Los primeros rayos de sol aparecieron haciendo que abrieras los ojos con enojo, te ardían tanto que sólo querías arrancartelos, y como no si habías llorado demasiado. Tomaste tu celular para llamar a Chifuyu y a Kazutora.
- Hola chicos, como están - dijiste cuando se conectaron a la video llamada.
- Preocupados por ti, Baji también esta aquí - le acercaron el teléfono.
- Que tal enana, ¿estabas llorando? - Baji frunció el ceño.
- Si, mi madre murió ayer, supongo que solo estaba esperando a que llegara aquí para despedirse.
- Oh... Lo siento tanto mi vida - dijo Chifuyu.
- Cómo sigue tu padre - preguntó Kazutora.
- El está bien, aunque aún deberá quedarse unos días en el hospital, todavía tiene que recuperarse bien de sus lesiones y quemaduras.
- Supongo que no volverás en algún tiempo.
- No lo sé, todo esto es muy difícil, hoy tengo que buscar a mis tíos para que me ayuden con los tramites de mi madre, quiero que este en nuestra tumba familiar.
- ¿No has tenido noticias de tu hermano? - preguntó Baji.
- No, nada, no se si buscarlo.
- Deberías, después de todo es su madre la que... Bueno... Ya sabes - dijo Kazutora.
- Bueno chicos, hablamos más tarde - suspiraste.
- Cuídate mucho preciosa - se despidió Chifuyu, los otros dos te dieron una cálida sonrisa y cortaste la llamada.
Tu cabeza daba vueltas, tenías tantas cosas que hacer y no sabías por donde empezar. Tu padre empezó a despertar.
- Hola papá, como estás - no respondió, viste una lágrima correr por su mejilla, al parecer ya sabía lo de tu madre, no sabías en qué momento se había enterado, talvez escuchó la conversación que tuviste hace un minuto. Te levantaste y te acercaste hasta su camilla, tomaste su mano y le diste un pequeño beso.
- La enfermera me lo dijo ayer, cuando te trajeron desmayada a la habitación.
- Papá... - tu voz se quebró - yo no se como voy a vivir sin mamá, nos va hacer mucha falta.
- Lo sé hija mía, lo sé, ella era todo para mí, compartimos tantas cosas juntos y ahora se a ido.
- Te prometo que voy a encontrar al culpable, así sea lo último que haga.
Tu padre cerró los ojos tratando de contener las lágrimas, pero fue imposible, corrían por sus mejillas sin parar, te dolía en el alma verlo así, siempre lo consideraste un hombre fuerte pero ahora estaba ahí, acostado en una cama sin poder moverse y llorando por la pérdida de su amada. De algo estabas segura y es que tendrías que quedarte con él, ya sea en Japón o aquí, pero no podías dejarlo solo, no ahora.
- Papá, me quedaré a tu lado.
- No es necesario hija mía.
- Si lo es, ahora solo somos tu y yo, mi hermano talvez nunca se entere de esto y lo más seguro es que nunca lo volvamos a ver.
- Pero y tu novio?
- Más tarde hablaré con él, estoy segura que me entenderá.
Tomaste el celular de tu papá para llamar a tus tíos, tendrían que ayudarte con todo y así fue, no dudaron el ir hasta donde ustedes estaban.
Los días que siguieron fueron muy difíciles, la policía no tenía ni una pista de la persona que chocó contra el auto de tus padres, además que los tramites para llevar a tu madre de regreso a Japón fueron peor, te dolía la cabeza, estabas muy cansada mentalmente, lo único bueno fue que tu padre ya estaba fuera de peligro y en unos días saldría del hospital.
En las noches tu único consuelo era hablar con Chifuyu, se quedaba conectado hasta que te quedabas dormida, aunque enseguida te despertabas pues estabas sola en el departamento y tenías miedo, aunque no sabías exactamente de que, tus ojeras eran muy notorias y ya no sabías como ocultarlas, incluso Kazutora y Baji se habían dado cuenta de ellas.
El día que tu padre salió del hospital fue el mismo día que regresaba el cuerpo de tu madre a Japón, por lo que tendrían que tomar un vuelo lo más pronto posible, por suerte tus tíos te habían ayudado comprando los pasajes y viajarían contigo, por si necesitabas algo más.
Le contaste a Chifuyu de tu regreso y prometió esperarlos en el aeropuerto con los demás, agradecías eso, necesitabas un abrazo de él, de tu ángel que siempre estuvo ahí para ti.
Esbozaste una pequeña sonrisa al pensar en él hasta que tu padre te sacó de tus pensamientos. Fueron hasta el departamento donde ya estaba todo empacado, diste un último vistazo y partieron rumbo al aeropuerto, sería un viaje largo por lo que compraste un manga que te había recomendado Chifuyu.
Una vez en el avión tu padre intentó dormir y tu leías aquel manga, era una bella historia de amor pero con un final trágico, se parecía mucho a la historia de tus padres. Mientras leías tus ojos empezaron a cerrarse por el cansancio así que te acomodaste mejor en el asiento y pronto quedaste profundamente dormida.
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Tenías que ser prohibido (Chifuyu X tu)
Fanfiction______ Hanma es la pequeña hermanita de Shuji Hanma, pero a él poco le importa, incluso la incluye en varias peleas debido a su fuerza casi inigualable. Pero un día, se encuentra con su alma gemela que resulta ser de una pandilla rival... - Los per...