Capítulo 62

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El deber llamó a Jungkook muy temprano en la mañana, se vio obligado a ponerse una camisa a pesar de seguir en calzoncillos únicamente para atender a una llamada importante proveniente de Nueva Zelanda. Leyó el mensaje del equipo de distribución pues al parecer, los envíos internacionales llegaban dañados o de plano no llegaban y esos inconvenientes generaban muchas pérdidas. Quizás era bueno que Taehyung fuera estar en el extranjero por dos semanas porque de ese modo podría concentrarse apropiadamente.

Preparando un desayuno rápido se movió por toda la cocina y al finalizar subió a su habitación, encontrándose con Taehyung aferrado al cuerpo de un Hobi que dormía acurrucado en la esquina de la cama. La imagen le sacó una sonrisa porque cuando dormían juntos, Taehyung tenía la manía de siempre abrazarlo y, las pocas veces que lo alejó por calor o incomodidad, de alguna forma Taehyung terminaba abrazando a las almohadas.

— Bebé... — Llamó al peligris con un suave beso en su mejilla. — Hay que levantarse, no puedes perder tu vuelo. — Taehyung parecía renuente a levantarse a pesar de intentarlo, sus ojos se cerraban y sus labios se abultaban en total desacuerdo al pedido del pelinegro. — Vamos, si quieres que te lleve y no quieres tener problemas ya tienes que levantarte. — Agregó un poco más serio esta vez, dándole una suave nalgada junto con un fuerte apretón en su trasero. — El desayuno ya está listo. — Dando la vuelta alrededor de su cama se inclinó para despertar al pelirrojo con solo un sutil movimiento de hombros. — Hobi, hay que levantarse ya, se está haciendo tarde, no les dará tiempo a desayunar si siguen tardando.

El mayor de todos se incorporó rápidamente aunque sus ojos no se abrían por completo y la maraña de cabellos revueltos lo hacían lucir gracioso. Se levantó de la cama y salió de la habitación arrastrando los pies mientras Taehyung seguía acostado en la cama.

— Oye, de verdad tienes que levantarte ya.

— No quiero, únicamente deseo quedarme aquí en la cama abrazado contigo hasta mediodía. — Definitivamente, esa era una oferta tentadora que hizo a Jungkook sonreír y acostarse justo en el lado que había estado durmiendo Hoseok y no el ocupado por él detrás de Taehyung toda la noche.

— A mí también me gustaría, pero ambos tenemos muchos compromisos que cumplir. Te llevaré al aeropuerto y si deseas te recogeré también cuando regreses, ¿qué te parece? — Con un asentimiento el mayor lo abrazó, girando sus cuerpos para quedar sobre él. — No es momento.

— ¿Ya tomaste una ducha?

— Lo haré después de desayunar, por eso necesito que te muevas y bajemos rápido. — El peligris sonrió de un modo que ya Jungkook conocía. — Tae...

— Puedo desayunar en el avión o en el aeropuerto mientras espero, no es que sea complemente necesario en estos momentos. ¿Qué tal si nos lo saltamos juntos y tomamos esa ducha? — Jungkook negó con una sonrisa, abrazando el torso de Taehyung para poder atraerlo y darle un beso mientras la otra mano acariciaba su trasero. — Supongo que esto es una respuesta positiva.

Ya Hoseok se presentía que ellos no bajarían a desayunar y la idea le hizo reír. Por un momento esperó sentirse raro esa mañana, temía que cuando la excitación y los restos de alcohol desaparecieran él se encontrara perdido en la desesperación. No era así, no tenía un repentino deseo por su mejor amigo, nada había cambiado y lo mismo ocurría con Jungkook. Esa noche de diversión no dejó secuelas como él temía porque después de tanto tiempo sin siquiera besar a otra persona no sería muy difícil terminar gustando un poco más de lo debido aunque fuera de manera efímera. Por suerte ninguno de esos dos despertaba algo diferente en él y eso hacía todo más sencillo.

No hubo tensiones o incomodidad esa mañana, todos parecían tener bien claro sus pensamientos y sentimientos, afrontando todo con gran madurez. Hoseok los acompañó al aeropuerto, hablaron de trabajo, todas las cosas que tenían que hacer y otras cosas triviales. Cuando Jungkook vio a Taehyung vestido y listo para salir no pudo ocultar su sonrisa, la misma que en esos momentos volvía a asomarse en su rostro porque le gustaba ver a Taehyung llevando el kimono moderno que le regaló tiempo atrás.

INFAMOUSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora