieron de Baji y continuaron hasta el apartamento de Chifuyu.

Entraste detrás de él con las mejillas sonrojadas y ahí estaban sus padres, esperándolos al parecer.

- Buenas noches, mucho gusto soy Hanma _____ - dijiste haciendo una reverencia.

- Es un placer conocerte al fin - te abrazó la mamá de Chifuyu - mi hijo siempre habla de ti.

- ¿De verdad? - dijiste poniéndote colorada.

- Así es - se te acercó su padre - siempre habla de ti y cuando lo hace parece un niño pequeño, se emociona mucho cuando habla de ti. Mucho gusto señorita Hanma.

- El gusto es mío - dijiste.

- ¡Papá por favor! - dijo Chifuyu bastante sonrojado.

- Solo digo la verdad hijo, no te molestes.

Les explicaron lo que estaba ocurriendo y los padres de Chifuyu aceptaron que te quedaras los días que fueran necesarios.

- Muchas gracias señor y señora Matsuno - agradeciste.

- No tienes nada que agradecer, ahora eres parte de nuestra familia - sonrió la mamá de Chifuyu - ahora vengan a comer antes de que la comida se enfríe.

Pasaron a la mesa y una vez terminada la cena te dijeron que podías quedarte en la habitación de tu novio, total, ya habían dormido juntos tantas veces que no sería nada extraño.

Agradeciste nuevamente, se despidieron y se fueron a sus dormitorios.

- Creo que todo salió bien - dijiste aliviada.

- Vez, te dije que todo saldría bien.

- Si, tus padres son muy buenos. Ahora, si me disculpas, quiero darme un baño.

- Si, claro, yo esperaré afuera - sonrió.

Te bañaste, te lavaste los dientes, te pusiste tu pijama y llamaste a Chifuyu, el había hecho lo mismo, tenían otro baño al lado de la cocina. Te despediste de él con un beso y se fueron a dormir temprano, pues al otro día tenían clases.