Jeon Jungkook se mantenía apacible, sus piernas cruzadas, su mano izquierda en donde llevaba el reloj que había estado mirando descansaba sobre su rodilla. Su respiración continuaba regular mientras sus ojos oscuros hacían contacto visual con esas dos irises avellanas emanando provocación.
Taehyung, por el contrario, no lograba mantener la mirada firme porque esta siempre se desviaba a sus labios que guardaban tantos secretos y recuerdos. Pudo disfrutarlos casi a su antojo en aquella ocasión, lo sintió recorrer casi todas las partes de su cuerpo a excepción de aquellas por las que se podía transmitir algún tipo de enfermedad de transmisión sexual.
Resultaba un poco molesto el saber que debido al tiempo que llevaban juntos, ese cuellipintado de Jaehyun había disfrutado de esto. Ese hombre que volvía a parecerle indescifrable, una vez le pidió conocerse mejor. Tomó su mano al caminar, lo abrazó, jugó con él y lo trató como a una pareja, no como un rollo de una noche. De hecho, fueron dos noches, casi tres, dos días completos en los que no se separaron ni siquiera para bañarse.
Esos labios que rato atrás vio besar a ese sujeto, esos que se mantenían cerrados y tranquilos, una vez temblaron, se desesperaron y no podían cerrarse. Esos labios sellaron besos y caricias sobre su piel. Fueron labios que le gustaron y sinceramente, quería volver a sentir. Fue por eso que relamió los suyos propios para darse fuerza y así, poder terminar de borrar los escasos centímetros que quedaban.
Pudo sentir la tibia respiración, un olor diferente al sentido en aquel club, diferente a aquel aroma que lo embrujó cuando salieron. Algo más que había notado era que Jungkook tenía bien marcado sus perfumes dependiendo de la ocasión. Para salidas nocturnas, la colonia suave que se untaba cuando se quedaba en casa, un perfume para trabajar, otro cuando iba a reuniones o eventos durante el día y ese que olió cuando salieron juntos por el día hacía más de dos años atrás. No lo había vuelto a oler.
Casi lo rozó, casi lo besó, pero justo en ese momento el pelinegro se carcajeó rompiendo el ambiente. Taehyung se echó un poco hacia atrás, viendo al contrario negar divertido y esto provocó que el de cabellos grises arrugara la frente. Jungkook se levantó de su asiento con rapidez, logrando que el contrario se tambaleara, dando dos pasos hacia atrás.
Con lentitud y aún risueño, el CEO caminó hacia su escritorio, tocando un diminuto botón que polarizó todos los cristales en un tono gris mate más oscuro que el que ya mantenía. Cuando se volteó para mirarlo, Taehyung quedó confundido al ver su sonrisa ladearse, algo tenso cuando lo vio avanzar hacia él. Su corazón comenzó a latir desbocado cuando el menor posó una mano en su hombro, presionando su pulgar en la ahuecada zona ubicada entre su cuello y clavícula.
Fue ascendiendo hasta su cuello, ejerciendo un poco más de presión hasta agarrarlo completamente y caminar a gran velocidad hasta uno de los cristales que simulaban una pared. El impacto no fue suave, pero Taehyung no se quejó, solo sentía su estómago revolverse anhelante, expectante mientras su mirada se perdía en esos oscuros, pero brillantes ojos.
- Así que este es tu juego y deseo... - Espetó Jungkook bajo, acercando su nariz hasta su mandíbula en una caricia fugaz.
Era Taehyung quien ahora se tensaba, quien cerró sus ojos y casi dio un jadeo ahogado cuando el pulgar del menor acarició sus labios. Estaba esperando un beso que jamás llegó. Cuando elevó sus párpados, se encontró con una risa cínica y divertida. Malnacido. Intentó alejarse, pero Jungkook se lo impidió, manteniéndolo en ese lugar.
- Esto es lo que quieres, la estabilidad financiera que te da mi padre, la adrenalina de lo prohibido y la pasión que entre mis brazos encontraste. Sabes que eres atractivo y usas tus encantos de manera leal creyendo que nadie se te resistirá, que puedes hacer lo que deseas porque de alguna forma sabes leer bien a las personas y usas esto a tu favor. Pero adivina qué... Yo puedo llegar a ser como una repugnante cucaracha que después de probar el veneno una vez y casi morir, me vuelvo inmune a él, los segundos intentos no funcionan.
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INFAMOUS
RomanceJungkook tiene una vida estable entre su trabajo y familia, no puede decir que todo es perfecto, pero tampoco tiene muchas quejas. Su máxima preocupación son los negocios y la vida que lleva su padre. Sin embargo, su estabilidad comienza a tambalea...