Capítulo 42

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Esa mano que lo estaba sosteniendo, no era la de su esposo, de la persona que estaba supuesta a ser su pilar y compañero de lucha en la vida. Esa mano le pertenecía a Jeon Jungkook quien de hecho, era su hijastro y un hombre que físicamente hablando, le encantaba. Ese capricho producido por sentirlo por momentos tan inalcanzable, un trofeo que quería obtener al final de la carrera, del juego y esa competencia entre ambos. Jungkook, incluso podría ser un amigo si quitaba la parte en donde deseaba tenerlo de rodillas o contra algo gimiendo su nombre.

Sin embargo, en ese instante se convertía en la persona en la que podía apoyarse dado que por cuestiones de trabajo, Dogun, quien estaba supuesto a acompañarlo no iba a estar. No podía negarlo, agradeció que estuviera ahí apoyándolo antes de enfrentarse a un mundo con el que soñó e incluso imaginó, pero que desconocía a profundidad.

Podía ver los flashes contra los cristales del vehículo en el que se trasladaban, todas las personas en el exterior que estaban ahí a pesar de no ser por él precisamente. Todo eso solo lo ponía ansioso, nervioso, pero el dedo que acariciaba su dorso, esos ojos que lo miraban y esos labios que se elevaban para sonreírle estaban logrando mitigar en algo todo el revoltijo en su interior.

— Ya te dije que no estés nervioso, estaré aquí para ti durante todo el evento si así lo necesitas y deseas. — Jungkook volvió a hablar notando como la tensión del contrario comenzaba a disminuir, ya se estaban estacionando frente a la alfombra roja.

— Gracias, Kook. — Con un asentimiento, el nombrado le dejó saber una vez más que todo estaba bien, sonriendo cuando vio a Taehyung bajar.

Ambos descendieron con pocos segundos de diferencia guiados por el personal de seguridad que se mantenía a raya con discreción, la alfombra que trazaba el camino y la banda de periodistas capturando su llegada. Taehyung avanzó hacia el muro promocional de la película en donde le tomaron fotos en solitario y junto aparte del elenco para luego, unirse al CEO de Jeon Entertainment. Quizás por inercia, en algún punto entre reflectores la mano de Jungkook se posó ligeramente en la zona posterior de la cintura de Taehyung, logrando que este lo mirara de soslayo fugazmente y sonriera. Se sintió bien ese simple contacto físico de manera tan natural frente al mundo.

Jungkook fue testigo de aquellas palabras que su padrastro había estudiado frente a él, parecía antes tan nervioso y luego tan confiado. De repente parecía una preciosa cosa tierna dando una sonrisa angelical e inocente a todos, los veía caer por su encanto y si no lo conociera tan bien de alguna forma, también caería. Pero luego, veía la forma coqueta en la que jugaba con la cámara seguro de quién era, de sus cualidades y atributos tanto físicos como intelectuales porque era un sujeto con un talento innegable. Lo miró desplazarse, como si con su vista escaneara a todos y, pese a su cordialidad, marcaba una distancia no solo respetuosa, sino cautelosa, como si estudiase a cada uno de los presentes.

La primera parte del evento fue un éxito, después, cuando aquel teatro quedó en silencio para comenzar a pasar la película, el ambiente se transformó por completo. Por segundos, el pelinegro observó al contrario emocionarse viéndose en la pantalla grande, podía ver orgullo destellando en él, como si estuviese saboreando el premio a muchos años de sacrificio y empeño, pero de un modo que no lograba descifrar del todo.

Taehyung tenía motivos para estar orgulloso, pese a ser un actor secundario, cada vez que aparecía en la pantalla, Jungkook era absorbido por esta y, cuando miraba a los alrededores, también se sentía orgulloso al ver como las personas veían a Taehyung y luego miraban en su dirección. Tal vez se debía a que era un actor de su compañía, alguien de la familia o algo más, pero por alguna razón la emoción lo embargó casi del mismo modo. Para Kim, aunque no lo mencionaba porque tenía que guardar silencio, era gratificante ver el fruto de todos sus esfuerzos para llegar ahí.

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