Capítulo Final

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Sus pies deambulaban sin un rumbo fijo por las calles de Seúl. Veía la ciudad que lo vio nacer, la que le daba y quitaba todo constantemente. Entre millones de personas, él era un individuo más entre aquellos que observaban a su alrededor desde el río Han. Fue gracioso porque muchas veces pasó por allí en su adolescencia, corriendo o caminando junto a Hoseok, también solo. Ya en su adultez, siempre pasaba en algún vehículo sin mirar a los lados, olvidándose del sitio con la taza de suicidio más alta del país.

"... pero no te entrometas en mi camino, señor Kim Taehyung, porque te dejaré tan arruinado monetaria y mentalmente, que vas a desear correr hasta el río Han y lanzarte del primer puente por el que pases."

Jungkook le había dicho esas palabras al día siguiente de descubrir que él era la pareja de su padre. Tal parecía que el pelinegro tuvo una premonición de lo que se avecinaría, aunque no fuese lo suficientemente exacto.

Monetariamente, estaba bastante arruinado, no fue estúpido, guardó algo, pero no lo suficiente como para mantener el estilo de vida que deseaba y al que se había acostumbrado. No pasaría del año haciendo los mismos gastos. Sin embargo, tenía para comenzar una nueva vida sin mucho estrés, al menos al inicio, no podía predecir el futuro. Mentalmente, ahí si estaba jodido, no tenía ideas claras y continuaba percatándose de cosas nuevas cada día, cosas que por años ignoró.

Sí, deseó correr hasta el río Han y en ese instante, estaba parado arriba del primer puente por el que pasó. Si bien no deseaba lanzarse porque había batallado demasiado en su vida como para dejarse vencer de ese modo, no podía ocultar que pensaba en cómo sería todo si muriese justo ese día. No más luchas, no más preocupaciones, no más miedos o temores, no más personas o esos tediosos sentimientos de los que huyó por tantos años. La respuesta era sencilla, todos seguirían viviendo y en pocos días o semanas, a lo mucho, estarían riendo como si nada hubiese pasado.

Había perdido el soporte que fue Dongun durante tanto tiempo, había perdido a Jungkook, la persona que le hizo experimentar cosas que a día de hoy continuaba descifrando y evaluando. Park Seojoon le había escrito pidiéndole explicaciones mucho antes de que todo estallara, de que ocurriera todo ese desastre, pero cuando intentó contactarlo después, ya no contestó a sus llamadas o mensajes y terminó bloqueándolo.

Fue divertido que a pesar de no pensar en él, Johnny, quien alguna vez fue su prometido, le escribió para que lo dejase fuera del escándalo, huyendo una vez más como una rata que sentía el barco hundirse. No fue una sorpresa, simplemente un recordatorio para Taehyung. Jimin había tomado un poco de distancia de su vida desde que intentó besarlo, sabiendo que estaba con Namjoon, según el mayor, para evitar que ocurriese cualquier cosa que pudiese dañar su relación. Lo quería, le caía bien, pero no confiaba en Taehyung lo suficiente como para permitirle esa cercanía.

Choi Wooshik había desaparecido de su vida hacía mucho tiempo, todavía recordaba la imagen de su cuerpo sin vida cuando su esposo lo llevó a aquel almacén aparentemente abandonado. Sin embargo, aquello fue como un flash efímero porque no lo volvió a ver. No hubo noticias de su desaparición y, a decir verdad, no quería averiguar si aquello que vio fue real o un simple juego siniestro de su imaginación. Así que eso lo dejaba únicamente con Hoseok, era el único que de alguna manera seguía a su lado, mismo si su relación todavía continuaba en un período de prueba no dictaminado. Todavía quedaba cierta incomodidad que iba disminuyendo con los días, pero persistía entre ellos. Comprendía esa situación, así que Taehyung respetaba el sentir de su amigo.

Tras mirar su reloj, metió ambas manos en los bolsillos de su pantalón negro y camino suavemente por aquel puente. Llenando sus pulmones del aire limpio que gozaba su país ese día. Al parecer su suerte no era tan mala, no había contaminación ese día. Los colores del atardecer bañaban su ciudad y le acompañaron hasta su destino. Entrar en ese hotel fue una lluvia de recuerdos que lo empapó, cuando subió al elevador y entró al club en el que sus ojos por primera vez se cruzaron con los de Jungkook, sintió en su pecho una punzada diferente, no quedaba ni rastros de la adrenalina que una vez experimentó.

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